Te Elegí Primero

Soñar a medias

Hace 4 años...
-Señor Rinaldi, creo que sabe más que bien como funciona un acuerdo matrimonial- el hombre sentando frente a él le estaba sacando de sus casillas -
- No voy a imponerle a cualquiera de mis hijas un yugo así, suficiente tuvimos con nosotros-
Respondió este con enojo -
- no quiero forzarla, solo quiero que ella sepa que hay alguien que la pretende - respondió el joven frente a Anthon -
La puerta del despacho se abrió sin aviso para mostrar la hermosa mujer que tenía por esposa.
- Señora Rinaldi - saludo el joven en lenguaje de señas -
- Podrías dejarme sola con Maximiliano - dijo ella a su esposo quien la miró con el seño fruncido-
- No quiero nada de lo que él proponga Camil y lo digo en serio - Rinaldi estaba seguro que su esposa si haría semejante tontería-
- Tranquilo, solo deseo hablar con él chico -
Anthon salió de su propio despacho y fue a tomar una copa al bar de enfrente.
- Ya que estamos solos Máx podemos hablar... abiertamente- sonrió Camil y este miró a las cámaras-
- tranquilo, ya las han apagado, verás Máx... te ayudé antes por que vi en ti la misma chispa que mi...que en Anthon hace mucho tiempo, pero codiciar a la niña de los ojos de mi esposo creo que no esta en tus posibilidades- ella miró duramente a Maximilano Santizo, un chico que admiraba, que hizo todo por ser de su agrado, al punto de hacer que todos los que la rodeaban aprendieran el lenguaje de señas; eso no quitaba que pretendía a su hija-
-Se que ella debe vivir su adolescencia como cualquier chica, tampoco pretendo acercarme ahora, pero quiero tener el privilegio de poder ser su prometido cuando sea mayor de edad; nuca le haría daño madrina -
- Se te olvida a veces que eres mi ahijado, solo cuando te conviene sacas a relucir mi titulo sobre ti -
Camil lo miró sonriente y después de una pausa llamó a Mauro -
- Señora - saludo Mauro desde la puerta -
- quiero que redactes un acuerdo de compromiso, prematrimonial, más bien... - rápidamente Mauro tomó asiento y sacó su tablet.
1 - no puedes salir con nadie, menos aparecer con acompañantes en ninguna fiesta.
2 - te alejarás de Nathalia hasta que tenga 21 años... no puedes acercarte a ella de ninguna forma aún si ella pretende tener novio -
3 - se te darán 300 millones de dólares y solo se te aceptará como su prometido si ese dinero vuelve multiplicado por 10 al momento que ella cumpla los 21...
- Madrina, ¿no crees que solo estas colocando tu parte y no la mía?-
Máx estaba un poco molesto por que ella conocía sus capacidades y lo estaba humillando -
- Espera -
4 - solo serás prometido de mi hija si ella no encuentra a quien amar o ella decide que necesita un esposo impuesto por nosotros-
5 - si ella llega a salir dañada de alguna forma estando contigo, el divorcio se hará de inmediato y no podrás volver a verla.
6 - en todo caso, sí...y solo si, ella es correspondida, podrás quedarte con el dinero y sus ganancias como compensación-

- Madrina... no puedo alejarme de ella -
- Lo siento, pero debes saber si lo que sientes por mi hija es solo un capricho o si puedes olvidar que sientes algo por ella-
Máx suspiró impotente, sabía que su Madrina era una persona con la cual no se podía jugar.
- aceptaré lo que pidas; total ya me he alejado bastante de ella para poder olvidarla pero no funciona -
-¿como así?-
- Recuerda Madrina que fuiste tú quien me rescató y protegió durante casi un año de mi propia familia; cuando la vi por primera vez me pareció el más hermoso ángel que había visto en mi vida.... es demasiado dulce, a pesar de ser una niña en ese entonces sus palabras eran muy centradas, la adoré desde ese instante. Pero me alejé por que era un adolescente, ella aun no tenía edad ni para robarle un beso y me dedique a aprender los negocios para no pensar en ella pero me es difícil a medida que crece -
-¡Hay! pequeño Máx, tienes 19 y ella 14, en serio quiero comprenderte, diré esto: espera un poco más... se que es difícil cuando solo uno ama, asi que espera -

Actualidad

Anthon aún recordaba ese día, su esposa había comprometido a Nathalia con ese chico y ahora su niña andaba enamorada de unos jóvenes mucho mayores que ella en la universidad.

Por su parte Camil, no tenía tiempo de pensar en eso ya que tenía la cena familiar de cada año con sus amigos y con Alessandro... además tenía que podar las flores que estaban en la parte mas lejana de su jardín.

- ¡Camil!-
- ¡Por Dios cuñada!- dijo ella con la mano en el pecho-
- Lo siento, no pretendía asustarte, ademas ya no soy tu cuñada -
- Sam, sigues siendo parte de esta familia, aunque, hace mucho que no te veo ¿como has estado?-
- Bien, solo vengo por que tu hija ha estado muy insistente con uno de mis hijos -
-¿como así?- camil no tenía nada de idea que algunos hijos de Sam estuvieran en la universidad-
- Sabes que Alessandro no me recuerda y solo le dejé dos de mis hijos con el... -
-Esa parte la se muy bien, quieres decir que ella está enamorada de su primo no es así-
- No es su primo, sabes que no me molestaría que se casara con ella pero si se queda con él no la vas a volver a ver - Camil podía permitir que se casara pero no que se fuera -
-No te preocupes, puedo arreglarlo -
- Me preocupa como reaccione, si lo llega a saber Alessandro no terminará bien -
En eso unos gritos y cosas rompiéndose en la casa alertaron a Sam.
- Creo que ya empezó el problema, Camil espero que lo soluciones - dijo ella mirando las flores negras que ella cortaba.
- Ten, creo que son tus favoritas; algo me dice que ya no vas a volver y quisiera que te llevaras esto - le entregó las flores junto con el anillo -
- Aunque Alessandro no me recuerde seguimos siendo familia- ella quiso devolver el anillo a Camil pero ella lo rechazó-
- Mira quien lo dice, la que acaba de negar ser mi cuñada; esta bien, no vamos a dejar de ser familia por un anillo - las dos caminaban hacia la casa cuando el elicoptero de Alessandro aterrizó en el campo pues ya había uno en el aeropuerto privado. Nathalia había llamado a su tío por que alguien le había rechazado, estaba tan mimada que nadie le negaba nada y aunque Camil se enojara todos los hombres de la casa hacían lo que fuese por ella.
-Deberías intentar hacer que te recuerde- miró a Sam quien aún le brillaban los ojos al verlo -
- no Camil, esta mejor sin recordarme- ella se marchó no sin antes toparse con Alessandro en el camino -
- Reina - Alessandro se quito del camino haciendo una pequeña reverencia -
- Alessandro- respondió y este la alcanzó tomándole la muñeca, de inmediato las chispas entre ellos surgueron como si nunca se hubiesen apagado... pero ella no debia pensar con su corazón -
- No deberías haber hecho eso - dijo mirando su brazo y Alessandro la soltó de inmediato, aunque algo le decia que esa todo su ser le pertenecia a esa mujer-
- ¿Qué hace en casa de mi familia?-
- Visitando a una amiga- dijo esta y escuchó los gritos de Nathalia - pero debería a ir a tranquilizar a la chica-
- señora... -por algún motivo extraño quiso detenerla, quiso besarla, abrazarla, pero algo le impedía hacerlo y no era su estatus de reina, era algo más... algo que no se podía explicar-
- No te metas - dijo ella enojada y se fue.




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