Tan Solo Una Noche

La felicidad tiene rostro

Daniel  se encontraba feliz en compañía de Christal, él solo imaginar el rostro del bebé lo hacía soñar con un mañana mejor para ambos. Su ángel de ojos azules significaba toda su felicidad, la razón suficiente para salir de aquel abismo oscuro en el que un día cayó preso en busca de escape a su soledad y término esclavo de los vicios. Dejar la vida que llevaba perdida en el licor, las peleas clandestinas y las drogas no le eran para nada fácil. Él había encontrado una persona diferente que llenaba cada espacio de su vida y le daba la fuerza suficiente para hacerlo. 

Daniel  se encontraba  sumergido entre sus pensamientos mientras observaba a Christal profundamente dormida.

-¡Amor qué haces aquí! ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¡Qué vergüenza contigo!-

-Te veía dormir. Sabes realmente te ves hermosa pareces un ángel-.

-Amor tengo el cabello revuelto, estoy desastrosa. !No te burles de mí!-

-Lo digo enserio. Tú eres hermosa-.

Daniel la abrazó  y le dió un beso en su frente. Luego se levantó del borde de la cama y le dijo que debía ir a la ciudad a hacer algo. 

Daniel aun no se había recuperado del todo, pero era un hombre muy necio y se resistía a guardar reposo. Ya en la ciudad fue a buscar un doctor amigo de su padre y le contó todo lo que le estaba ocurriendo, las imágenes y los recuerdos que venían a su mente. El doctor le confirmó que no eran alucinaciones y solía pasar después de un suceso como él que había afrontado. El estado de coma despertó los recuerdos  que su mente había  guardado producto del efecto de un narcótico. Era una realidad a Violeta la habían asesinado, la persona que lo drogó lo hizo a propósito para culpar del homicidio. No hubo tal sobredosis y su padre lo había  engañado todo este tiempo. ¿Qué demonios  ocurrió esa noche y quién era esa mujer? Mil preguntas recorrían su mente que estaba a punto de explotar con tantas preguntas y pocas respuestas. ¿Porque ahora descubre esta realidad? era demasiado tarde y aparte tenía un enemigo que posiblemente era el mismo que lo apuñaló. Por el momento debía hablar con su padre quien debía darle una explicación.

Una vez de regreso en la finca Daniel buscó enseguida a su padre quien se encontraba en la biblioteca organizando unos libros de contabilidad.

-¡Papá tenemos que hablar! y espero que seas sincero sincero-.

-¿Qué te ocurrió hijo por qué estás tan molesto?-

-Estoy cansado  de tus malditos engaños. Que resuelvas mi vida con el dinero a tu maldito antojo. 

- ¿De qué hablas? no te entiendo-.

-¡Hablo de  Violeta! ¿Porqué me mentiste?. Era un sesinato, tú lo manipulaste todo como siempre sueles hacerlo.

-Hijo debes entender que no quería que fueras preso-.

-Ese es tú problema. Nunca has creído en mí. Pensaste que yo la maté  y por eso no permití que descubriera la verdad. Desde niño siempre me viste como un problema, no como tú hijo. ¿Sabes por qué actuaba así? Lo hacía para llamar tu maldita atención.

-Daniel yo se que te he hecho mucho daño. El tiempo no puedo volver atrás pero el presente lo voy a remediar. Vas a ser padre y ruego a Dios no cometas los mismos errores  que yo.

-No la asesine. Ese día alguien me drogó con algo distinto a lo que yo consumía, me llevó al cuarto y la asfixió con una almohada.

-¿Cómo sabes eso?-

-Lo recordé después de salir del estado de coma-.

-Hijo se puede tratar de una alucinación-.

-Acabo de consultar con un doctor y me dijo que suele pasar después de pasar por  un estado de coma, estoy seguro que mis recuerdos son reales. ¡Pero no me sirven para nada!-

-¡Te equivocas! Si eso que me estás diciendo es cierto hay alguien que busca dañar la vida y eso significa que el hecho de que te apuñalaran no fue coincidencia. Tal cual lo pensaba ¡Christal corre peligro!.

-¡Demonios! esa persona no quiere que tenga a nadie en mi vida y la única mujer que me ha amenazado es … ¡Celeste!-

-Tú crees  que ella sea capaz de algo así.

-No lo sé. Me drogó para hacerle creer a Christal que yo la había engañado con ella. Le envió fotos y le inventó un sin número  de mentiras. Aparte David la ayudó a montar su engaño.

- ¿No me digas que sospechas de tu primo?-

- Padre en este momento ya no creo ni en tí-.

-Tendremos que investigar pero no puedes decirlo a nadie y eso incluye a Christal. No sé como pero hay que protegerla.

-¡Maldición! le pueden hacer daño a ella y al bebé por mi culpa. Temo que la involucren en esto y termine cargando con el odio de esa persona. Tengo que comprobar mis sospechas de alguna forma. 

-La única forma es acercándote a Celeste y creo que a Christal no le va agradar y en su estado no te aconsejo que la indispongas porque tú angel se puede transformar en un demonio del inframundo, las mujeres embarazadas suelen ser muy susceptibles-.

-Supongo que sí. Tendré que pensar en algo.

Christal y su tía ya habían  hecho sus maletas y estaban listas para volver a casa, Daniel no quería  separarse de su novia aunque sabía  que Christal al día siguiente tenía clase en la universidad. Como no era conveniente regresar juntos para no levantar sospechas el chófer las trajo  de regreso a casa.




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