Tashiro Kuma y los Vengadores de la Noche

Cap 00_El Origen de la Tragedia

En una noche lluviosa de verano en el año 2006, las calles de Shimizu, Shizuoka, brillaban bajo la luz tenue de las farolas. En una modesta casa en el Distrito de Shimizu, la familia Kuma llevaba una vida sencilla pero llena de amor y esfuerzo. Kenjiro, el padre de familia, había estado desempleado durante meses, luchando con la incertidumbre de encontrar un nuevo trabajo. Su esposa, Hye-Jin, de ascendencia coreana, trabajaba arduamente como camarera en un restaurante local para sostener a la familia, pero su salario apenas alcanzaba para cubrir los gastos básicos.
Aquella noche, mientras la tormenta azotaba el exterior, los hijos de la pareja, Kurokawa y Tashiro, jugaban animadamente en el cálido salón de la casa. Kurokawa, un niño de nueve años con una madurez que sorprendía a muchos, cuidaba amorosamente de su hermano menor, Tashiro, de apenas seis años y lleno de energía y curiosidad.

¡Mira, Kuro! —.Exclamó Tashiro, sosteniendo un muñeco de acción con una capa roja hecha de papel.—¡Es el héroe más fuerte del universo!.
Kurokawa sonrió y movió su propio muñeco, un robot plateado, hacia el de su hermano.
—Pues mi robot puede volar y lanzar rayos láser—.Le dijo Kurokawa, siguiendole el juego.—¡Cuidado, héroe!.

—Es hora de ir a la cama, niños—.Anunció Hye-Jin con suavidad, secándose las manos en un trapo de cocina.

Tashiro, con sus grandes ojos brillantes, miró a su madre con una petición silenciosa en su mirada.
—¿Podemos quedarnos un poquito más, mamá?...Por fiiii...—.Le preguntó Tashiro, con la esperanza de prolongar el tiempo de juego.
Hye-Jin suspiró, consciente de lo cansados que estaban todos y de la importancia del descanso.

—Está bien...Solo un poquito más, pero mañana tienes que levantarte temprano para la escuela, ¿de acuerdo?—.Le dijo su madre, con tono algo serio pero con una pequeña sonrisa.

—No te preocupes, mamá...Yo me encargaré de que Shiro se acueste en cuanto terminemos—.Le dijo Kurokawa, sonriéndo.
¡Sí! —.Gritó Tashiro, saltando de alegría y corriendo hacia las escaleras para ir a su habitación.—¡Vamos, Kuro!...¡Rápido!.
Kurokawa se rió ante la impaciencia de su hermano y se levantó con cuidado.
¡Ya voy, ya voy!...Y no corras por las escaleras, podrías caerte—.Le dijo Kurokawa, riéndose un poco.
Hye-jin los observó subir, su sonrisa se desvaneció lentamente mientras sus pensamientos parecían controlarla y preocuparla.
Se dirigió a la ventana y miró la tormenta afuera, el sonido de los truenos resonaba en la distancia. El relámpago iluminó brevemente el jardín, revelando las gotas de lluvia que caían pesadamente. Una sensación de inquietud se instaló en su pecho, pero intentó descartarla.

***

Tashiro entró corriendo a su habitación, su rostro iluminado por la emoción, y miró a su hermano mayor con una sonrisa amplia.
—¿A qué vamos a jugar, Kuro?...¿Eh, eh?—.Le preguntó Tashiro, apenas conteniendo su entusiasmo.
—Vamos a jugar al escondite, pero solo dentro de la habitación, ¿de acuerdo?...Así terminaremos más rápido y mamá no se enfadará—.Respondió Kuro con paciencia, intentando que Tashiro se calmara.
Tashiro asintió rápidamente, su sonrisa tan amplia que parecía iluminar la habitación.

¡Yo me escondo primero!—.Exclamó Tashiro sin perder un segundo.

—De acuerdo, pero escóndete rápido —.Dijo Kurokawa, con una sonrisa mientras se tapaba los ojos.
Tashiro comenzó a buscar un lugar donde esconderse. Después de un momento de indecisión, decidió meterse debajo de la manta de su cama, dejando sus pies asomar por un lado.

¡Uno, dos, tres... !—.Contaba Kurokawa, mientras Tashiro se ocultaba con dificultad bajo la manta, apenas conteniendo su risa.

Con cada número que Kuro decía, la emoción de Tashiro crecía.

¡Y diez!...¡Voy a encontrarte! —.Anunció Kurokawa, comenzando su búsqueda.
Al empezar a buscar, Kurokawa dejó escapar una risa al ver el bulto obvio en la cama de Tashiro.

—Mmm...¿Dónde estará Shiro? —.Se preguntó Kurokawa en voz alta, fingiendo no haberlo visto.—¿Estará...en el Armario?...Mmm...Pues no...
Tashiro se rió un poco acurrucado en la manta, convencido de que su escondite era perfecto. Justo en ese momento, un trueno ensordecedor resonó en el exterior, haciendo temblar las ventanas. Tashiro salió de su escondite y corrió hacia los brazos de su hermano, temblando y sollozando.

¡Kuro!—.Gritó Tashiro, lanzándose a los brazos de Kurokawa.

Kurokawa abrazó a su hermano menor con ternura, sintiendo su corazón llenarse de compasión.

—Shhh, Shiro, está bien...No debes tener miedo de los truenos....Es solo el Dios Raijin tocando sus tambores Taiko—.Murmuró Kuro tranquilizadoramente, acariciando el cabello de Tashiro para calmarlo.—No pueden hacernos daño.
Tashiro se aferró más fuerte a Kurokawa, su respiración agitada comenzando a calmarse lentamente.

—¿De verdad, Kuro?—.Le preguntó Tashiro con voz temblorosa.
Kurokawa asintió, una sonrisa cálida curvando sus labios.

—De verdad...Raijin solo está haciendo música para la tormenta...No permitas que te asuste—.Le aseguró Kuro, sintiendo cómo la tensión de Tashiro comenzaba a ceder bajo sus palabras reconfortantes.
Tashiro, aún tembloroso, miró a su hermano mayor con ojos grandes y llenos de admiración.

—¿Puedo...quedarme a dormir contigo?—.Le preguntó Tashiro con voz suave, buscando consuelo en la presencia tranquilizadora de su hermano.
Kurokawa sonrió cálidamente, comprendiendo la necesidad de Tashiro de sentirse seguro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.