Té de Marrubio

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 Hoy tampoco quería despertar. 

    Han pasado dos días, supongo. No me gusta estar en este lugar. Intento dormir, pero me siento con desasosiego. Creo que estas personas me observan y me ponen bastante nervioso. No he salido de aquí porque estoy cansado, solo de mi mera existencia.

    No tengo mucho que hacer encerrado aquí. Puede que mi rutina sea dibujar, dormir, escribir y volver a dormir. Hay unos muñequitos de hule en la mesa un poco feos y me recuerdan a alguien... 

    Mi madre no ha venido, nadie... Pero no la culpo por eso. En este momento seguramente está agotada también y preocupada. Sin embargo, hay algo que me tiene muy angustiado desde que desperté.

    Como tengo mucho tiempo libre aquí a veces solo me quedo recostado pensando, lo cual me termina por afectar mucho y en realidad no sé porqué lo sigo haciendo. Me gustaría que mi cabeza no jugara así conmigo. Entre mis divagaciones algunos recuerdos regresan y me hacen extrañar muchas cosas. ¿Por qué no se puede regresar en el tiempo? En realidad me arrepiento a veces, pero eso ahora no vale nada.

    No me soy merecedor del perdón de nadie aunque lo ruegue sobre mis rodillas.

    Seguramente las personas de este lugar piensan que me estoy volviendo loco o me estoy deteriorando, porque cada vez que me vienen a dejar comida percibo la lástima en su mirada, como si fuese un mendigo. No he visto mi reflejo todo este tiempo y no sé cuál es mi aspecto. Bueno, siempre estoy hecho un asco. Pero es diferente estar así en un lugar donde no conozco a nadie. 

    Espero que a estas personas no les importe mucho como me vea porque me daría algo de vergüenza.



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En el texto hay: vida, tiempo, mente

Editado: 19.02.2019

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