Te atrapé (historia Corta)

•❥ Cupido❥• 4

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La universidad me recibe con estudiantes en las áreas verdes, otros conversando de forma amena, y otros solo leen. Me deleito con los grandes edificios de facultades por segunda vez, ya casi me queda poco para estar aquí nuevamente.

Me emociona la universidad, nuevas experiencias, nuevas rostros y nueva…Ropa, diviso el vestidor de los jugadores del campus, no estaría mal cambiarse de ropa, para poder buscar a mi objetivo, además de que no sé exactamente como es físicamente.

Abro cada casillero, buscando el uniforme de los chicos, no me maten, pero el de las chicas estaba más lejos y los pies me duelen, además nadie puede verme, soy invisible.

¡Bingo!

Encuentro algo decente. El uniforme de futbol, me quito el uniforme y es entonces cuando escucho voces, sé que no me pueden ver, pero ¡no jodan! no deja de ser incomodo, así que corro a una esquina de los vestidores para terminarme de poner el uniforme.

Gigantes con un atractivo deslumbrante entran, bíceps, cuádriceps sudor, cansancio por el entrenamiento. Como no detallarlos son bellísimos. Dejo de verlos y me preocupo por ponerme la ropa que agarré prestada, la devolveré cuando la lave.

Me detuve con abrupto.

Que presencia tan extraña estoy sintiendo, como si te pudieran ver a través del alma.

—Oigan, ¿dónde está Atley? —preguntó uno de los chicos.

Levanto mi rostro buscando al dueño del nombre para detallarlo mejor. Mi suerte no es tan mala después de todo.

Miro atenta para ver quién es que responde al nombre.

—Estoy aquí —sale de los vestidores de más atrás, con una toalla en la cintura, por acabar de salir de la ducha de jugadores—. ¿Qué pasa?

Entonces, ¿estuvo aquí adentro todo este tiempo?

Agradezco ser invisible.

Adoro ser la hija de cupido ¿ya lo dije antes? Esperen, creo que sí.

—Él entrenador te anda buscando, para darte los detalles de las jugadas y estrategias. —le informa el moreno.

—Iré en cuanto me cambie —responde Atley, se da la vuelta y lo detallo.

Alto, piel bronceada, cabello castaño claro, ojos miel, grandes y llenos de unas largas pestañas, rostro perfilado, labios rosados y finos, cuerpo de muerte, muy atlético, ¿quién será la afortunada de la carta? Te la buscaré, amigo mío.

Los vellos de mi nuca se levantan como un radar.

Otra vez esas energías.

A ignorarlas y concentrarse en mi flechazo.

Fase uno: investigar quién es la chica. Solo es cuestión de saber observa, como en el método científico, entonces seria: “fase uno observación de objetivo”.

A seguirlo…

💜

Después de un rato… El objetivo bombón radioactivo se sentó en una mesa no hace mucho solo a parlotear del juego con el capitán, que por lo visto es su amigo, todos charlan nada que pueda darme una pista de su chica ideal.

En sus clases se sienta en el primer pupitre, es de los que siempre levanta la mano para todo en las clases de matemáticas, o no sé cómo le llamen a esta matemática, porque no es la que me dan a mí, es bueno saber resolver esas bellas ecuaciones de la pizarra, me gustan las matemáticas se ven tan románticas, aunque para mi todo es romántico.

Visualizo desde la esquina un movimiento de papelito de su parte, una pequeña cartita, eso es símbolo de romance ¿cierto? Se lo pasa a una bella chica de sonrisa amable y cabello corto en mullet con una capa por debajo roja. Destilaba tanta ternura. Este movimiento me gusta, me acerco al pupitre de la chica y sin querer tumbo de su sitio su lonchera.

Rápido me abajo y no sé por dónde se me ocurre levantar la cuchara, sip, todos comenzaron a gritar y a salir corriendo ¿por qué? ‘‘hay un fantasma en el aula de cálculo.’’

Suspiro agotado y casi venciéndome de este enamoramiento, el único que quedó dentro del aula fue Atley y se tomó su tiempo para agarrar su mochila y pasarme por el lado con un rostro de lo que aparenta ser satisfacción, la presencia sobre él fue más fuerte, entonces era él el que desprendía esta aura.

No tardé y me fui tras él, en el pasillo Atley saludó a como cinco chicas y no le volvió a hablar a la chica del curso. Entro al baño y no creo que deba entrar allí, no va a estar su amor allí dentro, por favor…

¡Qué demonios!

Les juro que no aguanté el levantar los brazos al cielo con la escena que visualizo.

¿En qué momento entro esa chica que va de su brazo? Tuve que pestañear varias veces para comprobar que mis ojos no estén dándome un mal vistazo.

Muevo mis pies para tratar de escuchar su: muy feliz conversación.

—Y… ¿te gustó? —preguntó ella mimosa, acariciándole el brazo.

—Me encanto ¿Cómo lo haces Sídney?

Ay, no, estoy aquí para flechar, no para escuchar confesiones pasionales…

Sin duda, es ella, preparo mi arco para disparar y dejar de escuchar detalles.

—Adiós —se despide de él de la nada en medio de la conversación.

Es en serio, bajo mi arco y lo sigo.

¡¿Cuál es?!

💜

Atley se encerró en su cuarto y duró un rato que me pareció eterno en donde se escuchaba la música retumbar, no tiene compañero de habitación en la fraternidad, pero aun así evité entrar, me paseé por la misma casa en la cual hicieron la fiesta de disfraces.

Que recuerdos, no me emborraché, pero por lo menos me relajé después de tanto estrés por completar todos mis trabajos pre-finales, conocí a un chico vestido del Dios de la guerra, Ares. Y yo me vestí de cupido, no era una linda combinación, pero él y yo hicimos una química impresionante él y su maquillaje de guerra y ojos azules y yo con mi antifaz de cupido y vestido rosa, fue magnifico.

Pero me pasó lo mismo que a cenicienta… se me agotó el tiempo, y todo el encanto se fue.

—¡Atley, recuerda volver para la noche!



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En el texto hay: fantasia, romance, divertido

Editado: 24.12.2023

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