Tarnished Hero

Prefacio

Dedicado a toda persona que
se aventuró hasta esta parte de la historia.
Nunca serán suficientes palabras para agradecerte el apoyo.

También, dedicado a todos aquellos que
deciden aventurarse en el tempestuoso
mundo de la docencia y no se arrepiente de su decisión.
Colega, estoy contigo, yo también amo la pedagogía.

Mujeres, todas, nuestras voces serán escuchadas;
que la fantasía sea el primer acercamiento
de la realidad que se vendrá pronto.

 

"Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo sin una revolución... Revolución no es sino el pensamiento llevado a la acción" —E. Goldman.

 

Estados Unidos quedó con una sensación incómoda luego de las palabras del presidente, sin embargo, esa no era la única noticia que se haría llegar a la nación. Dos semanas antes de iniciar las clases, cuando me encontraba de vacaciones en Malibú, un grito por parte de Derrick me alertó a tal punto que tuve que salirme rápido de la piscina y, envuelta en mi toalla roja, entrar a la habitación de hotel en la que nos estábamos quedando mi madre, él y yo.

Un especial de noticiero estaba iniciando. Mi hermano, al igual que yo, estaba mojado, pero su atención estaba puesta únicamente en la televisión, mientras que mi madre cubría su boca con su mano izquierda.

Titular: “HABLA RICHARD SILVER, RECTOR DE PEDAGOGICAL”.

Apareció él, luego de una larga introducción, o de especulaciones de periodistas: un hombre bien vestido con un traje azul oscuro, su cabello blanquecino que parecía tener reflejos plateados apareció en escena, los flashes de las cámaras no se hicieron esperar. Su expresión de cansancio se hacía notar a través de los ojos rodeados de una pigmentación oscura la cual daba a entender una considerable falta de sueño, y, bueno, su inconfundible aspecto cadavérico. Richard Silver arregló su corbata roja —interesante elección de colores— y, desde el podio con la insignia de Pedagogical, comenzó a hablar.

Ciudadanos de América. Me dirijo a ustedes en esta ocasión para comunicarles el plan a seguir en torno a la seguridad que se comenzará a implementar en las universidades. Como simple rector, me tomo el atrevimiento de ser yo quien lo comunique, sin embargo, todo tiene una razón de ser.

La forma en la que Silver comenzó a hablar demostraba autoridad. Intentaba imponerse como la figura política de máximo poder.

Todos los que vivimos en este precioso y prestigioso país conocemos la situación por la que está pasando un establecimiento universitario en específico, y cómo esa idea se ha difundido entre las otras universidades. Yo como rector de dicha universidad, me hago totalmente responsable de ello —continuó, pero se tomó un segundo para suspirar agotado—. El descontento en el estado ha sido tanto que me he visto en la obligación de atender la urgente llamada del gobernador Young, con quien, en una larga reunión de casi ocho horas, establecimos un programa de seguridad que se implementará de manera inmediata cuando inicien las clases en las universidades, para todos los estados que nombraré a continuación. Cabe añadir que la reunión fue coordinada con los rectores de las otras universidades, el plan ha sido presentado y aprobado por todos, incluso, por el mismo presidente, Alphonse Johnson —en ese momento, Silver miró a la cámara y, adoptando una postura desafiante, siguió hablando—. Los estados que estarán bajo el estricto programa de seguridad son: California, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Georgia, Idaho, Illinois, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Oklahoma, Rhode Island, Utah y Washington. Si bien solo aplicará en dieciséis estados del país, no significa que, en un futuro y si estas organizaciones terroristas con ideología evidentemente comunista no se detienen, tengamos que aplicar este programa de seguridad en los cincuenta estados; eso, confirmado por el mismo presidente, quien emitirá un comunicado al respecto, considerando que, en este momento, se encuentra en una gira presidencial.

Los flashes no se detenían, y la tensión en mi espalda se hacía más y más fuerte. Las gotas que caían por mi frente podrían ser restos del agua de la piscina, o bien, mi propio sudor por el nerviosismo que me estaba provocando ese anuncio.

Sin ánimos de querer seguir importunando su tranquila tarde de verano, me despido de todos ustedes, ciudadanos de Estados Unidos de América. Yo, como rector de US Pedagogical, me haré responsable de que este plan de seguridad de cumpla. Quiero que mis palabras queden grabadas en todos los que estén presenciando en este momento, y en los artículos que salgan posteriormente en los portales de prensa: En Pedagogical nos encargaremos de zanjar este problema de raíz, y pediremos las máximas penas de la ley para todos aquellos que resulten responsables de este levantamiento indeseado.

Sentí la mirada de mi madre y la de mi hermano. El teléfono de mi mamá no se hizo esperar, y una llamada de Cornelia fue recibida. Si bien estaba consciente de que estaba existiendo, no sentía que estuviese viviendo el momento. Derrick no me decía nada, pero tal parece que esperaba que yo dijese algo.

Sabía que esto iba a pasar, todos los sabíamos, no éramos ilusos. Salí de la habitación y volví a la piscina donde, de un chapuzón, intenté hundirme en la parte de mayor profundidad. Bajo el agua, a pesar de haber estado solo diez segundos, hice lo mejor de mí para poder relajarme.

No me iba a rendir ni me dejaría intimidar. Si el plan de todos era hacer una persecución, pues bien, Underclass Hero estaba logrando su cometido; ya no era el momento para echarse para atrás.

Vamos a actuar. Salí a tomar aire y miré al cielo despejado que ya comenzaba a mostrar matices anaranjados. Los cambios se van a lograr, sea del modo que sean. Este año, mi tercer año en la universidad, mostraría a la verdadera Pandora Thurman.




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