"vení a dormir conmigo: no haremos el amor él nos hará."— Julio Cortázar.
(Alaia pov ❤️)
Después del engaño de mina, para bajar, los mariachis, los cubos de agua, y mi gran vómito, subimos a mi departamento, Alan y yo ya que zair fue a casa de mina ya que ellos no querían invadir "nuestro espacio".
Después de entrar a mi departamento mandé a Alan directo al baño si antes me daba un olor horrible ahora mucho más, estoy al parecer también mal del estómago. Ya que está tarde después de la junta los bocadillos que yo misma prepare me cayeron súper mal en el estómago y he estado vomitando.
Estoy sentada en el mueble del balcón de mi departamento viendo la ciudad de Miami de noche es una linda ciudad.
— Gracias a Dios tenías está ropa de hombre, mira que ponerme un vestido no estaría mal pero creo que no me servirían.— dice Alan entrando al balcón y se sienta al lado mío y reímos por su comentario.
— Bueno, al menos ya no apestas — digo y reímos.
— Te recuerdo que fuiste tu quien me dio el toque del aroma— dice y reímos.
— Ya olías mal yo solo le di el último toque — digo y reímos veo su sonrisa de holluelos tan hermosa, cálida, y perfecta, justo en ese momento me doy cuenta que aún no hemos hablado sobre el tema que llevo a Alan a traer serenata y a cantar cosa que sabe hacer muy bien, recuerdo que el siempre le cantaba las mañanitas a mi madre en su cumpleaños.
— No te lo puedo contradecir — dice poniendo su cuerpo en posición frente a mí —Alaia se que tal vez no creas nada de lo que diré, pero todo lo que diré es verdad.— dice tomando mi mano y viendo mis ojos.
— Alan no es que no te crea, es que las pruebas hablan solas y ese día cuando te llamé juré no hacerme ideas y esperar tu llamada aún escuchando la voz de esa mujer y justo cuando esperaba tu llamada salen esa noticias, ¿Qué crees que debía pensar? — digo viéndolo a los ojos enojada.
— Alaia te juro que entre Alice y yo no sucedió nada, es más yo ni sabía que ella estaría ahí, era con el nuevo socio y resultó ser ella, cariño— dice volteando mi rostro hacia el con sus manos.— yo nunca deje de pensar en ti, incluso cuando se apagó mi teléfono agilice la cena para terminar rápido e ir a cargar el teléfono y llamarte.— dice mirándome fijamente algo en mi dice que le crea pero no sé.
— Alan quiero creerte pero me dices que fue una cena y la llevaste hasta su casa vi las fotos y no solo yo todos la vieron.— digo y me suelto de su agarre de manos.
— Alaia por Dios, nunca he tenido una relación sería bueno si tuve una...
— Con ella misma por cierto y ¿Quieres que crea lo que me dices? No sé que pensar Alan pero donde hubo fuego cenizas quedan y no puedo darme el lujo de darme una oportunidad con alguien que apenas lleva un día Alan un día de intentar algo y ya al otro día andas con otra.— digo parándome del mueble enojada y me dirijo a la sala y el me sigue.
— No me dejas ni terminar de hablar, Alaia tu eres la que quiere acabar con algo que apenas comienza, como te decía yo solo he tenido una relación sería y si con ella, pero se que una relación se construye a base de confianza, y así como yo te di toda la confianza tu debes de darme a mi.— dice desesperado de un lado a otro peinando su cabello negro con su mano.
— Y TE LA DI ALAN, TE LA DI Y NO SABES CUÁNTO ME COSTÓ — digo elevando la voz y siento un dolor de cabeza y un leve mareo, me siento en el pequeño mueble.
— ¿Alaia te sientes bien?— dice preocupado y yo niego con la cabeza y sigo hablando.
— Me costó pero te la di Alan, no es fácil lidiar con tu historial de mujeriego.— digo más calmada.
— Y lo se Alaia, por eso puse todo de mi para intentarlo y lo estaba haciendo, Alaia mírame— dice bajando hasta donde estoy y tomando mi rostro con sus manos, mirándome fijamente a los ojos— ¿Crees que te podría mentir viéndote a los ojos? aquellos que tienen ese brillo tan especial y único los cuales siempre están en mi cabeza cada noche antes de dormir, Alaia te juré que te demostraría que si quiero intentar algo serio contigo, pero si no confías en mí ¿Cómo crees que esto funcionará?— dice acariciando mi mejilla sin dejar de ver mis ojos.
Y no puedo negar que algo dentro de mi dice que lo perdone, pero tampoco me voy a mentir diciendo que no tengo miedo, porque si lo tengo, miedo a que dañen mi corazón.
— Alan ...
— Alaia solo respondeme esto ¿Me crees a mí o a esas falsas noticias? ¿Vas a creer en personas que no conoces en ves de a mi que sabes que nunca mentiría?— dice con intriga, y no se que hacer, si darle otra oportunidad a mi corazón y olvidarme de mi conciencia o al revés.
Se perfectamente que a Alan no le gusta las mentiras, las odia el porque aún no lo sé pero no las dice y no les gustan. Pero esas fotos, esas noticias están en mi cabeza como un clavo en la pared y si saco ese clavo aún estaría el hueco de la duda.
— Dime Alaia ¿vas a confiar en mí o en esas personas?— dice aún mirándome como si estuviera leyendo mi alma esos ojos negros tan profundo y con un brillo intenso.
— Yo confío en ti Alan, voy a seguir confiando en ti, pero prométeme que nunca me mentiras y si me llegas a fallar me lo dirás.— digo viendo sus ojos.
— No te lo voy a prometer, te lo voy a jurar y demostrar, sabes que no me gustan las mentiras y espero lo mismo de ti, cariño lo que sea quiero que me lo digas sin miedo ¿Bien?— dice viéndome a los ojos.
— Así será bombón — digo Sonriente como le dice Sofi y valla que le queda el nombre y me da un beso en la frente, mejilla y en los labios tanto que me gustan esos carnosos labios.
— Pues si no te molesta y no hay problemas podría quedarme a dormir contigo.— dice dándome un beso en el cuello, y no es mala idea ya que mina al parecer no vendrá y estaría sola.
— Claro que te puedes quedar a dormir no voy a dejar que te vallas a esta hora, claro que no además zair de seguro se fue ya que no te ha llamado y no ha venido.— digo parándome de dónde estoy y me dirijo a la cocina por un vaso de agua y el me sigue.