-por fin a dormir cómodos- exclamo Oliv al llegar a la habitación del hotel.
-¿les parece si nos vemos en unas diecisiete horas?, necesito dormir.- pregunto Alex a sus amigos.
-te daré 4 horas, nada mas.- respondió Emma.
Nadie dijo nada y todos fueron a dormir, eran las 6 de la mañana y se encontraban muy cansados por la larga noche que habían pasado celebrando el cumpleaños de su amiga. Abbi se quedó despierta y decidió dar un paseo por el lado de la piscina del hotel.
Abbi había escogido un traje de baño de dos piezas y encima de este llevaba un short y una blusa suelta, se encamino hacia la piscina llevando su toalla en mano.
-buen día- le saludo el recepcionista
-buenos días- contesto Abbi amablemente.
Encontró un lugar vacío de lado contrario donde estaba el sol, así podía estar tranquila de no quemarse mucho con el sol, pensó Abbi dentro de sí misma.
-¿está ocupado?- hablo una voz al lado de Abbi, ella levanto sus ojos hacia la dueña de esa voz pero no esperaba encontrársela, especialmente en ese lugar.
-Abigail, querida, que gusto es poder verte, hace mucho no se de ti.- se acercó a saludarla pero Abbi se levantó de repente y la dejo allí sola, lo menos que quería en esas vacaciones era acercarse a su vida y problemas que la atormentaban a diario. Sintiéndose algo enojada subió de nuevo a su cuarto, no paso ni 10 min en la piscina lo cual al verla Emma llegar a la habitación después de tan corto tiempo y verla con una actitud de fastidio fue lo suficiente para centrar curiosidad en ella.
-¿qué paso?- pregunto Emma muy cautelosa con las palabras que usaba, Abbi no era muy dada hablar de lo que le ocurría.
-no vas a creerme a quien me encontré abajo, es decir a quien me encontró.- bufo llena de fastidio y se arrojó sobre la cama de espaldas.
-sería más fácil si me dijeras quien.- atribuyo Emma a lo que decía Abbi.
-a la maldita enfermera, como la odio.- Abbi se cubrió la cara llena de furia.
-oh cariña- se acercó Emma al lugar donde Abbi se encontraba y empezó a acariciarle el pelo.
- es horrible cada vez que la veo, cada vez que veo a papa, es demasiado frustrante, los odio demasiado.
-desahógate conmigo- ánimo Emma a Abbi.
-en serio me siento muy mal, es horrible saber que el hombre que considera como padre haya echado a la basura tantos años de matrimonio a la basura por solo una aventura con esa tipa, no sabes lo horrible que fue ver a mama llorar noche tras noche, ella lo amaba, Emma, ELLA LO AMABA y el no, ¿sabes? A veces suelo culparme por todo lo que paso con ellos, si hubiera estado más en casa que en cualquier otro lugar hubiera hecho nudos más fuerte para mi familia y tal vez no…- Abbi no pudo terminar lo que decía a causa de las lágrimas que empezaron a salir y el nudo que se formó en su garganta.
-calma, calma. No tienes por qué juzgarte o echarte la culpa a ti, el único culpable es tu padre quien no pudo ver las grandiosas mujeres que tenía a su lado esperándolo en casa todo el tiempo. Trata de olvidar lo sucedió y sigue adelante, por tu mama y por ti, hazla sentir orgullosa de lo que era y en lo que te convertirás, el salió de tu vida porque no te merece, no merece a alguien como tu como hija, así que cálmate y deja de llorar, no me gusta verte así, mira, estamos aquí y no puedes darle el privilegio de que te lo arruinen.- Abbi entre sollozos agradeció a Emma y se unieron en un gran abrazo fraternal.
-ahora vamos a dar una vuelta tu y yo mientras los demás se despiertan.
-está bien- respondió Abbi algo mejor de ánimo y se puso en pie.
Salieron del hotel y fueron camino a la playa que quedaba cerca al hotel.
-¡mira qué bonito!- señalo Emma a Abbi.
-solo es el sol, eso no me hace sentir mejor y tampoco estoy tan mal.
-no tonta, mira.- señalo Emma una vez más pero tomando la cara de Abbi para que mirara hacia la dirección correcta.
-¡pero que hermoso!- grito Abbi al darse cuenta de lo que su amiga le señalaba, era un grupo de personas a unos metros, se podía ver que el hombre estaba arrodillado y por la cara de asombro y los gritos de las personas, era una propuesta de matrimonio.
-oh dios, pero que romántico, plena luz del día y el lado de una playa, seguro le dice que sí.
-creo que la chica no piensa lo mismo.- interrumpió Emma a su amiga.- la chica salió corriendo de donde estaba el chico arrodillado, todo el mundo empezó a llamarla por su nombre.
-apúrate, corre hacia acá, disimula.- le susurro Abbi a Emma.- la vieron pasar y ella iba inmersa en lágrimas y no dejaba de correr.
-creo que escuche que se llama Laura, mira se detuvo.- observaron las dos hacia a donde había ido la chica, efectivamente había dejado de correr, estaba en la orilla del muelle, se sentó y parecía que lloraba incontrolablemente.
-¿vamos? Creo que le gustaría hablar más con un extraño que con algún conocido.- cuestiono Abbi a Emma, las personas que estaban allí se habían dispersado y quedaban un poco de personas junto con el chico.
-en realidad somos dos extrañas pero bueno, participemos en este drama de telenovela.