Chanel
Estoy tan feliz, jamás pensé que al venir aquí con Frederick por trabajo tuviera semejante oportunidad.
¡Por Dios! Es París...
La felicidad no me cabe en el cuerpo, quiero gritar, reír, llorar y brincar todo al mismo tiempo; no sé cómo controlar todo lo que siento justo en este momento y es porque mi vida a partir de este instante dio un cambio radical, no importa si decidiera no ir, y declinar el regalo de Bryony, todo se debe a ella, el simple hecho de saber que ella se tomó la molestia de ayudarme a cumplir mis sueños me hace darme cuenta de lo buena chica que es.
Sé que Frederick hubiera dado su vida entera por darme esto, pero sé que para él es mucho más difícil, agradezco tanto todo lo que él ha hecho por mí desde niños que soy incapaz de juzgar o reprocharle algo.
Bryony es como un ángel que llegó a nuestras vidas, está visto que los humanos somos recompensados por las cosas malas que nos toca vivir, ella es ese soplo de aire fresco sobre todo para Frederick, sé que el muy tramposo aprovecho la situación en el restaurante para abrazarla de la forma en que lo hizo, fue muy tierno para mi ver lo roja que se puso Bryony.
Estoy totalmente segura de que ella también se siente atraída por él.
¿Porque no lo dice?
¿Porque actúa como si no lo quisiera?
Saldré ya mismo de la duda.
Me levanto de la cama y salgo del cuarto directo al de ella, toco su puerta y abro cuando me dice que puedo pasar, esta recostada en su cama con su computadora en las piernas, sonríe en lo que me ve y me hace señas para que me siente a su lado
—Si estas ocupada puedo venir en otro momento— digo al ver unos documentos en su cama que no había visto antes.
Ella niega mientras sonríe —estaba revisando unos documentos pero ya termine. Así que tranquila dime que necesitas— ahora no me siento tan segura de lo que vine a preguntar. Al parecer ella lo noto porque se acercó más a mí y tomo mi mano —Siéntete en la libertad de decirme lo que sea.
— ¿porque estamos aquí? Digo ¿Por qué haces esto por Frederick y por mí?—no quise preguntar directamente si le gusta mi hermano.
Ahora es ella la que no se siente muy segura con el tema pero suspira y sé que me va a contar —bueno... Cuando conocí a Frederick me pareció un chico realmente guapo, no babee encima de el porque me supe controlar— reímos juntas —En ese momento mi vida era perfecta y el me llamo mucho la atención, su interés hacia mí era real, no porque supiera cuantos millones de dólares tuviera mi familia en el bolsillo y me gusto sentir que él se atraía hacia mí por mí misma no sé si comprendes...
>> Yo cuando quiero algo voy por ello, por eso lo invite a bailar quise estar más cerca de él porque pensé que no lo volvería a ver, pero si lo vi y fue en el peor momento de mi vida. Quería morirme pero él estuvo allí, me sostuvo cuando nadie más pudo hacerlo y eso hizo que me gustara mucho más. Sin embargo dejamos de vernos ese día nuevamente y cuando me lo encontré supe de sus trabajos, aproveche esa excusa para traerlo conmigo y que trabajara para mí. No porque yo no tuviera quien lo hiciera, pero como veras aquí todos son muy mayores y sin mis padres en esta enorme casa me siento muy sola, por un momento pensé en dejar de insistir pero me arriesgue a aceptarlo junto a ti y no me arrepiento me caes muy bien— poco a poco comprendo todo.
—Tú también me caes muy bien y no te imaginas lo agradecida que estoy por lo que estás haciendo por nosotros... Por mí.
—Soy consciente de que Frederick pudo haberlo hecho y sé que él tal vez se sienta incomodo por lo que yo hice, la verdad no pensé en su reacción en cuanto decidí ayudarte, pero el dinero a mí me sobra. Si puedo usarlo en algo que valga la pena no dudaré en hacerlo, y tú lo vales, eres como esa hermanita que siempre desee tener y nunca tuve. Aunque nunca le digas eso a Alexa, también debo aclarar que a Frederick no lo veo como un hermanito ¡Por las dudas! — dijo sonrojándose, ella es tan tierna.
— ¿Te enamoraste de él?— pregunto, ella mira mis ojos fijamente y en ellos veo la respuesta, pero justo cuando va a pronunciar las palabras suena mi celular interrumpiendo su confesión.
La llamada entrante no la esperaba, no he querido decirle nada porque no sé cómo hacerlo, como decirle que me voy, como despedirme de él...
¿Cómo despedirme de Liam?
[...]
FRANK LAMBERT
Maldita sea
Maldita sea
Maldita sea
¿Cómo no me di cuenta antes?
Esta mierda es totalmente imperdonable para alguien como yo.
Sabía que tras la muerte de los señores Mathews había algo turbio, totalmente seguro de que había sido planeado, lo que jamás pensé era que los malnacidos traidores comieran en la misma mesa que yo, que entrenaran conmigo, que trabajaran conmigo...
Pero están muy equivocados los cabrones si creen que se van a llenar los bolsillos de dinero y luego se van a reír por ahí.
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Editado: 05.10.2020