Te Ayudaré.

Capitulo 7.

Camino por los desiertos pasillos de la escuela, la tormenta azota afuera y los truenos suenan tan fuerte que hacen vibrar los vidrios de las ventanas que ya están empañadas y no me dejan ver a través de ellas.

Corey y yo no hemos hablado desde lo ocurrido ayer en la mañana, se encerró en su habitación todo el día, ni siquiera bajo a comer conmigo, lo escuche salir una vez en la noche, quise ir con él, hablar con él, pedirle una explicación pero me abstengo, tal vez es lo que necesita, un poco de tiempo a solas, sólo lo vi hoy en la mañana cuando vinimos a la escuela, pero no nos dirigimos palabra alguna.

La escuela esta sorprendentemente vacía, no entiendo porque, tal vez sea por la lluvia pero no quiero llegar a conclusiones.

-Ahí estas – una voz femenina me hizo detenerme de inmediato –. Nos habíamos preocupado – volteo y me encuentro con mis amigos, Andi y Mario.

-Hola – digo débilmente antes de abrazarlos.

-¿A dónde fuiste anoche? – pregunta preocupado –. La última vez que te vi estabas bailando con un rubio oxigenado.

-Sí, digamos que alguien fue por mí.

-¿Quién?

-Corey fui por mí.

-¿Te llevo en el estado en que estabas en su motocicleta? – pregunta Andi asustada.

-No, fue por mí en un taxi.

-Ah bueno, eso lo explica todo – Andi y yo nos dirigimos a Química y Mario a Matemáticas – ¿Cómo te ha ido con Fogelmanis?

-¿De qué hablas?

-No te hagas, sé que estás viviendo con él – me quedo helada, ¿Cómo se enteró? Si yo nunca le dije a... "Mario me las vas a pagar" – ¿Cómo es su casa? ¿Dónde vive?

-Su casa es agradable, de hecho demasiado agradable como para ser de él.

-¿Por qué dices eso?

-Porque vive sólo en una casa muy elegante.

-Espera ¿quieres decir que sus...?

-No, supongo que no, es que – paso mi mano por mi cabello frustrada – no sé qué le pasa, no tengo ni la menor idea de que es lo que le ocurre, dice que quiere ayudarme pero yo también quiero y no me dice que le ocurre, no me siento muy cómoda con eso.

-Si no te sientes cómoda, ¿Por qué no te vas de allí?

-No quiero regresar a mi casa, mis papás me matarían si lo hago, por haber desaparecido.

-Bueno, en eso tienes razón, ¿y porque no te mudas conmigo?

-No creo que sea una buena idea Andi.

-¿Por qué no? A mi mamá le encantaría tenerte con nosotros.

-Bueno, eso sí, déjame pensarlo y luego te digo.

-Okey – dice mientras entramos al aula de Matemáticas.

La clase ha comenzado pero no le estoy prestando atención al profesor, tengo la mente en otro lado, pienso en lo que me propuso Andi, tal vez sea bueno considerar lo que me dijo, irme con ella es una buena opción, dejaría de ser una carga para Corey y me sentiría genial al estar con personas que me quieren y me apoyan, pero una parte de mí no quiere abandonar a Corey, me he encariñado de todo lo que ha hecho para ayudarme...

-Ya se pueden retirar chicos, para mañana quiero contestadas las páginas 89 y 90 del libro, buen día.

El profesor sale y todos detrás de él.

***

Le he dado vueltas al asunto de mudarme, pero a pesar de lo que hago no tengo una respuesta fija, estamos a punto de salir, estoy guardando cosas en mi casillero cuando Mario aparece.

-Te estuve buscando en el almuerzo – dice recargándose en los casilleros.

-Es que me quedé a terminar un informe para Química.

-Oh, entiendo.

-Sí, Mario, ¿Qué es lo que tienes en contra de Corey? Digo, porque su odio es mutuo, ambos no se toleran.

-Es una historia muy larga que no vale la pena contar.

-Ambos son mis amigos...

-¿Desde cuando eres amiga de Fogelmanis? – dice con un tono molesto.

-¿Por qué te enoja?

-No me enoja, sólo...

-Entonces si no te enoja porque me lo dices así, como si yo hubiera hecho algo, como si yo...

Toma mis mejillas con ambas manos y se acerca a mi rostro.

-Me molesta que este demasiado cerca de ti – susurra, siento su aliento en mi cara –. Me molesta que vivas con él y que te traiga siempre a la escuela, que haga las cosas que yo siempre quise hacer – se acerca más a mí, mi nariz se ha pegado a la suya y sus labios rozan los míos.

-¡¿Qué demonios está pasando aquí?! – Corey está a mis espaldas, lo miro y de inmediato siento un escalofrió que recorre mi espalda y que hace que mis piernas comiencen a temblar, la mirada que tiene sobre Mario es totalmente aterradora, su aspecto furioso lo hace ver como un villano de película de terror, el que siempre te persigue para hacerte cosas innombrables – ¡¿Qué coño haces García?!

-Nada que te importe Fogelmanis – Mario avanza a él pero yo me pongo entre ambos, cosa que no sirve ya que Corey me toma del brazo y me pone detrás de él.

-Me importa todo lo que tenga que ver con ella.

-No debería, Kyle me tiene a mí para protegerla.



#11933 en Joven Adulto
#44367 en Novela romántica

En el texto hay: celos, amor, misterioso

Editado: 18.08.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.