T.A.N.M.I.

CAPÍTULO V

—Siempre gritas... ¿Te has dado cuenta? —dijo Jack mientras se acercaban a él.

Nikola se sintió avergonzado. Solo lo había hecho un par de veces, pero ya parecía irritante para el grupo.

—A mí no me molestan —respondió Zoe con tranquilidad.

Un silencio incómodo se apoderó del ambiente tras sus palabras.

—Gracias por decirlo —respondió Nikola, para luego volver a gritar—:
—¡Entonces... sigamos con nuestro viaje!

El grupo reanudó su camino, dejando atrás la primera ubicación. Las provisiones escaseaban y el trayecto parecía cada vez más extenso.

Jack comenzó a quejarse, diciendo que debió haberse quedado en la base. Maelys le dio un golpe en la cabeza y le recordó que eran el equipo de exploración y recolección. Sin embargo, Caspian los interrumpió:

—Somos los más importantes. Nosotros exploramos y traemos gente para... lo que sea que Leonardo esté planeando.

Intrigada, Maelys preguntó:

—¿Y qué crees que planea exactamente?

—No lo sé. Tal vez quiera formar una civilización... y necesita sobrevivientes —respondió Caspian con indiferencia.

La idea no convenció a Maelys, pero fue suficiente para que no preguntara más.

De repente, Zoe alzó los brazos y detuvo al grupo.

—Hay Tanmis adelante —susurró.

Nikola la miró con extrañeza, como si por un instante hubiera olvidado que ella no era como los demás.

Maelys apartó su brazo y dijo:

—Yo me encargo.

Desenvainó su katana, pero Caspian se adelantó:

—Deja esto a los hombres.

Corrió hacia las máquinas. Furiosa, Maelys lo siguió, no por él, sino por necesidad de descargar su rabia contra algo. No podía golpear a Caspian.

Mientras tanto, Jack y María entablaron una conversación. Ambos se preguntaban por qué no participaban en las peleas.

—¿Cuándo dejaremos de ser inútiles? —preguntó María.

Nikola escuchó y se acercó:

—Nadie es inútil aquí —afirmó, dedicándole una sonrisa a Zoe.

Ella lo miró brevemente y desvió la mirada.
Nikola no entendió el gesto, pero mantuvo su ánimo:

—¡Vamos allá! —gritó, uniéndose a la pelea.
Zoe, María y Jack se quedaron atrás.

Una vez eliminados los Tanmis, continuaron su viaje.

—¿Por qué recién ahora aparecen? —preguntó María.

—Porque Darek los atraía a su ciudad —respondió Maelys—. Él los destruía antes de que se esparcieran. Ahora, sin él, retoman posiciones.

Jack, intrigado, se acercó a los restos de las máquinas y comenzó a recolectar piezas.

—¿Qué haces? —preguntó María.

—Algo... —respondió él fríamente.

Entendiendo su intención, María le pidió que se apresurara.

Mientras tanto, Maelys, Caspian y Zoe conversaban. Caspian preguntó:

—¿Salías con Nikola antes de todo esto?

—No —respondió Zoe con firmeza.

Maelys intervino:

—Lo parece... se protegen mutuamente.

—Entonces... si no sales con él, podrías salir conmigo —dijo Caspian con descaro.

Zoe se alejó tres pasos:

—No me conoces. Y no creo que quieras hacerlo... No soy como ustedes.

Maelys, al ver la expresión de Zoe, empujó a Caspian para estar a su lado. En ese momento, Nikola llegó con los demás.

Él comenzó a hablar con Zoe sobre qué harían después de "salvar el mundo".
Maelys entendió que debía dejarlos solos. Mientras se alejaba con los demás, detectó la presencia de nuevos Tanmi.

Zoe y Nikola seguían caminando, hasta que fueron atacados. Nikola protegió a Zoe y perdió nuevo brazo en el intento.
Ella quedó paralizada. No entendía por qué él la defendía... especialmente después de lo que había ocurrido en su ciudad.

Nikola continuó luchando hasta desplomarse. Zoe, al ver que aún quedaban enemigos, decidió protegerlo.
Y lo hizo, hasta que su energía se agotó.

Los demás, al presenciar la escena, corrieron a rescatarlos. Maelys cubrió la retirada. Corrieron hasta hallar una ciudad intacta, donde se ocultaron en un edificio.

Allí, Nikola despertó. Vio a todos a su alrededor, y luego, a Zoe acostada a su lado, inconsciente. Estaba en un sueño profundo.

De pronto, comenzaron a escuchar una voz que se acercaba, cantando:

—My... lovely... city...

El miedo se apoderó de ellos. Intentaron despertar a Zoe, pero fue inútil.

En su sueño, Zoe vio a otras catorce figuras como ella, y una voz que decía:

—Ustedes serán la clave... cuando el mundo esté perdido y llegue aquel día.

Todo le resultaba extrañamente familiar. Luego, vio a Nikola, destrozado y siendo reconstruido con partes de Tanmis.

No podía creerlo.

Mientras tanto, la voz seguía acercándose:

—Is destroyed... No one... can save it... My lovely...

Los chicos decidieron moverse a otra casa, llevando a Zoe.
Nikola intentaba despertarla:

—Despierta, Zoe...

Ella escuchaba su voz en el sueño, pero la ignoraba. Tenía que entender qué era ese lugar.
Avanzó y vio quince cápsulas. Una estaba rota:
Z03-4lv4.

Entonces lo comprendió:
Ella era uno de los experimentos. Un prototipo.

Recordaba haber huido de la ciudad de Nikola, pero no sabía de dónde exactamente. Solo sabía que vivía... y que era...
No pudo completar sus pensamientos. Despertó.

Al abrir los ojos, vio a Nikola a punto de darle respiración boca a boca.

Sin pensarlo, le dio un puñetazo.
Nikola cayó al suelo.

Los demás rieron; habían sido ellos quienes le sugirieron hacerlo.
La risa cesó al escucharse de nuevo la canción:

—No one can save them...

Cargaron a Zoe y huyeron.
Una vez a salvo, comenzaron a planear cómo explorar la ciudad en busca de recursos o sobrevivientes.

Decidieron separarse:

Nikola buscaría sobrevivientes.

Caspian iría por su cuenta, con otros intereses.

Jack y María, juntos, para ayudarse.

Maelys y Zoe buscarían provisiones.

Nikola solo halló huesos.
Caspian, cuerpos sin vida, incluso en prostíbulos.
Jack y María, lo mismo.



#256 en Ciencia ficción
#2335 en Otros
#190 en Aventura

En el texto hay: distopia, robots y humanos, reclutamiento

Editado: 29.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.