Después de sacar sus emociones, secándose las lágrimas, Nikola volteó hacia atrás, miró a Leo y preguntó:
—¿Nos darás un teletransportador para ir al lugar?
Leo lo observó en silencio. Metió la mano en su bolsillo... y sacó un dispositivo. Se lo lanzó.
—Nikola... te doy este teletransportador... pero solo sirve de vuelta. Así que tendrán que llegar al lugar y luego traer a la gente con este aparato. ¿Entendido?
Nikola lo miró, sonrió y respondió:
—Está bien... ¡los traeré sanos y a salvo!
Dio media vuelta y comenzó su misión de rescate.
Ya en camino, Nikola avanzaba rápido, con emoción por cumplir su objetivo. Solo pensaba en llegar.
—Cuando llegue, ¿qué haré si hay un Tanmi? ¿Y si no hay ningún sobreviviente? Tendré que ir a la siguiente ciudad...
—¡Oye... no eres el único en este viaje! —gritó una voz femenina.
Ignorando el grito, siguió caminando... hasta que un golpe lo detuvo.
—¡¿Quién me golpeó?!
—Fui yo —dijo una chica alta, de piel morena—. Se supone que tú eres nuestro líder y nos dejas atrás como si nada.
Le dio otro golpe.
—Si tú no te encargarás del equipo... ¡Entonces YO seré la nueva líder... Maelys!
El equipo apenas comenzaba y ya se estaba dividiendo.
—Entonces me encargaré del equipo... ¿Sabes qué? Conoceré a cada uno empezando por ella —dijo señalando a Zoe.
—Nikola... señala a otro —dijo Zoe, incómoda.
Nikola apuntó a otro lado, a un chico pequeño de pelo blanco.
—Oye tú... muchacho... dime tu nombre.
—Me llamo Jack... y... creo que Maelys debería ser la líder.
Jack recordaba lo sucedido en la base...
Mientras entrenaba, todo iba bien, hasta que, al final de los días antes de partir, se cruzó con Maelys. Ella revisaba la formación de los equipos.
Jack vio que le había tocado el equipo de exploración 9 junto a:
- Nikola T.
- Zoe A.
- Maelys
- María A.
- Jack
- Caspian
Cuando se reunieron por primera vez, Maelys lo miró directo y le dijo:
—¡Oye, sin importar quién sea el líder, siempre yo lo seré para ti, ¿entendido?!
Jack solo asintió. Y ahora, de vuelta al presente, caminó hacia Maelys.
Nikola preguntó por los demás.
—Me llamo María y yo estoy de tu lado, Nikola —dijo una joven pequeña, tímida, de piel blanca y pelo morado oscuro.
—Me llamo Caspian y yo no voto por nadie. Me da igual quién sea el líder. Mientras pueda tener un ligue u otra cosa que quiera, estaré bien —dijo el rubio, sin más.
Zoe, viendo cómo se dividían, intervino:
—¿Saben qué? Qué importa quién sea el líder. Nuestra misión es explorar y rescatar. Y por lo que veo, ya llevamos diez minutos perdiendo el tiempo. Ya habrán sido asesinadas al menos cinco personas en una ciudad.
—Okey —dijo Nikola, y gritó—: ¡¡A buscar genteeeee!!
Tras horas de caminata, y sin ningún Tanmi a la vista, el grupo empezó a tener hambre.
Cada uno comió por su lado:
Nikola y María.
Maelys y Jack.
Caspian solo.
Zoe hacía guardia.
·
Cuando terminaron, continuaron. Más horas. Más silencio.
Hasta que finalmente vieron una pequeña civilización a lo lejos.
En el suelo... Tanmis tirados por todas partes.
Zoe recogió restos para analizarlos en la base.
Nikola corrió al lugar con esperanza. Pero lo que encontró fue algo que no esperaba.
Al llegar, vieron montones de Tanmis destruidos. Y en medio de la ciudad... un solo hombre, enfrentando a otro Tanmi.
—¡HEY! —gritó Nikola. El hombre no respondió.
Derrotó al último Tanmi, agarró su cuerpo y usó su localizador para atraer a más.
—¿Qué quieren? Tienen poco tiempo antes de que lleguen los otros.
—Estamos buscando sobrevivientes —dijo Zoe acercándose—. Los llevaremos a un lugar seguro para acabar con los Tanmis.
El hombre la malinterpretó. La agarró con fuerza, intentando aplastarle los brazos.
Zoe se liberó y preguntó:
—¿Hay otras personas aparte de ti?
El hombre se quedó en silencio. Luego respondió:
—Soy el único vivo aquí... todos murieron hace tiempo. Soy el único sobreviviente.
—¿Entonces por qué sigues aquí y no te fuiste? Eso hubiera sido lo mejor —dijo Maelys.
El hombre la fulminó con la mirada:
—¿Y eso acaso es de tu incumbencia? ¿Acaso no tienes algo mejor que hacer?
Maelys, furiosa, lo atacó. Pero él la sujetó de la cabeza y la estrelló contra el suelo.
—Veo que no tienes nada mejor que hacer... entonces pelea conmigo antes de que lleguen las demás máquinas.
—¡Acepto! —gritó Maelys.
Entró a una casa a prepararse.
Mientras tanto, el equipo se quedó inmóvil.
—Veo que las chicas quieren el mismo nivel que un hombre... que digo, quieren que el hombre tenga un nivel inferior —dijo Caspian burlón—. Y Maelys, enfrentando a alguien que derrotó a varios Tanmis... qué cosa más graciosa.
Zoe y María lo fulminaron con la mirada.
—Si se enojan es porque saben que es verdad —continuó Caspian.
Zoe le lanzó un golpe. Caspian lo detuvo.
—Una señorita como tú no debe dejarse llevar por palabras así. Deberías ser más sumisa... qué digo, más tranquila, eso te suena mejor.
Zoe temblaba de rabia.
—Sé objetiva y dime... ¿Maelys le puede ganar a ese sujeto? Si un chico y una chica tienen el mismo entrenamiento, la misma condición... ¿quién gana?
Zoe guardó silencio.
—Varias chicas quieren ser mejor que un hombre sin esfuerzo. Las que sí hacen algo son distintas. Pero querer vencer a alguien claramente más fuerte... eso es muy tonto.
—¡Haré que tus palabras cambien! —gritó Maelys, entrando al campo de batalla.
MAELYS VS ¿¿¿???
—Solo digo que uno saldrá vivo. Y cuando digo uno, me refiero a uno, no una - dijo el extraño.
Maelys estalló. Sacó un cuchillo que se transformó en katana.
Corrió directo. Cortó el pecho del enemigo. Nada.