Aziz

Me estaba devolviendo de hacer las compras con Adir conversando sobre las materias de la universidad y de que vallamos este fin de mes a ver a mi familia para presentarla como oficialmente mi pareja.

Pero cuando llegamos a la casa me llego una llamada de un numero desconocido a pesar de que no suelo contestar estos números porque son generalmente de empresas haciendo promociones lo tenía que contestar por que puede suceder alguna situación donde mi abuela o hermana les pase algo y me llamen de otro teléfono.

No obstante, esta fue una situación extraña ya que me llego junto con la llamada un mensaje con una fotografía y era de mi hermana secuestrada.

La tensión en el aire era palpable mientras Aziz y Adir procesaban la angustiosa llamada que habían recibido. Aziz, con el corazón latiendo con fuerza, se esforzaba por mantener la calma mientras trataba de entender la situación y descifrar cómo resolverla.

• ¿Sí? —respondió Aziz con voz temblorosa.
• ¡Hermano! —la voz de Alicia, llena de miedo, llegó al otro lado de la línea.
• ¡Alicia! ¿Dónde estás? —Aziz preguntó con urgencia, el alivio de escuchar la voz de su hermana se mezclaba con la preocupación.
• No lo sé, solo me han dicho que no me mueva, ¡ah! —Alicia dio un grito súbito que hizo que Aziz se pusiera aún más ansioso. —¡Hermano!
• ¿Alicia? —Aziz intentó obtener más información, pero la llamada se cortó abruptamente.
• Hola joven del video, soy yo al que le quitaste el brazo —una voz desconocida habló al otro lado de la línea, enviando escalofríos por la espalda de Aziz. —¿Aziz, ¿verdad? —el hombre continuó, provocando una expresión de asombro en el rostro de Aziz. Parecía que su adversario sabía más de lo que Aziz había imaginado. —¿Pensabas que estaba muerto?
• No puede ser —decía sorprendido de que siguiera vivo.
• Aziz, ¿verdad?, que poco cuidadoso eres…, ¿Pensabas que estaba muerto?
• Espera, Alicia no tiene nada que ver con esto. ¿Dónde está Alicia? —Aziz preguntó con determinación, sin perder más tiempo en discusiones.
• Por eso he venido, quiero que sigas mis instrucciones. No puedo aceptar el regalo que me ofreciste el otro día.
• Entonces, ¿dónde estás? ¿Quieres acabar con esto, no es así? —Aziz instó, tratando de mantener a su hermana a salvo.
• Muy bien, ¿Qué te parece si jugamos al escondite? —la voz del hombre sonó siniestra. —Tienes tres horas de límite. Debes encontrarme dentro de la ciudad.

Aziz asintió, dispuesto a seguir las instrucciones para salvar a su hermana.

• Ah, Aziz, no deberías haber activado tu poder desde tan lejos. Si te hubieras acercado un poco más, me habrías matado. —La voz del hombre tenía un tono mordaz. —Pero, afortunadamente, los médicos de este país son muy buenos, todo gracias a ellos. Al final, como siempre, has sido muy ingenuo. Por eso tu hermana… está en esta situación, está en peligro, está en una posición muy peligrosa.
• Espera, haré lo que dices, pero suelta a Alicia —Aziz suplicó, su voz quebrándose por la preocupación.
• ¿No es demasiado cruel para ser un juego? —decía Alicia extrañada.
• ¿Mmm?
• Si intentas hacerle daño a mi hermano, no te lo perdonare.
• Jajaja, eres increíble, hermanitos …

El hombre en el otro extremo de la línea cortó la comunicación, dejando a Aziz con una mezcla de miedo, ira y determinación. Sabía que enfrentaba una carrera contrarreloj para encontrar a su hermana y detener a este hombre que parecía estar un paso por delante en este siniestro juego del gato y el ratón. Aziz estaba decidido a hacer todo lo que estuviera en su poder para mantener a salvo a su hermana y poner fin a esta pesadilla.

Aziz se encontraba en una situación desesperada mientras se dirigía a toda prisa hacia la ubicación que el secuestrador le había indicado. Con el tiempo corriendo en su contra y la vida de su hermana en juego, sentía la presión aumentar con cada minuto que pasaba. La noche había caído sobre la ciudad, añadiendo un aura de misterio y peligro a la situación.

Mientras avanzaba por las calles vacías, intentando llegar al destino lo más rápido posible, fue que luego de un rato recibí una llamada de Jim de que, igual que a mí también habían secuestrado a Chloe, y no entendía porque esto incluyo a Chloe y lo más raro que como sabían de ella, lo que estaba pasando era muy raro para ser una coincidencia así que supuse que era la misma persona detrás de todo esto.

Luego de contarle mi situación a Jim nos dividimos para abarcar más terreno, pero sin importar cuanto nos moviéramos, cuanto rato activara mi poder no encontraba al secuestrador y se estaba acabando el tiempo y así empezó a sonar mi teléfono era el número del secuestrador no sabría si esto era un milagro o una desgracia.

• Aziz, como veo que te está costando mucho encontrarme…te voy a dar una hora más de tiempo extra.
• Mierda, ¿es que nota que me estoy agobiando, que puedo hacer, si me puede ver cómo me siento debe estar en algún lugar cercano?

De inmediato llame a Jim para decirle lo que había descubierto y distribuirnos el terreno, pero a pesar de saberlo no podía llegar a ninguna pista, pero entonces Adir se dio cuenta de unas cámaras que siempre se giraban cuando nosotros nos movíamos así que para asegurarnos que era así, la destruimos y justo entonces recibimos una llamada.

• Muy bien jajaja, parece que lo lograron a tiempo.
• Maldito deja ir a Alicia.
• No tan rápido, tienes 30 minutos para llegar a donde te voy a indicar, ahí está la dirección de mi escondiste si llegas un minuto tarde tendré que matar a Alicia.
• hey ese no era el trato —pero antes de poder acabar de hablar el secuestrador había cortado la llamada.