La tía de Christal se encontraba preocupada, desde que su sobrina estaba con Daniel no era la misma chica de antes. Incluso Anthony ya en pocas ocasiones venía a la casa. Daniel era tan diferente a ella. Un hombre extraño tanto en su físico como en su forma de actuar. ¿En verdad estaría enamorado de Christal? O solo buscaba jugar con sus sentimientos.
Cuando Christal llegó a la casa, vio a su tía sentada en el sofá.
— ¿Tía te pasa algo? ¿Estás triste?
— ¡No mi niña! Pensaba en ti, por cierto ¿Dónde has estado todo el día?
— Fui al apartamento de Daniel.
— Mi niña está segura de lo que estás haciendo.
— Sí tía, Daniel no es malo como todos creen.
— ¿Lo amas?
— Desde el primer momento en el que lo vi. Solo que no me había dado cuenta.
Anthony estaba enojado con Christal porque tampoco entendía el comportamiento de su amiga. Ella no era la misma chica de antes, evidentemente su relación con Daniel la estaba cambiando y no precisamente para bien. Cuando salieron del salón de clase él sintió una mano en su hombro y alguien le habló por su espalda.
— ¡Anthony espera! ¿Se puede saber por qué me estás ignorando?
— No lo hago. Solo que me saca de onda tu comportamiento.
— ¿A qué te refieres?
— Tu tóxica relación con Daniel ¿Olvidaste lo que ocurrió en la discoteca?
— Eso fue un malentendido, no sabía que era primo de David. Además él me hace feliz, somos parecidos en cierta forma. Tenemos grandes vacíos. Yo perdí a mis padres y él tiene uno que no lo quiere. Nos complementamos-.
— ¿Qué me dices de sus adicciones? Me preocupa que te pueda hacer daño, Daniel es un hombre violento.
— Tienes razón pero hay algo que no te he contado aún y es la forma en la que lo conocí. Él me salvó en un callejón la noche de la fiesta de unos tipo que me golpearon y me iba a violar.
Entonces Christal empezó a relatarle todo lo que pasó la noche que ella no durmió en su casa y la razón por la que confiaba tanto en él.
—Sólo espero que ayudándolo a él no acabes con tu vida
— No va hacer así. Te lo prometo.
— Sabes que cuentas conmigo ¡Te quiero mucho!
Anthony la abrazó fuerte y le dio un beso en la mejilla; a veces el gran afecto que él sentía por ella trascendía un poco más allá de la amistad y la veía como la chica hermosa que era. No sabía porque sentía tantos celos de Daniel ¿Acaso él también estaba enamorado de ella?
A la salida de la universidad estaba David esperándola para terminar la discusión de la discoteca.
— ¿Christal tenemos que hablar?
— No veo de que. Creo que todo está muy claro entre los dos.
— Te equivocas porque es de Daniel que quiero hablarte.
— No me interesa nada de lo que puedas decir.
— Él no ha sido sincero contigo.
— Tú tampoco lo fuiste.
— Me imagino que no te ha contado que estuvo en la cárcel por matar a su novia. Él es un asesino, incluso lo han apuñalado varias veces por estar en peleas clandestinas, también estuvo internado en un centro de desintoxicación pero no le sirvió de nada. ¡Ah! y lo más importante, mi tío detesta las chicas de estrato medio. Por cierto ya tiene una prometida. No te das cuenta que sólo eres un pasatiempo para él. Daniel no quiere a nadie, cuando se canse de jugar contigo te va a votar sin ningún remordimiento. ¡No seas tonta!
Christal contuvo las lágrimas al escuchar todo lo que David le dijo. No le contestó nada y se fue con Anthony antes de que él continuara hablando y ella tuviera que llorar en frente de él. Anthony apenas podía procesar tanta información junta.
— Christal te das cuenta que mi temor no es en vano. Si todo lo que David te dijo es cierto él te va hacer mucho daño
— Él me prometió que me contaría todo.
— ¿Cuándo Christal?
— ¡Lo va hacer! Me lo prometió. Él me pidió que confiara en él y lo voy hacer. Solo espero que no le cuentes nada de esto a mi tía.
— ¡Has enloquecido! Pero no lo voy hacer, solo espero que tengas razón.
En ese momento sonó el teléfono y evidentemente era Daniel.
— ¿Cómo estás princesa?
— ¡Bien! Mi amor voy llegando a casa ya te llamo.
Christal colgó el teléfono porque no podía hablarle, todavía estaba afectada con todo lo que le había dicho David acerca de Daniel.