Tashiro Kuma y los Vengadores de la Noche

Cap 11_El Sacrificio Silencioso

En el sótano del edificio, donde las sombras parecían haberse apoderado de cada rincón, Takai se encontraba en una de las celdas del lúgubre recinto. El único resplandor provenía de las luces intermitentes del pasillo, que apenas iluminaban el espacio y ofrecían un leve consuelo en la oscuridad abrumadora.
Takai, preocupado y frustrado, se paseaba por la celda intentando encontrar alguna salida. Su mente estaba en constante agitación, pensando en cómo podría alertar a Haru y al resto del grupo sobre el inminente peligro que Mazatake representaba. Sin éxito, se sentó en una cama rudimentaria, sintiéndose impotente y desesperado.

—Maldita séa...Tiene que haber una manera de salir de aquí...—.Murmuró Takai, llevándose las manos a la cabeza.
De repente, el sonido de pasos se acercó a la puerta de su celda. Un chico joven, de unos 27 años, apareció con una bandeja de comida. La expresión del chico era monótona y apagada, como si estuviera atrapado en una rutina sin fin. Su ojo izquierdo era blanco, como si hubiera perdido la visión en ese ojo.
El chico, sin hacer contacto visual con Takai, dejó la bandeja en el suelo frente a la celda y se preparaba para irse.

—El amo no quiere que mueras de hambre —.Le dijo de manera monótona.
Al ver el ojo del chico, Takai se estremeció. Recordó lo que Tashiro había mencionado sobre el golpe que su hermano había recibido en el ojo izquierdo antes de ser secuestrado. Un rayo de esperanza iluminó su mente.
—¡Espera!
—.Gritó Takai, corriendo hacia la puerta de la celda.—¿Te llamas Kurokawa...Kurokawa Kuma?.
El chico se detuvo en seco, girándose ligeramente hacia la celda, pero sin mirar a Takai.
—No tengo nombre—.Le respondió sin emociones.
¡No, tú eres Kurokawa!—.Insistió Takai, con urgencia en su voz.—Sé que hiciste un trato con Mazatake a cambio de la vida de Tashiro.
El chico se giró un poco más, mostrando su perfil. Su expresión cambió a una mezcla de confusión y temor.
—¿Cómo conoces a Shiro? —.Le preguntó con cautela.
—Tashiro está con un grupo rebelde llamado los Vengadores de la Noche, liderado por mi hijo, Haru—.Le rxplicó Takai.—Mazatake está planeando ir a buscarles para atraparlos y destruirlos....Tienes que ayudarme a escapar para que pueda ir con ellos y avisarles.
Kurokawa, ahora visiblemente perturbado, volvió a darle la espalda a Takai.
—No puedo hacer nada...El trato me prohíbe acercarme o nombrar a mi hermano en lo que me queda de vida—.Le dijo.—Si "el amo" descubre que he hablado de él...me matará.
¡Escúchame Kuro!...Yo te protegeré y te ayudaré a escapar de la Yakuza, te lo prometo...No dejaré que te hagan daño y te llevaré de nuevo con tu hermano...Pero tienes que confiar en mí...Tienes que ayudarme a salir de aquí para salvar a Tashiro, a mi hijo y a los demás...—.Le dijo Takai, intentando convencerle.
De repente, el ruido ensordecedor de la puerta del sótano se abrió con fuerza. Mazatake apareció en la entrada, avanzando con una presencia intimidante. Kurokawa bajó la mirada, visiblemente asustado.
—Así que ya conoces a mi "hijo", Kurokawa—.Le dijo Mazatake a Takai, con una sonrisa malévola.
—Este chico no es tu hijo...Solo lo separaste de su verdadera familia para que te sirviera—.Respondió Takai con desdén, lleno de ira.
Mazatake se rió con desdén y acercó a Kurokawa, rodeándole los hombros con un brazo paternal. Kurokawa se encogió, claramente asustado.

—¿Eres mi hijo, Kuro? —.Le preguntó Mazatake con voz suave y amenazante.

—Sí, amo...—.Asintió Kurokawa con miedo, sin atreverse a mirar a Mazatake.

—Si vuelves a hablar con los prisioneros o a nombrar a tu hermano, te castigaré nuevamente....¿Entendido?—.Le susurró Mazatake al oído con malicia.

—Sí, amo...—.Asintió Kurokawa con el rostro pálido, temblando.

—Bien...Ahora ve a tu habitación y prepárate para la misión—.Le ordenó Mazatake con frialdad.

Kurokawa se dio la vuelta y salió rápidamente de la celda, su miedo palpable en cada paso. Mazatake observó su partida con una sonrisa cruel antes de volver a centrar su atención en Takai, quien lo miraba con odio y preocupación.

Mazatake, aún con esa sonrisa cruel en su rostro, se acercó a la celda de Takai con una actitud relajada, como si la situación fuera un juego para él. Takai, enfadado y frustrado por la situación, no pudo contener su furia al ver la indiferencia de Mazatake.
—¿De qué misión estás hablando?—.Le exigió Takai, tratando de mantener la calma, pero la rabia era evidente en su voz.—¿Qué piensas hacer con él?.
—Ah, eso es un secreto, Sotan...Solo puedo decirte que Kurokawa tiene un papel muy importante en los próximos eventos—.Le respondió Mazatake con calma, con un brillo malicioso en sus ojos.
La mención de Kurokawa hizo que Takai se enfureciera aún más. No solo estaba preocupado por el destino de su hijo, de Tashiro y los demás, sino que ahora Mazatake parecía jugar con él, manteniéndole en la oscuridad sobre los planes que incluían a Kurokawa.
—¡¿Qué has planeado?!
—.Le gritó Takai, tratando de no perder el control.—¡¿Qué es tan importante para que le obligues a hacer a esto?!.
Mazatake se echó a reír, disfrutando claramente del sufrimiento de Takai. Se enderezó y cruzó los brazos, observando al prisionero con un aire de satisfacción maliciosa.
—Lamentablemente para ti, Sotan, eso es algo que tendrás que averiguar por ti mismo—.Le dijo Mazatake, sonriendo con maldad.—Kurokawa ha sido muy útil para mí...Yo mismo le he entrenado para este momento... Y su misión será crucial para los planes que tengo en marcha...Así que si tienes alguna esperanza de salvar a tu hijo o de evitar lo que está por venir, te sugiero que dejes de hacer preguntas y te concentres en cómo salir de aquí...Aunque dudo mucho que puedas.
Takai, con el rostro tenso y la mandíbula apretada, sintió una oleada de impotencia y desesperación. La actitud de Mazatake era completamente desafiante, y la revelación de que Kurokawa tenía un papel crucial solo aumentaba su preocupación por lo que pudiera estar en juego.
—No dejaré que destruyas lo que queda de mi familia ni que uses a ese pobre chico para tus propios fines—.Le dijo Takai con voz temblorosa pero llena de determinación.
Mazatake lo miró con desdén y se acercó a la puerta de la celda.
—Disfruta de tu tiempo en el encierro, Sotan—.Le dijo Mazatake, para luego alejarse hacia la puerta del sótano.—Te sugiero que te prepares para lo que está por venir, porque las sorpresas no han hecho más que comenzar.
Con una última sonrisa maliciosa, Mazatake salió del sótano, dejando a Takai solo con sus pensamientos. La puerta se cerró con un estruendoso clic, y el sonido del candado al caer resonó en la celda, marcando el inicio de un tiempo de incertidumbre y miedo para Takai.
Solo, en la penumbra, Takai se sentó en la cama, con la mente agitada y el corazón acelerado. Sabía que debía encontrar una forma de escapar y advertir a Haru y al resto del grupo sobre el inminente peligro, mientras se preguntaba cómo podría salvar a Kurokawa y evitar que Mazatake llevara a cabo sus siniestros planes.




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