"Life isn't pretty, we all get a little wrecked sometimes"
El sábado tuvimos que reunirnos en la fraternidad. Primero, debíamos ponernos de acuerdo con la manifestación del día miércoles; en segundo lugar, Valentine insistía en formar parte de la reunión porque le había asegurado a Mandy que encontró a dos profesores que, en el debido momento, nos podrían servir de ayuda.
—¿Se comunicaron con las otras universidades de California? —pregunté a Beth y Danielle.
—Sí —respondió Danielle—, están a la espera de las órdenes concretas, pero se unen a las manifestaciones.
—Lo mismo pasa con Utah —añade Beth.
—Perfecto —dijo Mandy—, entonces les enviamos las instrucciones. Es una manifestación bastante simple, pero espero que podamos hacer ruido.
—Si se unen más universidades, definitivamente haremos ruido —dijo Andy.
—Entonces solo nos quedaría decirles las especificaciones y la hora local —señaló Lee, quien estaba tomando notas.
—Sería bueno enviar esa información luego de que nos reunamos con Valentine —dijo Mandy y me miró—. ¿Viene en camino?
—Se supone.
Mandy asintió ante mi respuesta y se giró hacia Lee, quien estaba a su lado, pero luego pasó a ver a Phillip.
—¿Taylor se ha comunicado contigo?
Y antes de que él pudiera responder, Taylor aparece en la sala con dos bolsas negras.
—¿Preguntaba por mí, presidenta?
Dejó las bolsas sobre el sofá y procedió a tomar asiento junto a Wilson, quedando así en frente de mí.
—¿No viste a Valentine? —preguntó Andy—. Según le dijo a Mandy, vendría hoy. Pero ya se ha pasado de la hora.
—Afuera no había nadie esperando a entrar —aseguró Taylor y se dirigió a Mandy—. Quizás deberías llamarlo.
Mandy asintió y sacó su móvil. Ella salió de la sala y Phillip se ofreció a preparar una bebida caliente, considerando que estaba bastante frío el ambiente, a pesar de la cantidad de gente que había en la fraternidad.
Al cabo de media hora, el móvil de Mandy suena, Lee se levanta y abre la puerta. Gran sorpresa nos llevamos todos los de Español al ver que, detrás de Valentine, el señor Harris y el señor Louis hacían aparición y entraban en la fraternidad de UH.
En mi opinión, no habían cambiado mucho desde que los vi, en mi primer año de universidad, sin embargo, algo había diferente en ellos, y no, no era la singular alianza que llevaba cada uno en su mano izquierda.
—He traído conmigo a Joseph y Edward para que puedan hablar directamente con ustedes —dijo Valentine luego de que tomaran asiento en la mesa que era lo suficientemente espaciosa para todos los presentes en ese momento.
Joseph, el señor Harris, reparó en mí y en Mandy, luego pasó a ver a Andy, Lee y Taylor. Edward, el señor Louis, por otra parte, ya había hecho eso y sí, me di cuenta de que nos había reconocido. Pero ninguno dijo una palabra al respecto.
—¿Ustedes son UH? —preguntó Joseph, a lo que Mandy se puso de pie.
—Somos nosotros. Yo soy la líder actual: Akarui Hotaru. Mandy Campbell, para servirles.
Mandy me miró y, con un gesto con la cabeza, me ordenó que me presentara.
—Soy la vicepresidenta: Monakeu nabi —respondí a la petición de mi amiga—. Pandora Thurman.
Ambos asintieron y nos saludaron, luego de eso tomamos asiento y dimos inicio a la reunión, siendo Valentine el que explicara el motivo de esta intervención.
—Los profesores acá presentes fueron difíciles de contactar, pero desde que me enteré de sus despidos supe que algo tendrían que decirnos sobre Pedagogical —dijo Valentine.
—Más que solo de Pedagogical —dijo Joseph—. El problema en general es el sistema educativo de este país. Y nosotros, como exestudiantes de la universidad y, por supuesto, profesores en ejercicio, no podemos permitirnos quedar ajenos.
—¿Ustedes sabían de UH? —preguntó Lee.
—Por supuesto —dijo Louis—. No conocíamos a los miembros, pero sí que existían. Nunca fueron un problema para nosotros, los que estábamos de acuerdo. Se sentía que, gracias a ellos, podríamos tener algo de voz dentro de la universidad sin, necesariamente, tener que ser nosotros los que diéramos la cara —suspiró un poco y miró a Joseph—. Es raro, lo sé, sueno cobarde.
—Para nada —intervino Mandy—, creo que el propósito de UH siempre ha sido el mantener viva las inquietudes de los estudiantes, bajo el anonimato para resguardar la seguridad.
—Se supone que esos son los principios que se establecieron en su origen —respondió Edward—. De todas formas, siempre hemos sabido de la existencia de UH, reconocimos a ciertos estudiantes en determinados momentos, pero la verdad es que nunca fuimos tan valientes como para unirnos. En mi caso, así como pasó con Joe, sentía la necesidad de esconderme para no arriesgar el cupo que, en su momento, me costó la vida.
Todos, en silencio, escuchamos las declaraciones de Joseph y Edward. Nos enteramos del seguimiento que les hicieron, sobre cómo tuvieron que ocultar sus vidas privadas y que, al final, de nada sirviera porque fueron desvinculados de manera arbitraria.
—Entonces, ¿simplemente los despidieron y ya? —preguntó Andy, completamente confundido.
—Sí —respondió Edward—. No es como si tuviéramos opción, después de todo estábamos a merced de lo que dictaminara el directorio.
—¿Jones los despidió? —preguntó Taylor.
—No es una decisión que tome solo el director de la facultad —aseguró Joseph—. Esto es de los mandamases, de más arriba.
—¿El rector? —pregunté.
—Sí, de él.
Ante la seguridad de Joseph, Mandy y yo intercambiamos miradas. ¿Quién era el rector de Pedagogical antes de Silver? No lo recordaba muy bien, no tenía exactitud. Sé que era un hombre, pero su nombre, realmente, no me era familiar. Al menos no en ese momento.