PROLOGO

Desde el inicio de los tiempos, los humanos nos hemos dedicado a crear y creer en  supersticiones, historias, monstruos, fábulas, leyendas y demás.

Unos buenos y otros malos.

 Mi madre era una de esas, creía que cada persona sea buena o mala, tenía algo a lo que ella llamaba Ángeles guardianes; seres de una belleza indescriptible, con alas en su espalda para surcar los cielos, con una voz celestial que te traía una paz inmensa y te llenaba de seguridad.

Recuerdo las veces que me contaba sobre como conoció ella a su Ángel guardan. Me contaba que la salvaba de las múltiples veces que estaba en peligro; las veces que calmaba sus ansiedades con una dulce melodía; como la cubría del frío con sus grandes y acogedoras alas.

Me contó que simplemente llego en el momento en el que más necesitaba a alguien; y además de darle solo protección, le dio amor, seguridad y confianza; le dio un refugio bajo sus alas.

-    ¿Pero en dónde está ahora mamá?

-     Mi ángel, se fue, se fue cuando pude encontrar todo lo que el medio en alguien más. Él sabía que yo ahora estaba en buenas manos, así que me dejo cuando supo que ya no lo necesitaría.

-    Pero aun así no me dejo sola, ya que me dejo a tu padre y a los años te concebí a ti.

-   ¿Yo…? ¿Yo también tendré a alguien así?

Esa fue la pregunta,que me hice constantemente a lo largo de toda mi infancia, hasta que con el tiempo descubrí que solo era una superstición más; una simple historia inventada por los mismos humanos.

Después de tantos años esperando a mi supuesto ángel; el cual nunca llego.

Es como el amor, te cuentan historias de una persona a la que amaras de todas las formas posibles; te engañan con el cuento de que es tu alma gemela y al final esa misma persona te traiciona, te engaña, te rompe mil pedazos.

Y es a las malas que aprendes que las historias que te contaban era solo eso; historias inventadas para que el humano tenga algo en que creer y luego aprovecharse de eso mismo para dañarte.

 Que todo es parte de una fantasía.

Y es así como a las malas aprendes que el amor no es más que una forma distinta de sufrir. Una simple fantasía que nunca fue real, que nunca paso, un simple capricho del humano para hacerse creer que alguien llegara y los salvara de su triste, patética y miserable vida; les traerá una falsa felicida, hasta que se les dé la gana de darse de cuenta que solo se están atando a algo falso, algo que nunca paso.

Yo… Aprendí eso de la peor forma, mi madre, la cual solía hablar de alguien que la protege; termino muerta por un ladrón, y entonces¿Dónde estaba el maldito ángel para protegerla?

Donde estuvo mi ángel para protegerme cuando lo necesite.

Me enamoré de la persona equivocada, y confundí su cariño con amor. Aprendí que no todos te aman, que no todos los que dicen ser buenos lo son, que todo solo fue una maldita fantasía que mi subconsciente se creó para hacerse pensar que nunca estaría solo, que nunca me lastimarían.

Solo terminé:

Sin madre.

Sin padre.

Sin amor.

Y con un trauma.