La última semana de escuela ha sido una completa tortura para mí, Mario ha intentado acercarse a mí, pero yo lo evito, no quiero cruzar palabra alguna con él, ni siquiera mirarlo pero debo ser honesta, eso me duele.
Me duele tener que ser así de fría y cortante con él, se siente horrible, cada vez que lo rechazo mi estómago se revuelve, siento como si me estuvieran agujerando el pecho para sacarme el corazón, una parte de mí dice que debo perdonarlo, que debo escuchar sus explicaciones, pero cuando lo quiero hacer vuelve a gritar esa voz que dice que lo deje así, la que me recuerda que por su culpa mi papá ya sabe dónde me estoy quedando, que por su culpa mi papá estuvo a punto de violarme de no ser porque Corey lo detuvo.
A diferencia de Mario, mi relación con Corey ha mejorado bastante si soy honesta, hablamos un poco más y también convivimos, si antes estaba enamorada ahora estoy loca por él, es un chico tierno, detrás de toda esa mascara que hace creer a todos que no tiene alma, está un una persona que tiene un corazón cálido, lleno de sentimientos, creo que estoy viendo más allá de su aspecto, estoy viendo más allá de su cara que lo hace ver aterrador y peligroso, estoy viendo el corazón de un verdadero príncipe.
"Gracias a dios es viernes" susurra mi subconsciente mientras guardo unos libros en mi casillero, yo sonrío por que el día finalmente acabo, al fin, fin de semana, mis días más sagrados.
-Kyle tenemos que hablar – Mario está a pocos pasos de mí, me mira con una expresión seria, yo simplemente cierro mi casillero y doy media vuelta.
-No tenemos absolutamente nada de qué hablar – digo dando un paso hacia adelante.
-Kyle, por favor – suplica, trato de no doblegarme, trato de no rendirme.
-No hay nada que justifique lo que hiciste – me giro para para mirarlo –. Por tu culpa mi papá sabe ahora donde estoy, trato de violarme, todo para tratar de separarme de Corey, estoy mejor ahora con él que con mis padres.
-Créeme cuando te digo que estas muy equivocada.
-¿Por qué dices eso? ¿Por qué siempre me dices que si estoy cerca de él corro peligro? Él no ha hecho otra cosa más que ayudarme.
-Porque lo conozco – dice acercándose a mí, pero yo me alejo –. Sé de lo que él puede ser capaz.
-¿Por qué sabes todo eso?
-Porque Fogelmanis es mí... primo.
Abro mis ojos como platos al escuchar esas palabras, la sorpresa me golpea brutalmente ante la confesión de Mario, eso nunca lo esperé venir, aunque eso no explica la hostilidad que comparten entre sí.
-No puedo creer eso – digo tomándome la cabeza que me ha empezado a dar vueltas.
-Mi mamá era hermana de la madre de Corey.
-¿Cómo que era?
-La madre de Corey murió hace como dos años, ¿no te lo dijo?
Niego con la cabeza mientras trato de recuperar el aire.
-Mario, lo mejor será que me vaya, ocupo procesar todo esto – doy media vuelta y me dirijo a la salida, esto es horrible.
Mi mejor amigo es primo del chico que me gusta y me acabo de enterar de que Corey es huérfano de madre, el chico ha llegado y ha visto mi palidez, me pregunta si estoy bien, yo asiento y subo a su motocicleta para ir a casa a descansar.
***
Ya es de noche, he pasado el día entero procesando todo lo que Mario me dijo y aún es imposible de creer, yo nunca imagine esas revelaciones en un solo día, para mi buena suerte Corey se fue a trabajar todo el día, por lo que me he librado de su interrogatorio, ha llegado hace más o menos una hora, le pregunte si quería cenar pero él se negó, yo asentí y subió rápido a la planta de arriba.
Estoy cenando de manera silenciosa un pan con un café, no suelo cenar mucho o comer mucho, debido a que mi papá perdió su empleo y tuvo que buscar uno donde le pagaban menos, pero lo despilfarraba en alcohol y estúpido vestidos caros para mi madrastra, casi nunca había mucha comida así que me acostumbré a comer porciones pequeñas.
Como lentamente hasta que escucho un rechinido proveniente de arriba, algo ha ocurrido, dejo mi cena en la mesa y subo con un paso cauteloso a la segunda planta, la trampilla que se haya en frente de la puerta del baño está abierta, la escalera se extiende hasta el piso y da a una habitación que se ve oscura... el ático.
El mismo lugar al que Corey me prohibió entrar, me quedo escondida en las escaleras cuando lo veo bajar con su pijama puesta, tiene los ojos rojos, como si hubiera estando llorando, cuando baja cierra el ático y se mete en su habitación, ¿Qué escondes ahí Corey Fogelmanis?
***
Aún estoy despierta, el reloj marca las tres de la mañana, mi curiosidad por saber que esconde Corey ahí me está consumiendo, quiero saberlo, quiero descubrirlo, me levanto de la cama y salgo de la habitación y verificó que las luces del cuarto de enfrente estén apagadas, voy a la puerta del ático, tomo el cordón y lo bajo lentamente para evitar hacer ruido, cuando la escalera ya está completamente abajo, tomo mi celular, prendo la luz y subo hacia la entrada.