Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 24

Bryony

Llegó el tan esperado día de Chanel.

Hoy viajará a Paris, hoy empieza una nueva etapa en su vida, hoy empezará a cumplir sus sueños y es muy emocionante verla tan feliz y entusiasmada.

No sé en que quedaría ella con el chico que dice le gusta. Pero al parecer llegaron a un acuerdo porque su entusiasmo es cien por ciento activo.

Ella viajará en el Jet de MathewsElectronics, hace varios meses no se usa y aunque está en constante mantenimiento es bueno que se dé una pequeña vuelta en él.

Frank, Nani, Frederick y yo estamos desayunando juntos, queremos pasar los últimos momentos de Chanel en la ciudad juntos. Mi apetito no es muy frecuente pero delante de ellos trato de comer aunque sea un poco para que no se preocupen tanto.

Observo mi celular vibrando en la mesa, en la pantalla sale una foto de Alexa con una flor en la boca. Me está llamando.

Me disculpo un momento y me levanto de la mesa.

— ¿Alexa cómo estás? — pregunto al contestar.

— ¡bien! ¿Y qué haces?

—estamos con un desayuno de despedida para Chanel, su vuelo sale en unas horas.

— ¿Que? ¿Es hoy?

Sonrió divertida, Alex siempre anda en las nubes — ¿en qué mundo vives?

—en quince minutos estoy en tu casa hay algo que quiero mostrarle a Chanel urgente, no dejes que se vaya.

Está bien, respondo a la nada. Ella había colgado ya.

Regreso a la mesa, todos están riendo de algo que desconozco.

—Alex quiere mostrarte algo antes de que te vayas.

Seguimos disfrutando de nuestro desayuno, charlamos de cosas sin sentidos y en efecto quince minutos después llega Alexa, pero no viene sola.

Está tomada de la mano de un hombre rubio que yo no conozco.

No es hasta que veo la familiaridad con la que saludan al resto de mis acompañantes que me cuentan que el vino anteriormente y yo no lo vi.

Ahora sé que el novio o mejor llamado prometido de mi amiga se llama Matthew. Matt.

—Bryony ¿podría pedirte un favor? — Pregunta Matt — discúlpame por esto, sé que es tu casa y me avergüenza hacer esto aquí, pero no tengo opción así que ¿podrían tú y Alexa dejarme a solas con Chanel y Frederick?

Asiento extrañada intento salir del comedor pero alguien me lo impide.

—Ella no tiene por qué irse, como ya lo dijiste es su casa— intento decirle a Frederick que no tengo ningún problema pero otra vez me interrumpen.

—Además confiamos más en ella que ti— Bien, palabras de Chanel un poco cortantes.

Creo que la petición de Matthew molesto un poco a los hermanos Harrelson. Pero no veo el problema, si él tiene algo que decir y no quiere a nadie más presente es compresible.

—Chicos de verdad no importa— miro a Frederick. Pero este ignora mi comentario y hace que me siente justo a su lado. 

Matt suspira rendido —primero quiero pedirle que no se alteren con lo que les voy a decir, mantengan una mente abierta y déjenme explicarles todo...

Él toma un profundo respiro y busca apoyo en Alexa —esto de ninguna manera será fácil de decir. Así que lo diré rápido.

>>Ustedes dos son mis hermanos.

Soltó así sin anestesia.

— ¿qué? — pregunta Chanel.

Frederick por su parte solo lo observa fijamente, parece como si buscará comprobar algo.

—Por favor déjenme explicarles...— ruega al borde del llanto.

Chanel está muda y Frederick solo lo sigue observando, Matt aprovecha ese break que dejo el shock para contar su historia.

Habló acerca de sus padres, como fue su infancia dentro y fuera de su hogar.

Lo que paso hasta llegar a quien el considera su salvador y lo que paso después de eso.

La forma en la que Morgan y Kendal sus padres dijeron sobre sus supuestas muertes.

—No puedo creer que dijeran que estábamos muertos— susurra Frederick enojado.

— ¿tengo otro hermano? — pregunta Chanel llorando.

— ¡Si! Y él se muere por abrazarte.

Chanel siendo esa alma dulce que es, no lo duda y corre hacia él pero Frederick es otra situación. Su cuerpo esta aquí y su mente en otro lugar.

Acaricio su mejilla para traerlo al aquí y al ahora, el me mira. Sus ojos están extremadamente brillosos — ¿Ellos realmente nos odian cierto?

Imagino se refiere a sus padres.

Pero no sé qué decir, no tengo respuesta lógica para eso por lo que hago lo único que puedo hacer.

Abrazarlo y sostenerlo como tantas veces él ha hecho conmigo.

— ¿porque yo no recuerdo eso Ana? — pregunta escondido en mi cuello.

—tal vez porque eras muy pequeño.




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