Era la mañana del día lunes y Anthony se encontraba con Tamara en su apartamento, había pasado el mejor fin de semana en compañía de la persona menos imaginada.
-Tamara debo ir a la universidad, pero quiero decirte que tu compañía fue lo máximo. Lo que pasó entre los dos fue maravilloso aunque hoy tenga que terminar.
-Anthony no hay razón para complicarnos la vida. Tú más que nadie sabes que no soy la mujer adecuada para tí-.
-Sí eso ya lo sé-
-Tengo algo que hacer y se que no estarías de acuerdo con ello.
-¿Te vas a vengar de David?
-Sí, lo voy a destruir al igual que la zorra de Celeste.
-Te harás daño a tí misma, es mejor perdonar que odiar.
-Lo siento cariño, mi corazón no me da para eso-.
-Tú sabes lo que haces, pero recuerda que lo que pasó entre los dos fue más que una simple aventura. ¡Realmente me gustas mucho!
-Anthony voy a confesarte algo: siempre te he amado en silencio, solo que mi orgullo no me permite aceptarlo. Quizás en el futuro podamos tener algo.
-El tiempo lo dirá, ojalá encuentres lo que buscas y eso te haga feliz-.
Se despidieron con un beso apasionado que los dejó sin aliento a ambos, la química entre ellos era evidente.
Tamara se fue y Anthony partió rumbo a la universidad, no pudo pasar por Christal porque ya era tarde, él la llamó para decirle que se verían en la universidad.
Tamara fue a un lugar que solía frecuentar de niña y reflexionó un poco, pensó que lo más adecuado era hablar con Daniel. Sin duda él le sería de gran ayuda en su plan para destruir ese par de desgraciados. Tomó el teléfono y le marcó a Daniel.
-¡Hola Daniel! Soy Tamara y necesito hablar contigo algo urgente.
-Tamara no quiero ser grosero pero dudo que haya algo que hablar entre los dos-.
-Te equivocas querido. Lo que tengo que decirte es sobre tú primito y la bruja Celeste-.
-¡Está bien! ¿Dónde quieres que nos veamos?.
-En la cafetería que está cerca de la universidad donde estudia Christal-.
-¿Por qué ese lugar?-
-No estoy en la ciudad y sé que tú estás en la casa de campo que no queda tan lejos de aquí, pero si no te gusta escoge el lugar-.
-Está bien, aprovecho y saludo a Christal-.
-Nos vemos al medio día-.'
- Si, perfecto-.
Cuando Daniel llegó, Tamara ya se encontraba en el lugar, él la saludo y sentó aunque tenía desconfianza de aquel encuentro.
-Daniel, te parecerá extraño lo que te voy a decir pero te juro que es cierto-.
-¡Cuentame!-
-David y Celeste están confabulados para destruir a tu padre y a tí. Tiene un plan para hacerlo y casi todas tus desgracias han sido gracias a ellos.
-¿Porqué me dices esto?-
-David es un desgraciado que me usó y luego me desecho como una basura. No le voy a permitir que salga con la suya, al igual que a Celeste-.
-No sé por qué no me asombra nada de esto, ya lo esperaba-.
- Puedo probarte que lo que te digo es cierto-.
-No creo mucho en tus buenas intenciones pero de ser ciertas, ten por seguro que te voy ayudar-.
-Dame una semana y te voy a dar más pruebas de las que imaginas-.
-¡Esta bien! Llámame cuando las tengas y hablamos-.
-Daniel, ¿vas a la universidad?-
-Si ¿porqué?-
-¿Me puedes llevar?-
-Sí, por supuesto vamos-.
Subieron al automóvil pero a pesar de que estaban muy cerca había mucho tráfico y avanzaban poco.
Christal y Anthony salieron de la universidad, Anthony se encontraba muy feliz hecho que a Christal le pareció maravilloso. Caminaron al parqueadero y él la abrazó como acostumbra hacerlo antes, para hacerla poner furiosa. De pronto sintieron un ruido y levantaron la mirada sin Antonhy saltarla aún, dos hombres se acercaban a gran velocidad en una motocicleta, al pasar enfrente de ellos la moto se detuvo y uno de los hombres tenía un arma que apuntó a Christal.
-¡Christal aquí te mandan este regalito!-
Anthony trató de proteger a Christal con su cuerpo, al instante el hombre accionó su arma propinando tres tiros que impactaron los cuerpos de ambos. Los hombres huyeron casi chocando contra el carro de Daniel en la salida del parqueadero, todo se convirtió en un caos, Daniel y Tamara escucharon los tiros y presintieron lo peor. Los estudiantes de la universidad gritaban, mientras otros corrían a ayudarlos en cuanto llegaba la ambulancia y la policía que alguien llamó.
Daniel y Tamara bajaron del automóvil a toda prisa, se abrieron paso entre los jóvenes y profesores que observaban la escena sin hacer nada al respecto.
Daniel se tiró al suelo pero no quiso moverlos, solo descubrió el rostro de Christal y se percató que aún estaban vivos pero ambos estaban inconscientes, el alma volvió a su cuerpo porque imaginó a Christal muerta, las lágrimas corrían por el rostro de Daniel al ver a su angel cubierta en sangre , mientras Tamara abrazaba a Anthony gritando enloquecida de dolor.