Nadie Sabe que pasa con Jessica y menos yo. La profesora llega al aula y nos comenta que nuestra compañera está pasando por un mal momento, que le ha tocado retirarse para ir a casa.
--Como que retirarse--vocifero yo
La profesora me responde que Jessica se ha desmayado y la han tenido que acercar a su casa, mi Pete ha sido quien la ha salvado de una caída mortal en el baño y se a ofrecido a acompañarla a casa ya que sus padres no han venido por ella.
Desde que estamos juntos Pete siempre le ha tenido aprecio a Jessica, pero se empezó a alejar de ella porque se enteró que ella era la causante de que yo no aceptará tener relaciones con él. Aún asi el ha sido un excelente compañero. Pete es una linda persona, a veces pienso que Jessica lo juzga un poco mal, pero yo amo a ese ser que demuestra cuan importante es mi amiga para él.
En todo el resto de la jornada me quedo pensando que le puso pasar a Jessica, su rostro reflejo más que dolor un miedo extraño. Hasta Pete puso una cara como si Jessica fuera a morir ahí. La profesora no dijo nada más y yo me cansé de escribirle a Pete quien nunca me contestó.Asi que tendría que ir a ver a mi amiga para ver cómo seguía y preguntarle en que podía ayudarle ya que sus padres nunca servían para nada.
Al salir de la escuela empecé a recordar nuestra linda historia, no la mía con Pete sino la de Jessica conmigo. Dios era mi mejor amiga en todo el mundo, nunca podría querer a alguien como la quiero a ella. Fuimos tan unidas que llegamos al punto de hacer un pacto, hace unos dos años siendo todavía unas crías decidimos que éramos valiosas e importantes y que ningún hombre decía hacernos suyas antes del matrimonio.
Pactamos con sangre del brazo y una torta de chocolate que nos hizo su "niñera" sus padres siempre hacían sido unos catres, nunca estaban en casa y por eso le ponían a una chica para que la cuidara, así que nosotras decidimos que siempre estaríamos juntas en todo. Yo no tenía padres y ella estaba como si tampoco tuviera, ellos y nada eran lo mismo.
--Tienes que prometerlo Slendy, jamás te acostarás con nadie antes de..--me dijo ella con su linda voz
-- y tú tampoco-- le respondí firme
Ambas nos soltamos a reír y nos dimos cuenta que era algo estúpido, no teníamos novios y creimos que nunca tendríamos.Pero al hacerme novia de Pete ella me repitió el juramento para que no lo olvidará, yo quizás sea diferente, estaba tan enamorada de mi.novio que casi meto las patas, y bien metidas.
Ella se acordó del juramento y me pidió honrarlo, cuando quise decirle que solo era cosa de niñas, me dijo que si lo rompía se iba al fondo del abismo nuestra amistad de tantos años.
Ese día llore como nunca porque quería estar con Pete, pero ella tenía razón, hice una promesa y sí ella la había cumplido yo también debía hacerlo.
Cuando iba llegando a la casa de mi amiga empecé a escuchar gritos, oh por Dios dije en mi mente, nunca pensé que los padres de Jessica estuvieran en casa. Me parecía una locura, si los había visto una vez era un milagro de alguna entidad muy grande porque eso era casi imposible.
--Es tu culpa, por estar siempre ocupado con tu trabajo!!--escuche la voz de una mujer, están segura era la mamá de Jessica.
--Ahora la culpa es mía? Pero si la mamá eres tú mujer, tu eres la que tenía que estar pendiente.
--Yo no la hice sola--grito muy fuerte la señora
--No!! Pero si querías ir estar me cada viaje mío tomando, paseando y disfrutando mientras tú hija estaba aquí sola revolcándose con cuánto pendejito se le apareciera.
-- Ya basta!!-- escuche un grito ahogado de Jessica
Mi mente empezó a hacerse bolas juntando lo que decían los papás de Jessica, culpa de que? Revolcándose con pendejitos? Que demonios estaba pasando , estaba aturdida parecía lo que no tenía que ser, ella no podría haber incumplido la promesa es.imposible. No entiendo nada.
Empecé a temblar de la rabia, pero tenía que calmarme.Jessica era mi amiga y si las ganas le habían ganado yo tenía que estar para apoyarla, no para ser un martillo más que la golpeara hasta cansarla. Sabía que este no era un buen momento para entrar así que di.media vuelta para irme, pero algo paso, algo que me terminó de cortar la poca respiración, la poca paciencia que mi cuerpo podía soportar.