Tan Solo Una Noche

Doble felicidad

Daniel y Christal fueron a ver la casa o más bien la mansión que él le compró como regalo  de bodas. A ella le encantó porque realmente era hermosa, la casa tenía  un jardín con un rosal como ella siempre soñó y nunca pensó tener, el cuarto del bebé  era de ensueño solo faltaba saber su sexo para decorarlo.

En esa casa todo era maravilloso, incluso la decoración estaba a su gusto, sin duda Daniel se había tomado el tiempo para cada detalle.

Christal abrazó a Daniel y lo besó con mucha felicidad porque en ese lugar escribiría su propia historia, una llena  de felicidad en la que no iban a caber los malos recuerdos de un pasado no tan feliz. 

Luego de terminar de ver cada espacio de la casa, fueron juntos a la clínica donde Christal tenía programada una cita médica con el ginecólogo, para ver cómo estaba su bebé. Una vez en el consultorio, a Christal le hicieron una ecografía para determinar el desarrollo y el estado del bebé que se encontraba muy bien para los cuatro meses cumplidos de su embarazo.

-Cómo ven sus bebés se encuentra muy bien _ dijo el ginecólogo muy satisfecho _.

-Qué felicidad doctor, tenía miedo por el sangrado que tuvo Christal _ contestó Daniel _.

-No se preocupen, todo está  muy bien. Cómo se puede observar en la imagen, los bebés tienen un buen desarrollo y también podemos evidenciar que se trata de un niño  y una niña.

-¡Son dos! Santo cielo. Christal vamos a tener dos bebés. No lo puedo creer mi amor _ dijo Daniel muy emocionado _.

-¡Mi amor que felicidad! _ agregó Christal  todavía sin asimilar la noticia _.

-En efecto son dos bebés y me alegra que les agrade la noticia. Los felicito por su hijos, Christal continúa tomando vitaminas, no te sobre esfuerces y nos vemos en un mes-.

-Gracias doctor le aseguro que tendremos en cuenta sus recomendaciones _ confirmó Daniel _.

Ambos salieron felices del consultorio del ginecólogo, sin duda la noticia les encantó aunque no salían de su asombro porque ahora su felicidad era doble, una sorpresa más que les daba el destino. 

Daniel insistía en casarse antes del nacimiento de los bebés, pero Christal no estaba muy segura pues consideraba que ya se notaba su embarazo y le parecía poco apropiado. Además todavía tenían muchos problemas que solucionar y el temor por sus vidas aún estaba latente. Cada vez que ella salía a la calle y sentía una motocicleta le parecía ver a esos hombres y Anthony tendido en el suelo con el pecho ensangrentado.

Por su parte Demetrio y Helena se estaban dedicando a recuperar el tiempo perdido, tantos momentos de soledad que él no quería volver a vivir y sin duda ella estaba dispuesta a compensar con su compañía. Helena se encontraba viviendo los días más gratos de su existencia junto al hombre del que ella se enamoró siendo muy joven y por el cual se había condenado a vivir en soledad hasta el último de su vida. Demetrio era un hombre muy perfeccionista pero al momento de expresar sus sentimientos era un auténtico romántico empedernido, de esos que ya no existen, de los que escriben poemas y dedican canciones de amor. 

Celeste no se encontraba tranquila. En el silencio de su habitación estaba planeando la forma de asesinar a Demetrio si generar sospechas, pero lo que realmente le preocupaba era que en su encuentro con David percató un cambio muy fuerte en él. 

Por alguna razón David se estaba comportando muy extraño los últimos días, su temperamento se le hacía casi insoportable, siempre estaba irritable y tenía un sorprendente cambio en el estado de ánimo repentinamente. Algo andaba mal con él y solo esperaba que esa situación no alterara sus planes de arruinar a Demetrio y ver a Daniel arrastrándose a sus pies. Celeste era hija de un hombre adinerado, pero su ambición y deseo de poder era tan grande que no le importa pasar por encima de otras personas con tal de realizar su objetivo. Después de mucho analizar la situación llegó a la conclusión que lo mejor sería cortar los frenos del automóvil de Demetrio y hacer creer que se trataba de un accidente automovilístico. No le iba hacer para nada fácil acercarse al automóvil de Demetrio pues el ya no trabajaba en la empresa y no tenía ni idea a que se dedicaba en estos últimos días. Por suerte si había un lugar en común que ambos frecuentaban, el club donde eran socios. Celeste pensó que una vez preparado el plan debía ponerlo en marcha cuanto antes y para eso tenía la ficha principal del juego que no era más ni menos que David. Tomó su teléfono y marcó al móvil, pero él no contestó.

-¿Qué demonios le pasa a este idiota? ¿Por qué no contesta su maldito teléfono? Ahora solo me falta que le de por ir a beber licor y consumir más drogas, justo cuando tenemos la fortuna de Demetrio tan cerca y que obtuvo la confianza de él le da por seguir los pasos de su primo Daniel ¡Maldición!-

En efecto David se encontraba en un burdel ahogando su desamor entre copas de licor y drogas, en ese momento a él no le importaba nada. Su obsesión por Christal aumentaba hasta el punto de llevarlo a la locura. Si algo estaba seguro es que jamás le permitiría a Daniel casarse con Christal, si le tocaba matarlo lo haría sin dudarlo. David se sentía culpable por haber cambiado a Christal por Tamara, nunca imaginó que tan solo una noche pudiera cambiar el rumbo de sus vida de una manera tan impresionante. Menos que Christal conocería a su primo Daniel y se fijaría en él a pesar de ser un hombre tan diferente a ella, con un pasado oscuro y un aspecto desagradable.




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