Al llegar el nuevo día todo volvió a su normalidad. Heena y Christal regresaron a su casa con el corazón y la cabeza llena de mil emociones encontradas. Ninguna contó lo ocurrido la noche anterior, el silencio reinó todo el viaje y los recuerdos flotaron en el ambiente cuál mariposas se revolvía en el estómago de solo pensar la posibilidad de un mañana juntos sin tener que esconderse.
David estaba en la empresa que se lo llevaba el mismo demonio, era evidente que Christal y Daniel estaban juntos pero por una razón que él desconocía lo estaban ocultando. Quizás Daniel sospechaba de Celeste o de él mismo.
-¡Maldición! como detesto ese idiota que siemprese cruza en mi camino-. _ Pensó David mientras le daba un golpe a su escritorio _.
En ese momento entró Tamara a la oficina con una sonrisa enorme que la caracterizaba a ella.
-¡Hola amor! Veo que has desayunado víboras esta mañana. ¿Qué te ocurre?-
-Tamara no estoy para tus chistes-.
-No era un chiste ¡lo digo enserio! Eres un genio terrible y eso es malo para tu corazón. No quiero quedar viuda estando tan joven-.
-¡No seas estúpida! Aún no estamos casados.
-Lo vamos hacer tan pronto le quitemos la fortuna a tu tío o ¿Me equivoco?-
-Tienes razón. Discúlpame, he tenido un mal día. Recuerda que mañana vuelve mi tío y necesito que empieces con nuestro plan.
-¡Si amor! No te preocupes lo tengo todo planeado-.
La puerta de la oficina volvió a sonar e ingreso Celeste, con un vestido bastante sensual y un poco atrevido. Capaz de dejar sin aliento a cualquier mortal.
-¡Hola tortolitos! ¿Cómo amanecieron?-
-Celeste pensé que no ibas a venir, llevo casi una hora esperándote. Tamara serías tan amable de dejarme a solas con Celeste es que necesito hablar algo con ella. Aquí tienes mi tarjeta de crédito, ve al centro comercial y compra lo que necesites para mañana.
-Okey mi amor nos vemos más tarde. ¡Te quiero mucho!-
Tamara besó a David al despedirse de una forma descarada provocando ira en Celeste quien no la soportaba así fingiera lo contrario. Una vez Tamara salió de la oficina, ella le colocó seguro a la puerta y descolgó el teléfono. Empezó a provocar a David, incitandolo con apasionados besos que los llevaron a terminar haciendo el amor en el escritorio de la oficina, entregándose con el deseo apasionado que fluía en sus encuentros amorosos.
-Cariño no sabía que tu enojo te hacía tan buen amante-.
-Jajaja. ¿De verdad te parece?-
-En efecto no tengo la menor duda. Hoy estuviste mejor que diario-.
-Celeste estoy seguro que Daniel y Christal volvieron pero no quieren decirlo-.
-Sí, me pareció lo mismo. Esos dos se traen algo entre manos-.
-¡Maldición! No les voy a permitir que estén juntos y estropeen mis planes. La voy... a matar, te juro que la prefiero muerta que con el imbécil de mi primo-.
-Cariño ¿estás seguro?-
-Sí. De hecho ya tomé la decisión. ¡De mí nadie se burla!-
-Cariño te felicito es una excelente decisión. No te preocupes yo me encargo de todo para que no tengas remordimientos tardíos y te arrepientas en el último momento-.
-¡Te lo agradezco! Porque no soy un asesino. No se que haria sin ti-.
-Cariño tu yo nos complementamos, créeme que juntos vamos a realizar grandes logros-.
En casa Daniel se encontraba sumido en recuerdos borrosos y confusos que lo tenían al punto de la locura. Trataba a toda costa de recordar el rostro de la mujer que él pensaba había asesinado a violeta, la causante de años vividos en un infierno por sentirse culpable de un crimen no cometido. Sin embargo su mente seguía bloqueada. El teléfono sonó sacándolo de sus pensamientos y evidentemente era Christal.
-¡Hola mi princesa! ¿Cómo están? Te extraño mucho a ti y a mi hermoso bebe.
-¡Estamos bien amor! Me quedé un poco preocupada. Me dijiste que ibas a contarme algo y no lo hiciste-.
-Amor es algo que no me deja tener paz. Te voy a contar: después que desperté del estado de coma he tenido unos recuerdos que vienen a mi mente de la noche que murió Violeta-.
-¿De que se tratan tus recuerdos?-
-No tengo certeza pero estoy casi seguro que alguien le echó algo a mi trago, te juro que no recuerdo haber consumido drogas ese día. Luego veo una mujer que está discutiendo con Violeta, le colocó una almohada en su rostro y ya no recuerdo más, ni siquiera su rostro. Esto es un maldito infierno no estoy seguro si es una alucinación producto de mi estado ó mi cerebro recordó algo que tenía bloqueado-.
-¡Amor! eso es horrible, significa que Violeta la asesinaron y hay una culpable. No creo que sea una alucinación tuya. Debes consultar con un especialista.
-Sí. Eso pienso hacer esta misma semana. Esa es la razón porque te digo que no podemos decir que estamos juntos y menos que vamos a tener un bebé. De ser ciertas mis sospechas lo que me pasó no fue casualidad y tú puedes correr peligro. ¡Me preocupa mucho!-
-Te entiendo mi amor. Lo mantendré en secreto por un par de meses más hasta que me crezca la barriguita-.
-¡Te vas a ver hermosa! Me imagino vestida de novia con tu barriguita-.
-¿Qué has dicho?-
-Que quiero casarme contigo en cuanto termine todo esto. No es la forma correcta de decirlo así que tendrás que esperar mi petición en el momento adecuado. ¡Te amo no imaginas cuanto!-.