Tarnished Hero

Capítulo XII

"I smile because I think of you and I blush"

Cuando terminé mi primera clase el día lunes, e iba camino a la cafetería porque me moría por un jugo o algo dulce, pude ver a Andy y Megan conversando. Ella se veía tranquila, hasta le dedicaba una pequeña sonrisa, mientras que él, con los brazos cruzados, parecía estar contándole algo.

—¿Qué pasa? —me preguntó Caitlyn, quien había accedido a acompañarme.

—Nada —respondí rápido—, nada importante. Vayamos por comida antes de que tengamos que volver a la próxima clase.

No sé si Andy me vio o no, sin embargo, cuando estaba terminando de comprar mi jugo de frambuesa, me llegó un mensaje, pero, como estaba con Caitlyn, no quise leerlo hasta que estuviese, de alguna manera, libre para poder leerlo sin faltarle al respecto a quien me estaba haciendo compañía.

Al volver a pasar por donde vi a Andy y Megan, noté que ninguno de los dos estaba en ese lugar. Por más que quise encontrar a Andy, no pude divisarlo. Y al entrar a clases, saqué mi móvil mientras esperábamos a que el señor Wilson entrara a dar la clase. El mensaje que me había llegado era de Andy.

Andy – 09:39am

“Hablé con Megan. Todo está conversado y cerrado”

¿Cerrado? ¿Qué quiere decir con eso?

Pandora – 09:47am

“¿Qué quieres decir con eso?”

—Buenos días, clase —dijo el señor Wilson al ingresar al salón—. Hoy tenemos la evaluación de Federico García Lorca, así que guarden sus celulares para poder comenzar con el examen.

Antes de hacer caso a la orden del señor Wilson, pude ver el mensaje que Andy me envió en respuesta.

Andy – 09:47am

“Estoy disponible para tener una nueva relación”

Tuve unas ansias enormes de responderle, sin embargo, no quería retrasar mi evaluación, para la cual me preparé bebiendo sangría con mi abuela, la que me ayudó un poco más al hablarme de cómo percibía ella, como auténtica española, a tan magnífico autor.

Rendí mi evaluación, solo tres míseras preguntas que esperaban una respuesta digna de una erudita en lengua y literatura española, di mi mayor esfuerzo en poder redactar y, cuando terminé, pude salir del salón. Fui la primera de mi grupo de amigas en terminar, así que aproveché la instancia para poder responderle a Andy, sin embargo…

—¿Ya estás libre? Ni siquiera son las once.

Él estaba vestido formal, nuevamente, con su cabello atado en un pequeño bollo, su camisa blanca abotonada y unos pantalones negros que iban bastante bien con sus zapatos lustrados; cuando lo vi con Megan, solo me fijé en su rostro y en su largo abrigo negro, el cual, ahora, tenía desabotonado. Al apreciar mi atuendo, unos jeans grises y un hoodie negro, porque ya estaba haciendo bastante frío, pensé en cómo me vestiría para poder dar clases.

—¿Qué haces vestido así?

—Yo hice una pregunta antes.

—Tenía examen, ya lo terminé. Ahora respóndeme, Blackburn, ¿por qué estás vestido tan formal?

—Debo ir al colegio donde hice mi pasantía, tengo una reunión. Voy a conocer mi calificación. De hecho, ahora estoy esperando a Lee para poder irnos juntos.

—Vale.

—¿Solo eso me dirás? —preguntó acercándose un poco más a mí.

Yo estaba sentada en una de las bancas, bajo el árbol, esperando a que mis amigas salieran. Andy estaba de pie, pero luego de decirme aquello, se sentó a mi lado y yo terminé girándome para poder verlo directamente.

—¿Por qué dices eso? —pregunté yo.

—No has respondido a mi mensaje.

—Pues estaba en eso cuando llegaste.

—Vale, en ese caso, prefiero escuchar la respuesta directamente de tu boca.

Desvié un poco la mirada y cubrí mi boca. Intenté no sonreír, y creo que tuve éxito, sin embargo, las mariposas que sentí en mi estómago estaban lejos de irse en ese momento. Miré a Andy, él sonreía un poco, pero estaba esperando por mi respuesta, en sus ojos se notaba el interés y la curiosidad por saber el contenido de la misma.

—Aprecio mucho que me avises que estás dispuesto para tener una relación, Blackburn —dije—, pero quisiera saber, entonces, ¿hablaste con Megan sobre eso? ¿Sobre nosotros?

—Sí, también le hablé sobre lo que ella y yo tuvimos. Según ella misma, va a comunicarse contigo, en algún momento, para poder decirte unas cosas. Si te falta al respecto, de nuevo, prométeme que me vas a avisar.

—¿Crees que eso pueda ocurrir?

—Espero que no. La última vez, en tu cumpleaños, se suponía que ella había entendido perfectamente por qué habíamos terminado, si es que se le podía decir de esa manera.

—Ah…

—Y ya vimos lo que sucedió.

Andy llevó una mano a su nuca y la masajeó lentamente. Parecía incómodo y podía darme cuenta de que la situación le incomodaba.

—Eso ya pasó —respondí con seguridad—. Nos podemos enfocar en otras cosas por ahora.

—Ah, ¿sí? ¿Y en qué cosas?

Sé lo que estás haciendo, Andy, pero no me vas a pillar tan desprevenida.

—No puedo darte una respuesta en este momento.

—Pero ibas a decir algo.

—Puede ser.

—Quizás tenga que repetir lo que te dije antes.

—No es necesario.

—Estoy disponible para tener una relación seria.

Apreté mis labios para suprimir una sonrisa, porque bien sabía que Andy me estaba diciendo esto con un propósito, y era que pudiésemos formalizar algo.

—Ahora no es prudente —le respondí luego de un profundo suspiro—. Todavía no podemos salir, tenemos que esperar un poco.

Pero su reacción fue diferente a lo que esperaba. De alguna u otra manera, tuve recuerdos de cuando, hace dos años, él se me declaró y yo lo rechacé, porque todavía no arreglaba mis problemas personales. Ese día está grabado en mi mente y en mi corazón, y durante todo este tiempo, cada vez que lo recordaba, me dolía como si me estuviesen clavando puñaladas, era una forma de castigo por haber sido tan estúpida en ese tiempo. Sin embargo, Andy, en esta ocasión, estaba sonriendo, arrugó un poco su nariz, no pude evitar pensar que se veía algo tierno, a pesar de esa apariencia tan seria y fría que siempre traía.




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