Adir, con todas las experiencias y cosas nuevas por aprender, había terminado siendo un tanto introvertida y reservada. Pasaba la mayor parte de su tiempo estudiando en la biblioteca de la universidad o trabajando en proyectos personales en el living. A pesar de ser muy inteligente y talentosa, le costaba socializar y disfrutar de las actividades típicas de la vida universitaria, y esto incluía las fiestas.
Por otro lado, Aziz, a pesar de ser muy similar a Adir, quería que ella experimentara todos los aspectos de la vida universitaria, incluyendo la parte más extrovertida.
Adir aún no estaba convencida, pero Aziz no se rindió. Sabía que tenía que encontrar la manera de hacer que Adir se sintiera cómoda y emocionada por la idea de asistir a la fiesta.
Con una sonrisa en el rostro, Aziz se acercó a Adir y dijo: —Mira, Adir, esta no es una fiesta cualquiera. Es una fiesta temática de disfraces. Puedes usar cualquier cosa que quieras...
Este comentario intrigó a Adir, que no se había percatado de ese detalle. —Bueno, los disfraces suenan interesantes. Supongo que podría darle una oportunidad.
Juntos, Adir y Aziz comenzaron a planear sus atuendos y disfraces. Aziz se esforzó por asegurarse de que Adir se sintiera emocionada y preparada para la fiesta. Finalmente, eligieron disfraces que combinaban perfectamente. Adir iba a vestirse con su atuendo demoníaco natural, complementando su estilo con la elección de su ropa.
Elegir los disfraces los hizo sentir como si estuvieran en una película, y no precisamente una de las que se veían en la televisión, sino una superproducción de cine. El entusiasmo de Aziz era contagioso, y Adir comenzó a emocionarse por la fiesta.
El viernes por la noche, Adir y Aziz llegaron a la fiesta de disfraces. Al principio, Adir se sintió un poco abrumada por el volumen de la música y la multitud, pero al quedarse en el jardín, comenzó a acostumbrarse al ambiente festivo.
Aziz se acercó a Adir y le preguntó: —¿Estás lista?
Adir asintió y respondió: —Sí, creo que sí. Ya estoy calmada
Aziz sonrió y luego le preguntó: —¿Cómo te sientes?
Adir se tomó un momento para reflexionar sobre su atuendo y luego respondió: —Es algo extraño andar con mis cuernos y cola afuera. Se siente como si estuviera desnuda, a pesar de que estoy con el disfraz.
Aziz rio y le dijo: —Te entiendo.
Adir lo miró con curiosidad y preguntó: —¿Cómo me entiendes? ¿Alguna vez has andado desnudo por la calle?
Aziz río aún más y respondió: —No, me refiero a cuando vas a una nueva experiencia.
Adir asintió con una sonrisa y dijo: —Ya veo, bueno, así no me siento tan sola.
Aziz acarició suavemente su mejilla y le dijo: —Qué cosas dices, nunca te dejaría sola, aunque tampoco lo puedo hacer.
Adir sonrió ante su gesto cariñoso y le dijo: —Oye, eso último sobraba.
Ambos rieron y, tomados de la mano, entraron juntos a la fiesta, listos para disfrutar de una experiencia completamente nueva y emocionante. La música, las luces y la diversión los envolvieron mientras se sumergían en la vida universitaria de una manera que Adir nunca había imaginado.
Adir miraba a su alrededor, observando a los estudiantes con disfraces extravagantes mientras la música llenaba el aire.
Editado: 01.09.2025