Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 5

Bryony

Llevó más de cuatro canciones bailadas con Frederick, estoy segura de que ya han pasado más de los quince minutos que le di de prorroga a Alexa, pero no quiero irme, realmente la estoy pasando bien ¡sí que sabe bailar! Y lo mejor de todo, es que no me trata con el falso protocolo que muchos de los que conozco quieren emplear para alardear de lo que sencillamente no tienen, justo cuando va a terminar la canción, siento unos toquecitos en mi hombro, volteo y veo a mi gran y retrasada súper amiga, ella está por demás emocionada de verme bailando, se le nota.

Me salgo de la pista, llevando a Frederick detrás de mí, debo devolverlo a su puesto de trabajo, ya lo entretuve mucho y no quiero que de verdad tenga problemas por mi culpa, ahora es donde me cuestiono ¿porque simplemente no baile con algunos de los chicos que vinieron exclusivamente a eso?

—Bueno Frederick, fue un total placer bailar contigo— digo mirando sus ojos, negros metálicos — ¿Cuánto me saldrán tus honorarios? en caso de que por mi culpa te quiten una noche de tu sueldo.

Él pone una falsa cara de preocupación — ¡Te saldrá muy caro!— afirma con la cabeza —Podría incluso costarme mi trabajo, pero yo no soy exigente... Me conformo con una foto contigo— me sorprende, porque por un momento pensé que era jugando, pero no está hablando en serio — ¡Por lo menos, una donde salgamos los dos juntos!

De la misma forma que lo hizo el hace unos minutos, saque mi celular, solo que esta vez la foto no salió directo a él, me acerque a su rostro y sonriendo le dije — ¡Sonríe guapo!— accione la cámara, hice un selfie para luego guardar mi celular —Me dijiste que te conformabas con una foto, lo que no dijiste fue quien la iba a tomar— hable coqueta mientras le guiñaba el ojo, no pude hacer más nada a parte de reírme al ver su cara —Vale Frederick, vuelve a tu trabajo y sírvenos algo de tomar por favor.

Le hice señas a Alexa para que se acercara completamente.

Su mirada inquisidora y su sonrisa era de esas que sabes que después del espectáculo, venia un interrogatorio profundo —te presentó a Frederick.

>>ella es Alexa, la culpable de que tuvieras que dejar tu puesto de trabajo para bailar conmigo.

Él la mira serio, realmente serio — ¿porque no te tardaste más?— pregunta — ¡interrumpiste mi baile con esta bella y hermosa mujer!— protesta como un niño pequeño, me sentí entre halagada y tímida y no pude evitar sonrojarme completamente.

Claro y Alexa nunca podría dejar pasar una — ¡Hay que tierna! se nos sonrojo la niña— se burló señalando mis mejillas, luego a su burla siguió la de Frederick, yo solo pude ponerme lo más sería que pude para que vieran que no me gustaba ser la diana de sus dardos bromistas, me reí de ellos cuando pensaron que de verdad estaba molesta.

En Euphoria, cada vez estaba habían más personas dentro, por lo que requerían toda la colaboración de su personal, incluyendo a Frederick —Bueno señoritas, me despido de ustedes debo seguir trabajando ¡Realmente fue un placer!— dijo esto último viéndome a mi antes de marcharse.

Alexa a la que conocía perfectamente y sabía que estaba muerta de la curiosidad, no pudo aguantar más y pregunto — ¿cómo terminaste bailando con ese bombón?

Le conté el resumen de lo que hice desde que llegue y la esperaba, sonreía como el gato que se comió al ratón, yo sabía lo que pensaba, pero bailar con un hombre no significaba sexo, matrimonio e hijos...

Ella pidió más tragos —Bueno, vinimos a embriagarnos, así que ya nos estamos tardando.

 

[...]

 

Eran las dos de la mañana y ya sentía los efectos del alcohol en mi sistema, me dolían mis pies enormemente y quería irme, Alexa estaba mucho más achispada que yo, por eso le propuse marcharnos, aceptó sin dudarlo, ninguna estábamos en condición de conducir por lo que nos tocó llamar a Frank, para que viniera por nosotras, claro el cómo todo un exagerado pensó que había sido víctima del exorcista y necesitaba rescate.

— ¿Dónde estás?— fue lo primero que pregunto al contestar — ¿Estás bien?— volvió a preguntar alzando un poco la voz — ¿Porque me llamas a estas hora?— grita esta vez — ¡responde Bryony!— Bramo esto último algo desesperado.

Dios mío como quiere que le responda si no me deja hablar...

— ¡Estoy en Euphoria!  ¡Estoy bien! ¡Te llamo porque estoy algo ebria y no puedo conducir así! E imposible responderte si no me dejas hablar— respondí cada una de sus preguntas en el mismo orden en el que él las pronuncio.

—En diez estoy contigo— y colgó.

Salimos a tomar un poco de aire fresco mientras esperábamos, Alexa pasaría la noche en mi casa, antes de salir escanee el lugar con la mirada esperando encontrar a Frederick, pero no lo vi más, nos acercamos al aparca coches y entonces el mismo chico al que le permití dar un vuelta venía en mi dirección con una enorme sonrisa en su cara.

Sorprendiéndome, me cargo y me dio varias vueltas en el aire — ¡veo que lo disfrutaste!— digo una vez me baja.

— ¡Dios! señorita muchas gracias, nunca me vi en mi vida manejando un auto así.

Sonreí en respuesta y le di su propina, minutos después vimos estacionar una camioneta blindada justo en frente de nosotras, si no lo conocieron me habría asustado, pero sabía de sobra que era Frank, Roberto bajo de la camioneta y le di las llaves de mi auto para que él lo llevara a casa, mientras nosotras nos montamos con Frank, de camino a casa no podía dejar de pensar en él y en lo realmente atractivo que era, nos bajamos de la camioneta y subimos directo cada una a su habitación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.