Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 26

Bryony

Es cuando llegamos a casa que me fijo en el auto que está estacionado justo al frente.

Lo conozco tanto que es motivo suficiente para aumentar mi malestar ¿que pueden querer? Porque si mal no recuerdo la última vez que nos vimos me declararon la guerra.

Alexa que sabe tan bien como yo quienes están en casa, camina con la misma prisa que yo para entrar y ver qué es lo que precisan esta vez.

Es solo abrir la puerta para que Nani llegue hasta mi —Disculpa, pero entraron y no he encontrado una buena forma de sacarlas.

Camino hacia la sala y las veo, sentadas en mi sofá una al lado de la otra. Su vestimenta esta demás decir es demasiado vulgar para mi gusto. Soy de ese pequeño porcentaje de personas que no está de acuerdo con eso de menos es más.

En mi criterio esas chicas que casi andan desnudas en la calle solo buscan una cosa y no es amor.

No me siento muy bien. Pero ellas no tienen por qué saberlo. Así que me acerco y me paro frente a ellas.

—se equivocaron de dirección. El prostíbulo esta unos kilómetros más abajo— señala Alex.

Gillian se levanta y se observa de abajo hacia arriba como si estuviera comprobando su aspecto —Pues— habla viendo sus uñas —a Frede le encanta verme vestida así.

¿Frede? ¿Ella lo llama Frede?

—Lo dudo— respondo hirviendo de rabia —Frederick tiene muy buen gusto... por algo vive aquí conmigo.

—Tu solo eres un medio para un fin huerfanita— se burla Jessa, odio que me llamen así, me duele —él en realidad sabe que tú no eres mujer para él y por eso busca en nosotras lo que tú no puedes darle.

¿Me meterían presa si las mato? Puedo alegar defensa personal y Alexa seria mi testigo.

— ¿en las dos? ¿Son tan buenas hermanas que comparten hombres? — Pregunta mi amiga —pero que perras... ¿y cómo lo hacen? ¿Un ratito una y luego la otra?

—no te metas que no es contigo que queremos hablar. Es más, ni si quiera es con Bryony ¡queremos ver a Frede!

—Fíjate que va a ser que no— respondo deseando que se vayan para consumirme sola y lentamente en la llama de los celos —él no está. Está en algún lugar esperando por mí y ya he perdido mucho tiempo en ustedes así que por favor retírense de mi casa.

—Se va a cansar de ti— Asegura Jessa antes de salir.

—Y yo lo estaré esperando— sentencia Gillian.

¿Por Dios?

¿Serian capaz de estar las dos con el mismo hombre?

¿O solo me quieren quitar a mí del medio para después aniquilarse entre ellas?

Sin poder evitarlo agarro un florero cercano a mí y lo estrelló en la puerta por donde acaban de salir las perras más grandes del universo.

—Wao, Wao, Wao— Alexa se acerca a mí con las manos alzadas en el pecho. Casi parece que se está protegiendo de mi —cálmate fiera… no queremos destruir la casa— Ella solo se burla pero yo no el chiste por ningún lado.

—No te rías de mi— digo como una estúpida a punto de llorar.

—No me rio de ti... lo hago de la situación; jamás pensé que tu llegarías a la violencia.

—estoy tan cansada de ellas y de su asquerosa familia. Odio todo lo que me han hecho durante años, odio que nunca me aceptarán porque... yo no pedí venir a esta casa y sobre todo odio que ellas quieran conseguir algo de Frederick.

—eso son celos Bry. Tú solo estas celosa y por eso reaccionaste así...

Sé que Alexa sigue hablando, pero un pitido molestoso en mis oídos no me permite escuchar lo que ella me dice.

Mi corazón empieza a latir lentamente y unos constantes golpes laten en mi cien haciendo que sienta que desfallezco.

Bryony.

¿Bryony que pasa?

¡Bry estas sangrando por la nariz!

¡Ayuda!

Bry reacciona.

¡Ayuda por favor!

Bryony.

Sé que todo eso lo grita Alexa, pero no sé qué me pasa y justo ahora no controlo mi cuerpo.

Siento que soy levantada por alguien ¿cuándo me caí? pequeños golpecitos caen en mis mejillas — ¿mi niña que te pasa? — escucho que pregunta Frank.

Pero yo no puedo hablar, no puedo ni moverme y cada vez estoy más asustada. Es como si estuviera presa en mí cuerpo y no sé cómo salir.

—Llama a una ambulancia— pide Nani con voz nerviosa.

Un ardor desagradable se crea en mi estómago y va subiendo hasta mi garganta, siento algo ahí que no me deja respirar.

—Maldita sea se está ahogando— grita mi amiga.

Entonces me colocan de lado y es cuando logro vomitar o eso es lo que creo que hago.

—Ella está vomitando sangre... no podemos esperar.

Me levantan de donde sea que estaba acostada, tiemblo en unos brazos por lo que deduzco que están corriendo conmigo en ellos.




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