Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 36

Frederick

¿Casarme?

Peor aún.

¿Casarme por conveniencia?

Jamás imaginé que de sucederme sería de esta forma. Y mucho menos que fuera con Bryony.

La amo ¡sí! Infinitamente.

Pero no espere que una relación entre nosotros naciera de esta forma. Nos estamos saltando muchos pasos, citas, conocernos, noviazgos. Vamos directo al altar. Y no es la forma en la que yo había visualizado las cosas.

Quería darle un épico noviazgo de película.

Enamorarla de mi si es posible hasta que sintiera que el matrimonio era lo correcto entre nosotros. Pero las cosas son como son. Y ella necesita de mí. Jamás le doy la espalda alguien que requiera de mi ayuda y no iba a romper esa regla con mi princesa.

Me caga mucho.

Estoy nervioso mucho más.

Porque no quiero fallarle.

Quiero que ella entienda que estoy y estaré para ella. Siempre.

No importa lo que piensen los demás. Estoy seguro que para muchos yo seré un oportunista que esta con Bry por interés. Pero ella sabe y es consciente de mi amor desde mucho antes.

Supe que hablaría con Alexa y por eso decidí dejarla sola un momento.

Comprendo que para ella es como con Chanel para mí. Personas importantes y sé que ella necesita sincerarse. Hablar con las personas le hará bien. Ya basta de que siga escondiéndose del mundo y excluyéndonos de su vida.

Pero ver las lágrimas correr por sus mejillas es algo que nunca podré soportar. Odio verla sufrir. Y odio más no poder evitarlo.

Es por eso que solo puedo abrazarla cuando me siento a su lado. ¿Qué más puedo hacer? ¿Qué más puedo decir para hacerla sentir mejor? Siento que soy un imbécil por no poder ayudarla.

Sin embargo, me siento un imbécil afortunado cuando ella se recuesta de mi pecho. Me encanta tanto sentirla así cerca de mí. Que es imposible no sufrir ante la posibilidad de que ella no lo logre. No soy idiota. Su situación es delicada y sé que tal vez no pueda soportarlo

— ¿estás bien Christian? — pregunta ella.

Esa manía de preocuparse siempre por los demás nunca se aleja de ella.

Entiendo que me pregunte.

La estoy abrazando muy fuerte. Pero no quiero ni puedo soltarla.

— ¿cómo se lo diremos a Chanel? — esa pregunta también ronda por mi mente, Chanel está realmente lejos de aquí. Sería muy injusto decirle pero sería más injusto no hacerlo.

Sé que mis dos princesas se adoran. Ellas en realidad llegaron a ser tan unidas en el tiempo que convivieron que muchas veces me sentí hasta excluido.

—podemos solo... hacerla venir. No sé... decirle que deseamos verla no es bueno para ella tener un viaje tan largo preocupada y sola— es mi sugerencia.

Y es una suerte que Bryony esté de acuerdo conmigo.

 

[...]

 

Martes en la mañana y todos estamos con los nervios de punta.

La operación fue pautada para el miércoles en la mañana.

Es decir, mañana. En menos de veinticuatro horas Bryony estará dentro de un quirófano y yo siento que mi cordura y mi corazón penden de un hilo.

En tan pocos días han pasado tantas cosas que es difícil no sentirse agobiado. Lo primero fue la llegada de Chanel. Explicarle, calmarla y hacerle entender porque no dijimos nada fue difícil. Al igual que Alexa, nos llamó egoísta entre otras cosas. Ella lloro, grito, reclamo y hasta me abofeteo. Según, al no poder desahogarse con su ingrata amiga lo haría conmigo. Sus palabras, no las mías.

Y pues por último estuvo mi rápida y sencilla boda. En casa de Bryony, junto a Alexa, Chanel, Matt, Frank y Nani.

 

Ahora Bryony está bastante irritable, pero creo que tal vez sea por Chanel y Alexa, desde que llegaron no la dejan ni respirar sola y es bastante frustrante para ella porque se siente culpable hacia ellas y no quiere decirles que la dejen quieta un momento.

También me tocó seguir con mi rol de guardaespaldas. Se filtró la noticia a los medios de la enfermedad de la heredera Mathews y su pronta intervención y los malditos periodistas andan al acecho.

— ¡Harrelson! — detengo mis pasos cuando oigo a Frank llamarme o ladrarme, que es lo que hace conmigo desde que me case con Bry.

No fue de su agrado la noticia. Pero el más que nadie debería saber el motivo por el que lo hicimos y entenderlo.

— ¿sí? — pregunto viendo directamente a sus ojos. No cambia nada el hecho de que ahora él sea técnicamente mi empleado. Siempre lo veré como mi jefe, y siempre lo respetaré.

— deberías tratar de relajarte, si no lo haces tú, ella mucho menos podrá hacerlo.

No me da tiempo a responder porque después de decir eso solo se dio la vuelta y se alejó dejándome solo a los pies de la escalera. Continúo mi camino, que era la habitación de Bry. Quiero desearle Buenas noches y verificar que este algo más calmada.




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