34.
Después de decir eso bella ni siquiera espero la respuesta de su madre. La impresión fue tanta que ella se desmayo. Fue una situación bastante problemática y angustiosa para todos incluso para mi madre quien estaba aterrada pensando que ella tendría algo que ver en el colapso de Isabella.
Pero esta situación era solo mi culpa. Debi simplemente decirle que había hecho mal al darle la dirección a su mamá. Y es que aunque mis intenciones fueron buenas, no era mi decisión. Ya habíamos estado sometidos a demasiado estrés emocional todos estos días, y esto había sido sin duda demasiado sorpresivo para ella.
Su mamá estaba muy nerviosa. Agradecí a Dios que aunque sea hablara inglés porque yo era absolutamente malo con los idiomas. En esa parte me parecía sin duda a Raquel. Porque mi papá era un genio con los idiomas y las letras. El hablaba hasta griego.
Intenté reconfortar a la señora, ni siquiera sabía su nombre. Ella tampoco sabía el mio, ni quienes éramos. No tuvimos tiempo de nada. -Ella esta bien, solo no se lo esperaba...- Su madre la tenía tomada de la la mano mientras acariciaba su rostro con delicadeza.
-Isabella misma me dio la dirección... no entiendo porque se sorprendió tanto de verme - Viró la mirada hacia a mi y me sentí realmente avergonzado.
- Fui yo quien lo hizo, ella estaba ignorando sus mensajes... no se porque razón lo hacía pero supongo que tiene que ver con Juanito- ella me miró impresionada.
- ¿Conoces a mi hijo? ¿Tu acaso eres Joseph? - me preguntó muy impresionada. Sentí la sangre hervir al escuchar el nombre de Joseph.
- No, soy Mylas su novio- Le dije y ella tomó la mano con cariño.
-Gracias a Dios Mylas, pedí tanto a Dios para que la alejara de ese muchacho tan malo. Mi hija es tan inteligente, talentosa, bella y tan noble que merece lo mejor...- asentí no solo porque quisiera agradarle sino porque para mí también Bella era exactamente todo eso. Ella solo merecía cosas buenas.
- Ella solía contarme todo, éramos muy unidas aun en la distancia... Desde que Juanito llegó a este país Isabella cambio radicalmente su relación conmigo. Dejo de llamarme, de contarme sus cosas y después hasta de responderme los mensajes... No sabía que había pasado hasta que Guadalupe me contó la situación en la que estaba. Volé para acá de imediato, hablo bien el inglés lo estudie para poder comunicarme con ella y sus amigos cada vez que venia a verla... Pero no puedo escribirlo, pensé que por eso ella no respondía mis mensajes. Te agradezco que me hayas dado la dirección- Le sonreí.
- Y no me dijo su nombre- le pregunté, me miró sorprendida.
- Mi nombre es Elisabeth ¿No te hablo jamás de mí? - se sentía ofendida y triste.
-Si lo hecho, dijo que usted hacía los mejores tamales del mundo, y también canto una canción que le recordaba a usted. Ella es muy buena cantando - Ella sonrió de emoción
- No lo sabía, la deje venir aquí y ella era muy pequeña. Quería que tuviera un futuro brillante, que fuese una gran enfermera ¿como le va en eso?-
-pero prefiero que ella despierte y luego hablamos de todo. Ya hice mucho lío leyendo su mensaje y respondiendolo también- Ella asintió educadamente.
Raquel que no estaba muy familiarizada con nada se acercó - Voy a ir por Jade, tu padre tuvo que reunirse con el abogado. Prepara una manzanilla para los tres, han sido días muy estresantes, vuelvo en un instante- Dijo tomando sus cosas.
-Mamá ¿puedo confiar en ti?-Estaba temeroso de que se la llevara a algún otro lugar. Ella me miró ofendida.
- Se que me equivoque y se que no crees en mí, pero eres mi hijo y estoy de tu lado. Creelo por favor, volveré aquí con Jade en un rato y también con tú padre. Tú solo cuida de ella y no te preocupes más - Beso mi frente, se despidió de la madre de Bella y se fue.
Me quede absolutamente angustiado. pero elegí confiar en mí madre nuevamente... Ojala no me volviera a equivocar. Minutos después Bella despertó al fin.
- Es cierto, ¡viniste! no estoy soñando- Ella abrazo a su madre. Me fui a la cocina para darles espacio y también para huir de lo que sabría que vendría.
Estaba sumamente nervioso... las manos me sudaban. Seguramente la madre de Bella ya le había contado todo. - ¡Mylas! -La escuche llamarme y de inmediato me ahogue con el agua que estaba bebiendo. Ella se acercó rápidamente a ver que me pasába.
-¿Estas bien? - Me pregunto y yo asentí mientras seguía tosiendo intentando de volver a respirar con calma. Su madre también se acercó, para aumentar mi vergüenza.
Me costó un par de minutos recomponerme. Bella no parecía molesta porque tuvo todo el rato intentando ayudarme. - vaya eso fue estúpido, me ahogue bebiendo agua, lo siento -
-No fue estúpido, fue horrible. por favor ten más cuidado -
-Y tú como te sientes, te desmayaste de la impresión - corri su cabello detrás de sus orejas. Mientras la miraba con preocupación, estaba toda pálida.
-Estoy bien, de hecho aún estoy sorprendida de que mi madre encontrará esta dirección... pero ya no importa igual no se quedará mucho tiempo - Mire la cara de tristeza de su madre y me enoje con ella por su actitud.
- ¿Que dices Isabella? ¿Por que estas actuando de esta forma con ella? - Ella me miró desafiante y yo planeaba decirle no quería alargar más este asunto.
- ¡Un segundo! - Ella frunció el ceño -¿ Fuiste tú? - Golpeó mi pecho con su dedo.
-Isabella... - Su madre intentó detenerla ella no la dejó - Mamá yo estoy bien, Juanito también no tenías que venir hasta aquí o
para comprobarlo solo porque Mylas se atrevió a decir cosas que no le correspondían - Me rei de que ella creyera que su madre estaba aquí porque yo le había hablado mal de su hermano. No hacia falta todos sabíamos que Juanito era una horrible persona.
-Lo siento ¿pero que yo que?..ella parecía desesperada, estaba preocupada por ti. sabe que Juanito no es un santo precisamente -