CAPITULO 7
“Se acorta la distancia entre tu y yo, nuestras respiraciones se acercan aún más”
Después de aquella noche la confianza entre Ian y yo creció aún más, algo que la verdad me alegra, después de haberme mostrado su significativa escultura.
He escuchado alguna vez sobre algo llamado “destinados”, es aquella pareja con la que compartes un lazo incluso desde su vida pasada, un lazo que los mantiene unidos incluso desde la distancia. Es tanto su poder y su valor que cuando lo vez por primera vez, tu alma lo reconoce, tu corazón le vuelve a pertenecer, tu alma reconoce a aquel con el que compartiste una vida y un destino.
No importa si apenas lo vez, ya que al momento en el que sus ojos y sus miradas se conectan…es…es como si lo conocieras de toda una vida, es como una suave y acogedora brisa acariciara cada fibra de tu cuerpo en una cálida tarde verano, es tan hermoso aquel sentimiento. Como un hermoso ocaso, cuando se acarician el sol y luna en un majestuoso y a la vez peligroso eclipse.
Como una llovizna en pleno día soleado, formando un encantador arcoíris, como la esperanza de encontrar un gran tesoro al final del camino.
Mágico.
Increíble.
Emocionante.
Aterrador.
Una gran avalancha de emociones; no creería en eso, no, hasta que lo conocí, hasta que quería ser todo lo que me era posible por él. Hasta que le permití inconscientemente usarme a su antojo, con tal de que no me deje, su presencia era la formula, el plano que necesitaba para poder hacer mis alas de metal y volar.
-Me gusta alguien…no…estoy enamorada de alguien y quiero estar con el -Mis manos temblaban y un nudo se formaba en mi garganta, mis cuatro hermanos estaban en frente de mi-
-Y? – pregunto Min-ji-
-Y padre quiere que me case con el hijo de los Shim, yo…por primera vez, quiero hacer algo por mi…ustedes no tienen nada que perder, y yo- aquella interrupción hizo palpitar a mi corazón y no de felicidad, era miedo, temor-
-No creí que llegarías tan lejos Park Nabi, no me digas que estas tratando de dejarle a tus hermanos lo que es tu responsabilidad
-Es que- su voz, su voz en estos momentos hacia temblar mi voz y mi pobre alma-
-Que bajo has caído, tus hermanos ya tienen una vida y yo ya te dije que la tuya era casarte…Para esto te crie, para que dejaras tus responsabilidades a alguien más. Niña mal-agradecida - y esa fue la gota que derramo el baso-
- ¿Mal-agradecida? ¿Dices mal-agradecida? Padre, todo este tiempo he hecho todo, TODO, lo que me has pedido, he cumplido tus órdenes y…HE DEJADO MI VERDADERA VIDA, LO QUE VERDADERAMENTE ANHELO, HE DEJADO MI LIVERTAD POR CUMPLIR UNO A UNO TUS CAPRICHOS…he cortado mis alas para que las convirtieras en tu adquisición. - Mi respiración era irregular, mis manos temblaban cada vez más y mi pecho dolía-
- TE HE DADO UNA VIDA PARK NABI
-NO, ESTA NO ES MI VIDA, ESTO…ESTO NO ES LO QUIERO PARA MI VIDA, soy la única de mis hermanos mayores que ha cumplido al derecho y al revés tus estúpidas reglas, mientras ellos tienen una verdadera vida yo…yo tuve-mis lagrimas caían y acariciaban mi rostro, y voz me abandonaba- me prohibiste la libertad, me prohibiste vivir.
-POR PRIMERA VEZ EN MI VIDA, QUIERO HACER ALGO POR MI, QUIERO SER FELIZ Y TU…tu sigues pensando en ti-aprete mis manos en puños, después de aquel comentario Sali de aquel lugar y me dirige hacia mi apartamento-
Después de un rato de viaje y de haber tratado de calmar mis emociones, ante el intento de evitar explotar aquello que llevaba guardado; introduje la clave de la cerradura escuchando aquel característico sonido de la puerta al abrirse.
Una música reconfortante se escuchaba en la sala de estar, me quite mis zapatos, cuando llegue a la sala de estar; una imagen tan hermosa y acogedora, un rostro lleno de pasión y curiosidad, unas pequeñas pero notables manchas de pintura y una suave música clásica. Sus ojos azules como una hermosa piedra, un hermoso zircón azul, aquellas hermosas piedras se cruzaron conmigo haciendo estremecer mi cuerpo y acelerar mi corazón.
-No entiendo, la otra vez me mostraste una escultura, y ahora haces una pintura. ¿A qué te dedicas? -pregunte recargando un poco mi cuerpo en la entrada, cruce mis brazos y espere ansiosa una respuesta-
-Umm, pintura, mi fuerte es la escultura, pero cuando vine aquí quise intentar otra cosa…aparte, esa escultura es la ultima que hare, quise hacer una antes de empezar.
-Ya veo… ¿ya comiste algo?
-No-dijo sumergiendo su pincel en agua-
- ¿Llevas toda la tarde hay? -el asintió- salgamos un rato
-¿A dónde?
-Conozco un lugar, una cafetería -el me miro, duro un pequeño tiempo, al parecer pensando en una respuesta, tal vez un pequeño debate en si ir o no-
-Esta bien- dijo recogiendo todos sus materiales para luego subir a la habitación-
La música era el adorno principal del lugar, tonos cafés y negros, toques de madera combinados, después de un par de risas y cómodas conversaciones decidimos caminar, estaba anocheciendo, la cálida brisa arropaba nuestros cuerpos y sus caricias hacían teñir nuestras mejillas de un hermoso color carmesí.