Te amaré... En esta vida y en la otra.

Capítulo 50

Bryony

Estoy despierta.

Y desde mi punto de vista y viendo hacia al pasado, no me refiero a despertar por estar dormida ¡No! Me refiero a ser consciente una vez más de todo lo que pasó a mí alrededor.

Desde el incidente con mis suegros o Morgan y Kendal como es mejor llamarlos. En donde sus hijos y en especial mi Frederick quedaron totalmente destrozados, me siento algo afligida, he visto a Chanel triste, pero ahorita su estado de ánimo realmente me preocupa ¿y Frederick?

Su llanto me hizo llorar a mí.

Jamás he presenciado tal grado de dolor en una persona, él simplemente se empezó a disculpar conmigo como si el tuviera alguna culpa, luego vinieron más confidencias acerca de su pasado con sus padres y luego una explosión de odio y rencor que le llevo a refugiarse en mi pecho mientras se desahogada. Juro que los odiaba, y por primera vez su mirada me dio miedo. Pero no miedo por mí, sino por él, no quiero que su alma tan hermosa se contamine.

Es hipócrita de mi parte aconsejarle pasar página y olvidar ¡lo sé! Porque yo no lo he hecho, pero solo quiero que deje de sentirse responsable por lo que paso.

Él no les pago a sus papás para que me asesinaran. Él no lo hizo, fue Jessa, ella me odia mucho más que el resto de la familia al parecer, pero no por eso el resto deja de estar implicados, no de una forma directa. Pero todos estaban embarrados con la misma mierda.

Al parecer según Kendal Harrelson, peón de una organización de tráfico de drogas en fronteras mexicanas, su Jefe Martín Hudson, reclutó un pequeño ejército para distribuir la droga en todo el país. Entre ellos estaban Xandra y Neron, se les asignó un cargamento de más de tres toneladas de cocaína para distribuir en distintos puntos de la ciudad y mágicamente el cargamento desapareció, de eso hace dos meses y Martín está moviendo toda América para encontrar a mis tíos que precisamente buscaron ayuda en mis suegros.

No es por juzgar.

Pero... ¿quién puede creer a un par de drogadictos?

Digo, ellos abandonaron a sus hijos después de haberlos traumado psicológicamente, no es como si de la nada se hayan convertido en las personas más nobles y generosas del mundo.

Así que Morgan, fue lo suficientemente sagaz para hacer creer a mis tíos que los ayudarían cuando en realidad ella los estaba llevando hasta Martín. Desde entonces no se sabe más nada de ellos, fue como si la tierra se los hubiese tragado. Literalmente.

Jessa está detenida por intento de homicidio en mi contra, y Gillian; ella simplemente se fue no sé a dónde. Estuve presente cuando le dio la espalda a su hermana y no fue algo lindo de ver.

Cría cuervo y te sacaras los ojos. Decía mi padre. Y cuánta razón tenía.

 

[...]

 

Me despierto nuevamente cuando unos dulces besos en mi vientre hacen que revoloteen cientos de mariposas a mí alrededor.

—Hola aquí... podrías no ser tan flojo y moverte ¿sabes? Muero por sentirte.

Y esas son grandes palabras de un padre baboso para un bebé que ni si quiera tiene tres meses dentro de mí.

Mi embarazo no me impresionó de ninguna manera. Desde antes de la gala ya yo sospechaba del mismo, sólo que... tenía miedo de confirmarlo.

Sabía que era una irresponsabilidad de mi parte no cuidarme como debía después de la operación. Pero después de todo lo que pase me aterro la idea de no vivir nunca esa experiencia, temía y temo que el tumor sea como una especie de volcán dormido, que solo está esperando su tiempo para explotar y llevarse todo a su paso.

Por eso deje de tomar las anticonceptivas, quiero tener al menos un hijo en caso de que mi volcán personal se vuelva a activar. No importa si me llaman loca, pero estoy disfrutando como nunca de mi embarazo.

Me siento ridículamente feliz y siento que nada podrá acabar con nuestra felicidad.

Frederick está tan ansioso y emocionado con nuestro hijo, no lo reconozco pero es sumamente sexi verlo en plan de papá enamorado.

—podría ser floja... pero sabes, todavía falta ese pequeño detalle para saberlo ¿cuál será? Así... tiempo. Falta tiempo aún es demasiado pequeño para moverse— Me burlo de él mientras acarició su cabello, el sigue besando mi vientre causándome cosquillas.

— ¡pero yo quiero sentirlo!

—es muy pequeño Frederick ni siquiera yo lo he sentido moverse dentro de mí.

— ¿y tendrá espacio para moverse? ¿Estará cómodo en ese espacio tan pequeño?

Sus dudas me enternecen y me divierte en igual medida.

— ¿si sabes que el vientre de la mujer fue diseñado para llevar a un bebé? No hay lugar más cómodo y seguro para ellos.

— ¿estoy siendo ridículo verdad?

—pero igual te amo.

Él sonríe antes de dar un último beso a mi vientre y acostarse a mi lado —y yo te amo a ti y amo a mi bebé, ustedes son mi mayor tesoro.

Diría que respondí a sus hermosas palabras pero como siempre me detuvo busca tu momento sola, es lo que siempre dice. Estúpido.




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