( Alaia pov ❤️ )
Salgo de la oficina de mi jefe, y se que le dejé la palabra en la boca pero, Dios con lo que hizo temprano, de gritarme solo por qué llegué un minuto tarde, me enojo y todo por hacerlo quedar bien, con su familia, tube que levantarme alas 5:00 para estar lista y preparada para todo ya que sabía que olvidaría el cumpleaños de su padre y hermano que para suerte de el cumplen el mismo día, de lo contrario serían más días olvidados.
— Por tu cara, y por todos esos papeles, no te fue bien con el jefe cierto?— Mina tan sabía.
— No, lo acabo de dejar con la palabra en la boca y lo hice frente al joven James, hoy no es mi día además porque no me dijiste que estaba dentro. — digo acomodando los papeles y viendo documentos en la computadora.
— Cuando pasaste te llamé pero ibas tan apurada y más con esas bolsas de regalos que no me escuchaste.— y es cierto tuve que pasar por recepción cuando hacía la revisión por los regalos.
— Si lo siento, creo que hoy será un día algo extresante.— digo y veo como sale el joven zair.
— Hola bellas damas, alaia, quiero que por favor me avises cuando lleguen los García al parecer también vendrá la matriarca y la menor, en general la familia, y quiero recibirlos, por cierto, se que tienes mucho trabajo y más con la "sanción" que te puso el jefe, pero podrías ir a dar la revisión de los nuevos paquetes después de la junta, yo iré contigo, así no estés sola y te ayudo.— dice muy gentil y amable, siempre ha sido así porque no me enamoré de él.
— Oh, no, no hay problemas, para eso trabajo, además puedo ir con mina ella me ayudara, así que no tiene porqué ir.
— Gracias Alaia, pero sabes que no es problemas para mí, ¿cierto?— dice y asiento.
— Lo se pero soy más rápida cuando mina me ayuda, gracias por ofrecer su ayuda.— digo amablemente y sonrió.
— No hay de que, sabes que puedo ayudar siempre y cuando tenga tiempo, por cierto mina, Sofía, ¿como está? ya no la traes.— dice ahora hablando con mina.
— Está bien gracias por preguntar, y no, no la traigo, ya está en el jardín, y solo puedo traer cuando tengo trabajo extra pero, como Alaia y yo siempre terminamos a tiempo ya no la traigo tan seguido. — dice sin dejar de hacer su trabajo y de vez en cuando viendo al joven Zair.
— Oh, que bien, recuerdo cuando la traías era tan pequeña y ya está en el jardín, como pasa el tiempo, le das un beso y abrazo, de mi parte y toma esto llevárselo se que le gustan mucho. — dice dándole unos bocadillos de chocolate con envoltura de la princesa Sofía.
— Oh gracias, les encantará. — dice mina viendo el regalo y tomando el regalo para luego meterlo en el refrigerador pequeño que tenemos para tomar agua o algunas cosas refrescante.
— No hay de que, me retiro, Alaia gracias.
— No hay de que — digo y se va por el elevador. Dios olvide ese detalle, la señora GARCÍA también viene junto su hija y no soy de su agrado, no se porque pero no lo soy.
Solo espero que cuando llegue, todo esté en orden y organizado, no quisiera que la señora GARCÍA, me reproche por cosas que no me concierne, pero que si no fueran por mi serían desastres.
Escucho el teléfono, presiono el botón para escuchar en alta voz ya, que pude ver qué es recepción, la llamada.
— Buenos días, señorita Díaz le confirmo, la llegada de los señores GARCÍA, están subiendo el elevador, van a presidencia y vicepresidencia, junto con los nuevos socios .— dice la recepcionista por el teléfono.
— Gracias, señorita Gutiérrez, por confirmar, ¿el piso de recepción estuvo en orden como ya lo había revisado?.
— Si señorita Díaz, estuvo todo en orden.
— Gracias señorita Gutiérrez, pase buenas.
— Igual señorita Díaz.
— Así que por ese ascensor está a punto de salir una de tus pesadillas desde que se conocen — dice refiriendo a la señora García y si es cierto, para la señora García nunca he sido de su agrado.
— Si Mina y solo espero y no encuentre fallas, aunque lo dudo siempre las encuentra aunque nunca estén. — digo y veo como Alan García sale de su oficina dirigiéndose hacia acá. — Mina por favor comunica a todos los del piso para dar la información y que todos tomen su orden y lugar.— ella asiente y conecta a todos y doy la información, todos se organizan incluso Alan enfrente de nosotras y tomamos nuestras posiciones me acomodo la falda y arreglo mi camisa por si las dudas y justo cuando termino se abren las puertas del elevador.
— Buenos días, hijo como estás, veo que todo está en orden como siempre, así me gusta hijo. — dice el señor GARCÍA saludando a su hijo.
— Oh gracias papá, me alegra que te halla gustado, por cierto estos son sus regalos, felicidades padre, igual hermano para ti — dice abrazando y dando los regalos que antes les había dado, que fuera de el sin mi.
— Gracias hermano — dice el joven Aran García, abrazando a su hermano.
— Gracias hijo.
— No hay por qué, madre, hermana ¿Cómo están? bienvenidas — dice Alan García saludando a su madre y hermana.
— Hijo gracias, estamos bien, orgullosa de ti, viendo como haz estado llevando la empresa, estando tu hermano en otro país haciendo negocios — dice orgullosa de su hijo.
— Gracias madre.
— Es cierto hermano, creo que sin la ayuda de Alaia esto fuera un desastre, tienes una muy buena secretaria, y gran ayuda.— dice Asia García reconociendo mi labor.
— Eso es sin duda verdad, ¿Cómo está señorita Díaz? — dice el joven Aran.
— Bien y gracias por reconocer mi trabajo — digo Cortés.
— Hermano ellos son los nuevos socios los hermanos Reynolds.— dice el joven Alan.
— Un gusto Alan García, vicepresidente de la empresa, bienvenidos.— dice saludando.
— El gusto es nuestro, Darren y pablo Reynolds.— se presenta señalando a su hermano. Que por cierto son muy guapos los dos, parecen de revista.(Que cosas digo).