Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 29

Bryony

Debes ser fuerte princesa. Dice una voz en mi odio. Juraría que es papá, como siempre estando para mí cuando más lo necesito. Consolándome, mimándome, protegiéndome de todo cuanto pudiera hacerme daño.

Pero sé que en el fondo solo es mi mente engañándome; y yo estúpidamente lo permito porque es más fácil vivir en una fantasía que admitir que mi realidad es tan tétrica como el hecho de que estoy muriendo lentamente y no quiero.

Sé que es un ciclo natural de las personas.

Que algún día vamos a morir.

Pero aún no es mi tiempo.

Lo sé, lo siento y no acepto que aun cuando tengo tanto por hacer tenga tan pocas oportunidades de lograrlo.

— ¿estas dormida? — pregunta Frederick detrás de la puerta de mi habitación.

Esto se ha vuelto una rutina para todos.

Cada cierto tiempo pasan a verificar que este bien. Frederick, Nani, Frank, Alexa y hasta el mismo Matt han sido desde hace una semana como mis guardianes.

Me alegra saber que aún hay gente que me quiere lo suficiente para preocuparse por mí. Y yo los quiero de la misma manera, por eso me siento un poco mal. No quiero preocuparlos, pero no está en mí sentirme bien o mal. No es mi elección.

—Estoy dormida— intento bromear. Me siento en la cama y le digo que pase. Él lo hace y se sienta a mi lado.

Si hay algo que alegra mis días es ver a Frederick y lo lindo que se ve y me trata — ¿cómo te sientes?

Como siempre es lo primero que pregunta... siempre.

¿Cómo me siento?

En este instante. En este preciso momento me siento bien. Me siento normal. Me siento yo.

Y aún así no puedo dejar de estar nerviosa —estoy bien— susurro dando mi mejor sonrisa.

—todo va a estar bien preciosa.

A veces me da ternura porque da la impresión que él dice las cosas más para él que para mí.

Agradezco mucho la compañía y la comprensión que me ha brindado. Sé que no es su labor cuidarme de esta manera. Pero él lo hace y me encanta. Sobre todo ahora que prácticamente obligue a Alexa a irse junto a Matt y continuar su vida.

Yo no estoy sola. Y no necesito que mi amiga abandone su vida por mí.

— ¿te puedo pedir un favor?

Inmediatamente el asiente —el que quieras.

—no vayas a pensar que estoy insinuando que eres un chismoso o algo así. Pero quiero que... lo que nos diga el medico no salga de nosotros cuatro, solo tú, Nani, Frank y yo debemos saberlo. No Alexa, no Matt, no Liam y por supuesto no Chanel.

El me mira como si buscará leer mi mente.

¿Qué quiere saber?

¿Qué es lo que no entiende?

No quiero a más personas sufriendo por mí.

No cuando aún ni si siquiera sé que es lo que se está robando mi vida.

—Como quieras preciosa— se pará de la cama —en una hora salimos así que levántate.

—no eres mi jefe, mucho menos mi padre así que no me mandes.

Él se acerca a mí y deja un beso en mi frente —disculpa formule mal mi oración. Debí decir…— empieza a caminar hacia la puerta pero sin dejar estar frente a mí —Mi amor deberías arreglarte porque necesito salir un momento contigo... ponte cualquier cosa porque de todas las formas te ves hermosa.

Guiño un ojo antes de salir de mi habitación y dejar mi corazón hecho un desastre.

Mi amor.

Me llamo su amor y no hay nada más lindo que haber escuchado eso hoy.

Como una tonta estúpida enamorada me acuesto nuevamente en la cama con una sonrisa.

¡Frederick es tan perfecto!

Qué es realmente horrible para mi saber que tal vez nunca pueda disfrutar de él. Al menos no todo lo que yo quisiera.

Decido que ya es hora de arreglarme para no estar apurada después. Me visto con algo sencillo y bajo a desayunar.

Tengo prohibido saltar las horas de mi ahora dietética comida. Nani me consciente por demás tratando de hacer que la comida sea apetecible.

Cuando ya he terminado de comer aun no veo ni a Frederick ni a Frank. Así que salgo para esperarlos y aprovecho de estirar las piernas y respirar un poco de aire fresco.

Es raro notar que dos de los escoltas de las casa están conversando cerca de la blindada donde saldremos hoy. Es raro porque ellos no deberían estar aquí. Solo Frank tiene acceso a esta parte de la casa y ellos lo saben.

Me acerco a ellos y en lo que notan mi presencia actúan de forma extraña — ¿necesitan algo? — pregunto pesando que tal vez ellos esperan hablar con Frank o conmigo.

—no Señorita Mathews, solo nos detuvimos a conversar un rato pero ya nos vamos.

— ¡ya estas lista! — observa Frank saliendo de casa junto a Frederick. Yo aún analizó lo que acabo de ver, parece algo que carece de sentido pero a la vez tiene mucho sentido para mí —¿estás bien? — indaga Frank preocupado ante mi silencio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.