Capítulo 23

Frederick

Aún estamos desconcertados con la actitud del prometido de Alexa ¿que lo hizo reaccionar así?

— ¿qué le pasará a ese chico? — se pregunta mi pequeña hermana algo confundida.

—no se monstruo, yo tampoco comprendo que pasa— Pero decido cambiar de tema Alexa tal vez nos cuente luego... — ¿cómo vas con lo del viaje? — eso si me aterra. No quiero que mi pequeño monstruo se vaya y me deje.

—ya tengo todo listo, me voy este fin de semana ¿dónde está Bry?

—Subió directo a su habitación, me dijo que le dolía la cabeza.

Bryony no comió y tal vez por eso se puso mal, le llevare algo de comer.

—subiré a ver cómo sigue quiero contarle algo— no me dio chance a responder que tal vez este dormida. Pero así es Chanel; y quizá, su buena energía ayude a mi princesa.

Llego a la cocina y ahí está la señora María para nosotros, Nani para Bry y posible conquista de Lambert.

—buenas tardes señora María ¿como esta? — saludo con una sonrisa esta mujer se ha comportado como una madre con nosotros.

—buenas tardes joven ¿necesita algo?

—Bry no se ha sentido muy bien y no come desde el desayuno.

—en seguida le subo un batido a mi niña— respondió y se puso en ello.

[...]

Voy camino a la habitación de Bryony quiero saber cómo esta. Con bandeja de comida en mano, porque quise traérselo yo mismo llego a su puerta y a instantes de tocar me detuve. Mi hermana está llorando, sé que no está bien escuchar conversaciones ajenas pero sé que por ser hombre hay cosas que ella no me cuenta y no sería la primera vez que lo hago. Nadie tiene porque saberlo.

—el me gusta mucho Bry, lo voy a extrañar pero soy consciente de que tal vez cuando yo vuelva el ya habrá conocido una mujer de verdad— ella solloza mucho entre sus palabras.

—Déjame corregirte en algo porque piensas de una forma un poco machista hacia ti misma. Tú ya eres una mujer de verdad, eso no te lo da la edad, el cuerpo o la ropa que uses. Eres tú, tus pensamientos, tu manera de ver la vida, esa madurez con la que enfrentas tu realidad, no dejes que ningún hombre te haga pensar lo contrario y si el chico que te gusta es incapaz de comprender tus sueños, pues mándalo a la mierda y que se joda.

Ok yo pude haberle dicho algo como… “Dime su nombre para partirle la cara” ¡Tal vez por eso no me cuente a mí!

—Tengo miedo— continuó ella llorando y yo continúe escuchando — tengo miedo porque yo apenas estoy empezando a vivir y ya él tiene experiencia, seguro se cansa de esperar.

A ver, a ver ¿a qué tipo de experiencia se refiere?

Sexo. Grita mi mente. Pero yo grito ¡NO! Me niego a pensar que mi pequeña y dulce hermanita esté pensando en sexo.

—no sé qué decirte. Tal vez podrías pedirle que te acompañe ¡y no le digas a Frederick que yo sugerí esa opción! Me mataría— Bryony se ríe                                                                                                                                                                                             — ¿por cierto él sabe sobre el chico que te gusta?

No, no le sé. Porque mi hermana confía más en ti que en mí.

—No— contesta suspirando —él no lo sabe, aunque si lo conoce. En mala hora se entrenó para sobrevivir en una guerra. Estoy segura de que lo matara en lo que se entere.

Creo que se quién es y si confirmo mis sospechas voy a matarlo.

—Sere sincera al respecto. Me parece muy egoísta de tu parte ocultar este tipo de información a tu hermano, tu misma me has contado todo lo que él ha hecho por ti y lo mínimo que el merece de tu parte es que confíes en él.

Debería irme.

Sé que debo respetar las conversaciones ajenas. Pero no puedo dar media vuelta y no escuchar a las dos mujeres de mi vida.

—tengo miedo.

¿Miedo de que?

— ¿le temes a Frederick?

— ¡No por Dios! Es solo que me aterra hablar de esto con él y las cosas no funcionen porque entonces el perderá un amigo y será mi culpa.

Amigo.

Amigo.

Amigo.

Yo solo tengo un amigo y pienso quemarlo vivo justo después de que Chanel se vaya a París.

Decido que ya es suficiente del espionaje y toco la puerta, escucho el pase y entro con mi mejor actuación de no saber nada — ¿de qué hablan y porque lloras? — Pregunto inocentemente mientras pongo en la cama la bandeja con comida que Bryony diligentemente ignora.

—De lo mucho que los voy a extrañar— miente intentando sonreír.

La observo fijamente ¿cuándo empezó a mentirme tanto?

Pero no será ni ahora, ni hoy que hable con ella, por lo que me concentró en Anastasia y en su salud.