Tan Solo Una Noche

Daniel es mi novio

Christal se encontraba en la universidad, estaban en clase pero no estaba prestando atención a las explicaciones del profesor porque en su mente estaba todo lo ocurrido con Daniel. Increíblemente tenía por "novio" aquel hombre extraño que apareció de la nada, nadie más  lo sabía, era momento de afrontar la situación y contarle a Anthony su mejor amigo. 

Un golpe  en el puesto la devolvió  a la realidad. 

—¡Señorita!

—¡Profesor!

— Veo que ha prestado mucha atención a la clase el día de hoy, le concedo el honor de explicar a sus compañeros en qué consiste  el trabajo a realizar.

— ¡Discúlpeme profesor! pero no puedo.

— Señorita, no se moleste  en hacer su trabajo ya imaginaran cual es su nota.

Cuando  salieron del salón Anthony la abrazó  por la espalda, hecho que a Christal le incomodaba  un poco pues no le gustaba que él fuera tan afectuoso con ella, además los compañeros hacían comentarios acerca de su relación.

— Se puede saber ¿porqué  estabas tan distraída en clase? — preguntó Anthony.

— Tengo que  contarte algo.

— Por  la expresión de tu cara, se que no me va a gustar.

— Estoy saliendo con Daniel.

— Con el tipo ese que a tu tía no le gusta. ¿El chico de los tatuajes? ¡Te has vuelto  loca!

— Anthony no lo conoces  para juzgarlo. Él no es malo sólo un poco diferente  a nosotros, ves lo equivocada que estaba con David-.

— En eso tienes razón. Quiero conocerlo y  te advierto que si te hace daño juro  que le partiré la cara.

Anthony  quería  a Christal  como un hermano mayor y no iba a permitir que le hicieran daño nuevamente. La idea de que saliera con un desconocido  no le agradaba pero tampoco podía  oponerse a esa relación o terminaría acabando con la amistad que tenían los dos.

Cuando Christal  llegó  a casa encontró  un enorme  ramo de rosas en la sala y por la mirada de su tía  ya lo sabía  todo. 

— Te lo iba a contar todo ¡Lo juro!

— ¿Cuándo? Pensé que me tenías confianza pero veo que no.

— ¡Lo siento Tía! Todo pasó tan de repente.

— Sabes que no me gusta ese hombre pero no me voy a oponer. Sólo  te pido que te cuides de él. Su mirada me trae malos recuerdos.

Christal  se sintió  muy mal por haberle ocultado a su tía la relación con Daniel. Muy pensativa entró a su cuarto y se tendió sobre su cama y justo en ese momento sonó  el celular y evidentemente era él.

— Preciosa ¿Te gustaron las flores?

— Si, pero aún no le había  contado a mi tía que somos novios

—  No era mi intención. Supuse que los novios  envian flores.

— Lo dices como si pagaras una cuenta.

— Preciosa sabes que no es así, no estoy acostumbrado a esta situación. El romanticismo no es lo mío. Aunque despiertas tantas cosas en mi que no me importa volverse cursi. No imaginas como te extraño hoy.

— ¿Dónde estás? ¿Qué haces en este momento?

— Acabo de llegar del trabajo, me di un baño y estoy descansando en mi cama ¿Tú?

— También  estoy en mi cama, llegué de la universidad. Le conté a mi mejor amigo lo nuestro y no le gustó, a mí tía tampoco le agradó. Creo que tuve un día pesado.

— Supongo que tu amigo está celoso, de tu tía era de esperarse porque el solo recordar la forma como me vio aquella noche me hace imaginar su respuesta. Lo importante es que tú te sientas cómoda.

— ¿Cuándo vas a venir?

— Este fin de semana. No te preocupes tengo preparado compensar todos los días que no esté contigo. Pon tu cámara porque quiero verte.

— ¡Estoy con la ropa de la universidad!-

—No importa aunque  te preferiría de otra forma, si no te gusta la ropa puedes quitarla, no tengo ninguna objeción.

Cuando  ella activó la video llamada hay estaba él recostado en su cama con su pecho desnudo. Se podía ver sus tatuajes, los piercing, sus músculos. Un abdomen plano que delataba su gusto por hacer ejercicio. 

Hablaron hasta muy tarde de la noche, el tiempo pasó  y no se dieron cuenta. A él  le encantaba su angel de ojos azules y ver como se sonrrojaban sus mejillas cada vez que le hablaba de sexo. Era evidente que no tenía  mucha experiencia, por esa razón  él no pensaba pasar el límite  que ella le colocara. Aunque  con gusto lo haría en el momento que Christal se sintiera segura. 

Daniel  nunca había  sido feliz. Desde  la muerte de su madre creció con un vacío grande en su corazón. Ahora era distinto porque Christal  se estaba encargando de darle razón de ser a su existencia. Eran tantas cosas que ella desconocía de él. Lamentablemente su vida estaba nublada por un pasado oscuro y Daniel temía  que al enterarse decidiera alejarse de él. Ella desconocía que él era primo de su exnovio David,  él  se enteró cuando ella le contó la misma historia que le había escuchado a su primo y no creyó oportuno decirle la verdad. Por otra parte, no sería fácil  lograr que su padre la aceptara  por ser una chica humilde. 

"¡Demonios! creo que me estoy enamorando  realmente  como nunca lo he  estado antes."

Pensó  Daniel para sus adentros y recostó  la cabeza en la almohada.




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