Tashiro Kuma y los Vengadores de la Noche

Cap 08_En el Punto de Mira

En el refugio, tras terminar su entrenamiento, Tashiro, Haru e Ikuko se reunieron en el área principal del refugio. Takai, con una actitud de cuidado y dedicación, se centró en curar el chichón de Tashiro. Mientras le aplicaba el ungüento, notó que Tashiro estaba visiblemente preocupado y triste.
—¿Qué te pasa?—.Le preguntó Takai, observando a Tashiro con una expresión de preocupación.
Tashiro, sin mirarle directamente y con la cabeza baja, respondió con un tono cargado de desánimo.
—Esos hombres...dijeron que Mazatake está "cuidando" a mi hermano como si fuera un hijo... Pero yo sé que lo tiene esclavizado...Obligándolo a trabajar para la Yakuza—.Respondió Tashiro, con voz temblorosa.—Mi hermano está sufriendo, y no puedo hacer nada para ayudarlo.
—Encontraremos a tu hermano...Lo sacaremos de las garras de la Yakuza, te lo prometo, pero antes de eso, necesitas seguir entrenando...Necesitas ser fuerte y estar preparado para enfrentarte a ellos—.Le dijo Takai, con tono comprensivo mientras continuaba aplicándole el tratamiento.—Y cuando estés preparado le demostrarás a Mazatake que ya no eres el niño de seis años que conoció...Que ahora eres un joven de 24 años, decidido a vengar y honrar a tu familia como le prometió a tu hermano mayor.

Tashiro asintió lentamente, sintiendo el peso de las palabras de Takai, y comprendió que su camino hacia la venganza y la justicia requería más preparación y fortaleza.

—Gracias señor Sotan—.Le dijo Tashiro, sonriendo un poco.

—Así se habla...Pero tampóco te obsesiones con los entrenamientos, ¿vale?...No queremos que te lesiones—.Le dijo Takai, sonriendo.
Takai sonrió levemente, satisfecho con la respuesta de Tashiro, y concluyó el tratamiento del chichón, dándole una palmada en el hombro como signo de aliento y confianza en su determinación.

Luego se dirigió hacia Haru e Ikuko, que estaba reunido en el salón del refugio, preparándose para la siguiente fase del entrenamiento.
—¿Ya tienen todo lo necesario para ir a practicar con armas de fuego?—.Les preguntó Takai, mirando a Haru, Ikuko y Tashiro con una mezcla de interés y profesionalismo.
¡Sí, ya tenemos todo listo!...Mira, traje todo lo necesario: munición, protectores...y hasta unas botellas de agua para mantenernos muy bien hidratados—.Respondió enseguida Haru, mostrando su mochila con entusiasmo.
—¿Dónde vamos a entrenar exactamente?—.Preguntó Tahsiro, aún con el rostro un poco preocupado.
—Vamos a un lugar apartado y poco frecuentado en Shizuoka, conocido como el "Campo de Tiro de Fukuroi"... Es una antigua instalación militar abandonada en las afueras de la ciudad—.Les informó Takai, con una expresión de seguridad en su rostro.—Apenas recibe visitantes, y es ideal para entrenar sin riesgo de que nos interrumpan...Además, la instalación cuenta con una sala de tiro que podemos usar para practicar con armas de fuego de manera segura.
—Eso suena perfecto...Al menos no tendremos que preocuparnos de que alguien nos vea o nos interrumpa—.Dijo Ikuko, suspirando.
Haru, emocionado por la perspectiva de practicar con armas, se preparó rápidamente. Se notaba que estaba ansioso por mejorar sus habilidades.
—¡Genial!
...No puedo esperar para empezar—.Dijo Haru, muy contento y nervioso.
Mientras el grupo se preparaba para salir hacia el Campo de Tiro de Fukuroi, Kaori bajó apresuradamente por las escaleras desde la segunda planta del refugio. Su rostro reflejaba preocupación y determinación.
—Señor Sotan, ¿puedo quedarme con Naka?—.Le preguntó Kaori, con un tono de preocupación en su voz.—No quiero dejarle solo con esa herida aún abierta.
Takai, que estaba revisando el equipo y organizando las cosas antes de partir, se detuvo al escuchar la solicitud. Miró a Kaori con una expresión de consideración.
—Claro—.Asintió, mientras continuaba revisando las mochilas.—Pero quiero que me mantengas informado de cualquier ruido extraño fuera del refugio y también del estado de Naka...Es importante que estés atenta a cualquier cambio.
—Lo haré, no se preocupe—.Asintió Kaori con determinación, aliviada por la respuesta positiva.
—Y no te olvides de que cuando regresemos, también tendrás que recibir entrenamiento con armas de fuego...Es fundamental que estés preparada para que no ocurra lo mismo de esta mañana—.Agregó Takai, sonriendo un poco.
Kaori, un poco sorprendida pero aún decidida, aceptó sin dudar.

—Perfecto...Tenéd cuidado—.Les dijo Kaori, sonriendo.

—Tú tranquila y centrate en que ese cabeza hueca no se levante de la cama—.Le dijo Haru, colocándose su mochila.

—Bien, comprodad que lo tenéis todo y vámonos—.Les dijo Takai.

Takai, Haru, Ikuko y Tashiro terminaron de recoger sus cosas, asegurándose de que todo estuviera listo para el entrenamiento.
El grupo salió del refugio con cautela, asegurándose de que no hubiera presencia de hombres de la Yakuza en los alrededores. Su objetivo era no levantar sospechas mientras se dirigían hacia el coche, que Takai había aparcado a una distancia considerable del callejón que llevaba al refugio. Tras abordar el vehículo, Takai encendió el motor y comenzaron su trayecto hacia el Campo de Tiro de Fukuroi.
Mientras el coche se alejaba, en una esquina cercana, un coche negro con vidrios oscuros estaba estacionado discretamente. Dentro del vehículo, dos hombres vestidos de negro, claramente asociados con la Yakuza, observaban el movimiento del grupo. Uno de ellos, con un teléfono móvil en la mano, se comunicó con alguien a través de una llamada.

—Hemos localizado a cuatro miembros del grupo, entre ellos el hombre...Podemos proceder con el plan—.Dijo uno de los hombres, su tono grave y profesional.

***




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