Tan Solo Una Noche

Daniel y David son primos

Una vez que salieron de la universidad Anthony llevó a Christal a la casa de ella pero esta vez  no se quedó como de costumbre porque debía  ir a la discoteca trabajar como todos los fines de semana. Ella le prometió que iría  con Daniel para que él pudiera conocerlo.

Daniel  llegó  un poco más tarde de lo previsto,  esa tarde él discutió con su padre porque a él no le agradaba la idea que su hijo siempre  se desapareciera los fines  de semana y no le explicaba la razón por la cual apagaba su celular  sin dar señal de vida hasta el día  lunes. Muchas veces él había necesitado de Daniel y nadie  daba respuesta de su paradero. Le alteraba la idea que su hijo aún seguía en el vicio de las drogas, las peleas clandestinas, el licor  y los excesos. 

Sonó  el timbre y Helena abrió  la puerta. Allí estaba ese hombre que le hacía  recordar a alguien de su pasado. Era evidente el enorme parecido "¿será  su hijo? " – pensó mientras lo detalla en silencio.

— ¡Buenas noches Señora! ¿Ocurre algo? —  le preguntó Daniel muy amablemente.

— No. ¡Pase por favor! 

El silencio  reino  en el lugar porque era evidente que Daniel no le agradaba a la tía de Christal. Ella seguro pensaba que  él iba hacerle daño a Christal pero esa no era su intención. Una vez que Christal estuvo lista se fueron a la discoteca para conocer al amigo de Christal, cuando llegaron a la discoteca Anthony  los atendió. Como de costumbre Anthony abrazó a Christal  y le dio un beso en la mejilla, hecho que disgustó  mucho a Daniel quien  no pudo disimular  sus celos.

— ¡Anthony! Te presento a Daniel, mi novio. ¡Daniel! Él es Anthony, mi compañero  de universidad y mejor amigo —  los presentó Christal.

Estos se dieron  un apretón de manos un poco más fuerte de lo acostumbrado, Daniel miró Anthony con una mirada fulminante que él respondió con un guiño en su rostro. La tensión entre los dos se hacía  evidente aunque Christal no lo notó porque ella era un poco inocente. Una vez  los atendió, Anthony  se retiró  a continuar con su trabajo porque no debía descuidar.

Al parecer esa noche las sorpresas aún no terminaban. Daniel no podía  creer que justo su primo David estaba allí con una rubia hermosa que él no conocía. 

— ¡Demonios! —  dijo Daniel en voz baja mientras se tomaba un trago de licor.

David  ya lo había  visto y era lógico que tenía  que afrontar la situación. Christal  lo hizo  volver de sus pensamientos.

— Mi amor ¿Ocurre algo? ¿No te sientes agusto en este lugar?

— Suena  tan bonita esa palabra en tus labios — respondió Daniel con una evasiva .

— No te la digo a veces porque pienso que no te gusta.

— ¡Te equivocas princesa! Me encanta que me llames así.

Él la estrechó en sus brazos y se besaron olvidando el problema  que se le avecinaba. Los besos de Crhistal tenían un efecto más fuerte para Daniel que cualquier droga o licor que hubiera  probado en su vida. Era una adicción más peligrosa porque  no le importaba nada cuando estaba con ella. Para su desgracia sintió  que alguien lo saludó. 

— ¡Daniel! Primo no sabía  que frecuentaba este lugar ¿No vas a presentarme a tu chica? — le habló David.

Él se apartó de Christal dejando al descubierto su rostro. David  no podía creer  lo que sus ojos venían y Christal enmudeció. Él único que no se veía  sorprendido  era Daniel ni la chica  que acompañaba  a David. Está observaba a Daniel con una mirada insinuosa. 

El primero  en hablar fue David quien le reclamó Christal:

— Se puede saber ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Porqué  estás besando a Daniel? Tú qué te las dabas de santa y mira que tan bajo has caído en los brazos es tipo que es un vicioso y asesino. 

— No te permito que te expreses así  de ella. No seas imbécil. Christal no es cualquier chica. — contestó Daniel parándose de su puesto.

David se acercó a él y lo estrujó con sus manos en busca de generar una pelea.

— ¡Eres una basura  Daniel! No sólo eres mi primo,  te consideraba un amigo. Nunca te he juzgado por tu conducta y te aprovechaste de todo lo que te conté para revolcarte con mi ex novia.

Cuando los primos se disponían a irse a los golpes. Un grito interrumpió la escena:

— ¡Basta! Ustedes que sean creído. Partida de machos, que con golpes se soluciona todo. Pues les digo que los dos son la misma basura. No puedo creer  que sean tan cínicos y tú Tamara disimula un poco, no tienes vergüenza maldita zorra.

Anthony  se percató  de la pelea  y se  acercó a ayudar a Christal pero en ese momento Daniel la tomó  por el brazo y la sacó de la discoteca en contra de su voluntad. Él debía explicarle todo pero este no era el mejor lugar para hacerlo.  Casi a rastras la metió al automóvil, aseguró las puertas, encendió el auto y arrancó sin ningún rumbo fijo.

— ¡Daniel abre la puerta me quiero  bajar! ¡Déjame ir!

— Lo siento pero no lo voy hacer hasta que me escuches. Lo que David dijo no es cierto, yo en verdad te… Te amo a más  que a nadie en esta vida. No me he aprovechado de ti y jamás lo haría. Me enamoré  de ti desde el primer momento en que  me miraste con esos ojos azules. Al principio  no sabía quien eras y cuando lo supe tuve temor de contarle  y perderte. No te he ocultado  mi pasado y sé que me debes estar odiando pero te amo.

Christal  no respondió  y su silencio  le rompió  el corazón a Daniel, él hombre rudo que no creía en el amor. 

Él la llevó  a casa y ésta se bajó  sin despedirse, sólo el golpe de la puerta  del auto al descender de él, interrumpió  el silencio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.