Capítulo I: ¿Yes or No?

Todos estaban reunidos con solo un propicito; observar. Ethan estaba nervioso, su familia, de lejos, le daba ánimos. Sus manos sudaban, vacilando entre tocar el timbre o no. Miro de reojo a su alrededor, estaban sus amigos, familiares, y personas que solamente venían a ver que estaba pasando. Detrás de él, estaba un grupo de amigos que sostenían carteles.

Nada puede salir mal, pensó positivamente Ethan en un intento de sentirse menos nervioso. Con un nudo en la garganta, presiono aquel timbre. Se escucho ruido dentro y un “Espere un momento”.

Espero unos segundos y la puerta fue abierta. De su interior salió una chica de cabello largo, de color blanco, de ojos azules oscuros y tan pálida como su cabello. Antes de que la chica preguntara que demonios hacían todos allí, Ethan hablo.

—Abigail, sé que apenas llevamos un año —Dijo tratando de que su voz saliera segura, no con todos los nervios a flor de piel— Pero quiero que sepas que te amo más que cualquier cosa, pasamos mucho juntos y fue un infierno para que tu familia me aceptara —Se rio un poco para quitarle hierro al asunto. Abigail solo lo miraba sin entender, pero, aun así, le sonrió— Se que quizás esto es apresurado, pero siento que debo hacerlo, quiero hacerlo. Nos conocemos al derecho y al revés, y un día pensé; “Tienes una hermosa mujer a tu lado y la quieres para toda una vida” Y aquí estoy, frente a tu puerta para preguntarte una cosa —Se arrodillo. Abigail se tapó la boca con las manos, queriendo llorar allí mismo. Ethan, de su bolsillo, saco un anillo que parecía brillar. Los amigos detrás de Ethan elevaron los carteles, diciendo una frase; — ¿Te casarías conmigo?

—Y-yo… —Tartamudeo Abigail, recorriendo con sus ojos las caras de todos allí presentes. Todos estaban con una sonrisa boba, viendo la propuesta de matrimonio de Ethan hacia su novia. Sus manos temblaban, y no de precisamente emoción o nervios, si no, de miedo.

Ethan estaba paciente esperando arrodillado delante suyo, ofreciéndole un anillo que era más que hermoso a la vista de la chica. Pero sucedió algo que dejo a todos en un silencio tenso.

Abigail cerró la puerta de un portazo.

Todos se acercaron al chico, el cual dejo de estar arrodillado para ponerse de pie, y empezaron a lamentar la respuesta de la chica. Los amigos más cercanos se veían uno al otro, sin saber que fue mal para que Abigail le allá cerrado la puerta en la cara a Ethan. Ellos sabían, desde hace mucho antes de que ambos fueran pareja, que las cosas entre ellos funcionarían, tenían química. El tiempo que estuvieron de pareja, parecían una pareja feliz, una pareja estable. Todos esperaban ese paso, todos esperaban con ansias el “Si” de la chica, fue triste ver como la cara de Ethan cambiaba de, una super nerviosa, a una completamente devastada. Los familiares, que solamente eran padres y hermana, se acercaron sabiendo lo destrozado que estaría Ethan.

—Quizás estaba nerviosa y no supo cómo reaccionar —Trato de explicar el comportamiento de la chica La madre de Ethan, mientras acariciaba la espalda de su hijo.

—Mama tiene razón, puede que este en shock —Le siguió La hermana—, Ya verás que cuando se recupere te dirá la respuesta.

—Hijo, no te desanimes, hay muchos peces en el mar —Dijo El padre como si nada, ganándose la mala mirada de ambas mujeres. La mirada de ambas le dieron miedo hasta cierto punto, parecían como si se le fueran a saltar encima en cualquier segundo.

Ethan suspiro derrotado, sin saber cómo sentirse verdaderamente. Miro por breves minutos la puerta y dio media vuelta.

—Me voy, tengo que… hacer cosas en casa —Dijo con desgana y empezó a caminar. Los pocos que aún quedaban, Padres, hermana y los amigos que tenían el cartel aun, se miraron. ¿Cómo se animaba a alguien quien le dicen “no” en una propuesta de matrimonio? No lo sabían y eso les hacia un problema en este momento.

—Lo deberíamos dejar solo, necesita pensar en esto —Opino La hermana, llamando la atención de todos— Necesita digerir la noticia del rechazo.

Todos asintieron con la cabeza, dándole razón a la chica. Cada quien siguió con su camino, carcomiéndose la cabeza pensando en cómo animar a Ethan.