Demetrio y Helena por fin estaban a solas, aunque el silencio reinaba en el lugar se podía ver en sus rostros que no duraría mucho. Había llegado el momento que él tanto anhelaba en estos ocho años y no sabía qué decir. Sus ojos reflejaban que aun no la había olvidado, que le atormentaba su recuerdo.
-Helena ¿por qué lo hiciste? Sabías que yo te amaba y no te importó abandonarme-.
Elena tenía su mirada fija en una ventana por la que se podía observar una espléndida vista de la ciudad, disimulaba una lágrima que escapó de sus ojos sin querer.
-Esa noche que no llegué… Los padres de Christal tuvieron un accidente y fallecieron. Al llegar a la clínica encontré a mi hermano con vida y me hizo prometerle que me haría cargo de Christal que no la dejaría sola, poco después también él murió... Ella apenas tenía trece años y estaba sola en este mundo. Debía tomar una decisión, te amaba pero si seguía contigo no podría cumplir la promesa a mi hermano. Tú en ese entonces eras un fracaso como padre, tú hijo estaba perdido en las drogas por culpa del abandono al que lo habías sometido toda su vida y tú obsesión por ser un hombre de negocios no te permitía verlo. Comprando con dinero todo lo que creías era suficiente para hacerte feliz. No podía permitir que Christal tuviera la misma suerte de Daniel, no era justo, no podía ser tan egoísta con ella cuando lo que necesitaba era amor. Por eso decidí dejarlo y empezar de nuevo con Christal, así tuviera que sacrificar mi felicidad.
-¿Por qué no me diste una explicación?-
-De haberlo hecho no hubiera tenido el valor para abandonar te-.
-Helena no te imaginas cuánto he sufrido con tu recuerdo todos estos años. Pensando que tenías otro hombre, que nunca me amaste, que eras una falsa.
-Yo también lo he hecho pero ya es demasiado tarde para volver el tiempo atrás y cambiarlo todo. Como ves mi sacrificio fue en vano, Christal está con tu hijo y lentamente la conduce al abismo en el que él vive-.
Demetrio se acercó a Helena por la espalda y la abrazó, suavemente la volteó hasta quedar frente a ella. No le importaba si los veían, ni siquiera la rabia que lo embargaba cada noche que pensaba en ella. Le secó las lágrimas y la besó. Quizás ni él sabía porque lo hacía pero necesitaba el sabor de su boca y sentir nuevamente la calidez de su piel. Aun la amaba y no podía negárselo a sí mismo. Helena estaba confundida pero los besos de Demetrio la sacaban de su realidad. En ese momento no existía más que el reencuentro de dos enamorados que la vida había separado y el destino nuevamente unía. El momento fue interrumpido por el mayordomo quien tocó la puerta de la biblioteca para avisar a Demetrio que su sobrino David acababa de llegar en compañía de la señorita Tamara y lo esperaban en la sala con la señorita Celeste. Ellos tomaron aire y trataron de mostrarse lo más normal posible, eran concientes que había mucho que aclarar sin embargo sería en otro momento.
Demetrio le pidió a su mayordomo avisara a su hijo que bajara a cenar y condujera los invitados al comedor.
Christal y Daniel se encontraban en la cama atrapados en besos y caricias tiernas que habían contenido todos estos días, la condición de salud de Daniel no le permitía hacerle el amor y también sentían miedo de hacerle daño al bebé, por eso se abrazaron para sentirse el uno al otro.
El mayordomo tocó la puerta y le avisó a Daniel que su padre le había pedido que bajaran a cenar. Volvieron a la realidad, donde habían dudas y celos infundados por Celeste.
-Christal yo te amo y te puedo jurar que esa noche no tuve relaciones con Celeste, tampoco fui a comprar drogas, tú sabes que ya no lo hago. Estoy seguro que Celeste puso algo a mi trago-. _ habló Daniel _.
-No se que pensar-. _ le respondió Christal _.
-No permitas que las intrigas acaben con nuestra relación. Hay algo que me pasó en el hospital y no te he contado. Debemos hablar pero este no es el momento.
Él la abrazó por la espalda mientras acariciaba su vientre, allí crecía el fruto más grande del amor que había entre los dos. Por una razón que él dijo le explicaría después, le pidió no mencionar que habían vuelto, para el bien de de ella y el bebé por el momento era mejor seguir guardando secreto.