Tan Solo Una Noche

El plan de Celeste

David se encontraba en su apartamento con los demonios alborotados dañado todo a su paso sin ninguna compasión. De pronto sonó el celular que fue una de las pocas cosas que se salvó de la destrucción caótica que él llevaba a cabo.

-¡Celeste! ahora  no por favor. No tengo paciencia para soportar  a nadie.

-David no sé qué demonios te pasa pero estoy en tu apartamento y no puedo abrir-.

-¿Qué haces aquí?-

-Necesito hablar contigo ¿estás solo?-

-Si. Pero no te va a gustar,  tengo un poco de desorden.

-No me importa si destruiste tu apartamento, lo que necesito es que abras esa ¡maldita puerta!

- Entendido-.

David le abrió la puerta  a Celeste, quien se sorprendió al ingresar.

-No sabía que pensaras remodelar tu apartamento. Te hubiera recomendado un diseñador de interiores porque déjame decirte que tienes muy mal gusto querido-.

-Celeste no estoy para tus ironías. Si no tienes nada importante que decir es mejor que te largues de una vez-.

-¡Oye! que amargado te encuentras últimamente te va dar un infarto un día de estos. Ademas hoy no pensaba hacerte el amor así que tendrás que bajar tu genio de otra forma-.

David la tomo por la cintura la recostó contra la pared y empezó  a besar su cuello a la vez que deslizaba su mano por la entre pierna alzando su sexi vestido negro que dejaba muy poco a la imaginación hasta llegar al lugar que la hacía explotar de placer.   

Ella aceptó sus caricias con ansiedad, terminó adueñándose de la situación  dominando la ira de David  y sometiéndose con desesperación ante sus propios deseos de placer. 

Como siempre sus encuentros eran solo pasionales y una vez que se saciaban perdía totalmente la magia que los envolvía.  Una vez vestidos nuevamente volvieron a su tema inicial. 

-David  ¡me asquea este lugar! vamos a otra parte-.

-No te desagrada hace unos minutos-.

-Eso ya es pasado !acompáñame!-

-No tendrás pensado violarme o algo así-.

-¡Te das cuenta! el buen sexo mejora tu genio. Lo he dicho-.

-¿Que te hace pensar que me gustó?-

-La forma  tan idiota como me ves-. 

Se fueron  a un bar de los que solía  frecuentar Celeste, estando  allí un poco más calmado David empezó  a contarle el motivo de su ira.

-Ese par de imbéciles están juntos en la casa de campo. Piensan que no me iba a enterar, te das cuenta que nos mintieron-.

-Lo sabía. solo que no soy tan impulsiva como tú. Déjame  actuar y veras quien va a ganar en este juego-.

-Si no actúas rápido van a terminar  por casarse y con un bebé  a bordo.

-Jajaja. No te preocupes que ese asunto ya lo tengo solucionado.

-¿Qué vas hacer?.

-Le voy a enviar un regalito a Christal, cuando esté en la universidad. Unos amiguitos la van a estar esperando en el parqueadero.

-¿No es peligroso? Los pueden descubrir-.

-Son profesionales, solo me han fallado una vez y están en deuda conmigo-.

-¿Fuiste tú la que le hizo el regalito a Daniel?-

-Jajaja. Todo  lo malo que pasa no es mi culpa.

-Eres un demonio, pensé  que Daniel te interesaba-.

-Él no es más que un idiota que sea atrevido  adespreciar me. Suficiente motivo para querer destruirlo-.

El teléfono de David  sonó y él se retiró para atender la llamada. Un poco después regresó diciendo que debía ir al apartamento de Tamara. Ella lo miró con una sonrisa divertida y luego le dijo.

-Pierdes el tiempo con Tamara. Ella no va a seducir a Demetrio- 

-¿Porqué estás tan segura?

-Te voy a decir algo: Demetrio está profundamente enamorado de la tía de Christal, ella es un amor inconcluso de su pasado y estoy casi segura que en este preciso momento deben estar juntos-.

-¿Cómo sabes eso? no tenía conocimiento de ello y Demetrio es mi tío-.

-¡Cariño! no hay una sola cosa que ocurra en la vida de Daniel y Demetrio Rodríguez que yo no me entere-.

-¡Eso es increíble! Nunca lo imaginé. Querida sabes que estoy a punto de comprobar que eres la personificación del demonio en cuerpo de ángel-.

-No creo llegar a tanto! aunque me alagas. No pierdas el tiempo con la tonta de Tamara, deshazte de una vez por todas de ella. Conmigo lo tienes todo!

David partió rumbo al apartamento de Tamara, con las palabras que Celeste le había dicho dando vueltas en su cabeza. No era posible, esto complicaba aún más la situación  que de por sí ya se tornaba abrumadora, de ser cierto mandaría al diablo sus planes con Tamara pues le convenía más estar con Celeste que sin duda era una mujer decidida que no se detenía ante nada ni le temblaba la mano para destruir a cualquiera que estuviera en contra suya.

 

  




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