Tan Solo Una Noche

¿Quieres casarte conmigo?

Christal reaccionó a la mañana siguiente, aunque se encontraba muy débil. 

Estaba un poco perturbada por lo ocurrido y lo primero que hizo fue preguntar por Anthony pero nadie le dio respuesta alguna. Cuando el doctor entró a revisar, ella le imploró información de su amigo. Le suplicó que fuera sincero porque en el fondo de su corazón ella presentía la realidad. El doctor la miró fijamente y le habló con cara de tristeza. 

-Christal. Antes que todo debes saber que tu estado de salud es delicado. Llevas un bebé en tu vientre que se encuentra luchando para vivir, de tí más que nadie depende que él tenga la oportunidad de nacer. En este momento debes ser fuerte por tu hijo, por esa familia que te está esperando afuera, por ese hombre que tanto te ama y que estoy apunto  de hacerlo sacar antes que me destruya la clínica por no permitirle verte. ¡Tu amigo Anthony falleció! No soporto la cirugía a la que se sometió para extraerle una bala-.

Christal suspiró profundamente y trató de contener el aire en sus pulmones, las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras el doctor le pedía que respirara profundamente. Al poco tiempo se calmó y dio gracias por no ocultarle la verdad. El doctor después de revisar a Christal le permitió a Helena visitarla unos minutos y posteriormente entró Daniel  a la habitación. 

-Princesa ¿cómo te sientes?-

-Un poco débil…  pero estoy bien-

-No sabes toda la angustia que he vivido estas últimas horas. Él le tomó las manos y las besó suavemente, como si acariciara un ángel. Christal guardó silencio, parecía otra persona. Su alegría y la luz de su mirada se opacó con una profunda tristeza. 

-Princesa debo viajar mañana. No quisiera dejarte  sola pero  es algo que no puedo proponer.

-No te preocupes por mí. Estaremos bien-.

-¡Mi princesa! por supuesto que me preocupa tu salud, estaré aquí en la brevedad posible-. 

Luego ingresó a la habitación una enfermera y le pidió  a Daniel que saliera porque había terminado la visita.

Daniel dió gracias a Dios que Christal no le preguntara por Anthony, pero la noto muy diferente quizás era por el traumático momento que le había tocado vivir. Él le recomendó a Helena no dejar sola a Christal, Daniel debía viajar y tenía temor por la salud de ella y el bebé. 

Después de abandonar la clínica Daniel fue a su apartamento, se duchó y revisó su teléfono. Había recibido muchas llamadas, entre ellas un nuevo número desconocido, el que no prestó atención. 

Esa noche no pudo dormir,  no se quedó en la clínica porque no lo permitieron. A la mañana siguiente viajó  a la ciudad natal de Anthony y asistió  a su última despedida.  Los padres de Anthony estaban destrozados, al igual que Tamara. El sepelio fue muy triste y él no pudo contener sus lágrimas a pesar que no era precisamente su amigo. Una vez terminó todo recogió a Tamara y le pidió que la acompañara para traerla de nuevo a la ciudad donde ellos vivían. 

El viaje se tornó muy silencioso. Daniel consideró no conveniente dejarla sola, por lo tanto la llevó a la  casa de su padre donde él también estaba viviendo temporalmente. Una vez allí  ella rompió su silencio.

-Daniel ellos fueron los culpables-.

-Te refiere a David y Celeste. ¿Cómo lo sabes?-

-Es evidente que a quien querían asesinar era realmente a Christal-.

-No creo que David sea capaz de algo  tan cruel-.

-Cuando se trabaja con el demonio, las personas se dejan tentar y eso es exactamente lo que está haciendo David-.

-Celeste no sabes los deseos que tengo de averiguar a mi modo si ese par están involucrados en el atentado-.

-Daniel Déjalo todo en mis manos. Voy a servirte a David en bandeja de plata. ¡Te lo juro! En cambio a Celeste le tengo preparado algo mucho más impactante-.

-Tu mirada me da miedo-.

-Quise ser una buena persona, pero ese par de desgraciados me arrebataron el único hombre que me ha sabido valorar.  No voy a llorar más porque me centraré en mí venganza, no sabes cómo la voy a disfrutar-.

-Cuenta con mi ayuda. Solo que no voy a permitir que te manches las manos con sangre. Lo haremos a mi manera.

Daniel  instaló  a Tamara y luego se fue a su habitación,  llamó a Helena quien le informó que Christal se encontraba bien, aunque estaba muy 

deprimida. Él durmió un poco porque en verdad se encontraba muy cansado y a la mañana siguiente viajó a la clínica para visitar Christal. 

Cuando Christal despertó su habitación estaba llena de rosas rojas. Todas las que los doctores le permitieron ingresar a Daniel porque lo consideraban algo inusual. Daniel se encontraba en la habitación sentado en una silla a un lado de la cama de Christal, él llevaba una camiseta blanca, bluyines y tenis. Era extraño ver lo tan informal pero se veía muy atractivo. 

-Princesa ¿cómo amaneciste hoy? Siento mucho no haberte visitado  ayer-

-¡Te extrañé mucho! ¿Dónde estabas?-

-Con mi padre es algo imprescindible. Estoy aquí y te prometo que no te voy abandonar más.

Él sacó un cofre pequeño  de su bolsillo  y lo depositó en las manos de Christal. Ella lo abrió con la ayuda de él y se sorprendió cuando encontró en su contenido un hermoso  anillo de compromiso con un diamante incrustado. Luego él tomó su mano delicadamente y le dijo.




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