Te Elegí Primero

Mi Reputación

-Madrina, Natalia, esta todo bien - Ambas estaban abrazadas en la cama, la pequeña tenía una expresión molesta al ver a Max entrar al dormitorio.

-No deberías entrar así a la habitación de una Dama- Todavía en estas circunstancias era capaz de sacar su molestia frente a él

-¡Natialia!-era imposible para Camil controlar el temperamento de una niña tan ruidosa.

-Si aún no estas bien deberías dormir, incluso si se trata de mi cama- hasta entonces Natalia comprendió que ella estaba en un lugar que no era suyo.

-Quiero irme mamá- sus ojos lastimeros y su piel mas pálida de lo normal harían que cualquiera se sienta con deseos de protegerla.

-No puedes irte ahora, hay reporteros en la entrada- Respondió Maximiliano y Camil miró sus ojos comprendiendo la situación.

-¿porque debería preocuparme por ellos?- Camil quiso darle un jalón de orejas a esta niña tonta.

-alguien filtró que Maximiliano Santizo está en esta habitación y hay una foto mía entrando a la misma habitación; hija, esto es peligroso tanto para mi como para Max, tu padre sabe que no hay nada entre nosotros pero la prensa nos comerá vivos, incluso si lo explicamos sin que salga tu nombre a relucir será difícil para ambas compañías.

-Recuerdo eso, el abuelo decía que la reputación de la compañía dependía de la de su dueño; entonces, ¿Que debemos hacer?- Camil tomo una bocanada de aire para poder hacerlo

-Solo podría ser una historia que incluya a dos personas que no se soportan como enamorados-

-¡Que!, ¡mamá!, esto más bien parece un truco más que una historia, ¡tú planeaste esto!- señaló a Max, mientras se levantaba de la cama para golpearlo pero solo resultó cayendo mientras este la tomaba en brazos.

-Podrías dejarme a solas con ella Madrina-

-Hijo...-

-Vamos mamá, sal de aquí, quiero ver que tiene que decir este imbécil -

-Creo que prefiero perder mi reputación antes que tener que escuchar más majaderías de esta insolente- Camil quiso pegarle a Natalia pero Max la detuvo

-No vale la pena que te enojes, déjamelo a mi- la sacó de la habitación y cerró la puerta con llave.

-No voy a enfrentarme a tu cólera de adolescente sin madurar...- tomó una tablet de la mesa de noche y se la tiró a la cama, mientras tomo unas ropas del cajón para irse al baño.

-¡Que es eso!-

-No grites Natalia, por que no te estoy faltando el respeto como lo haces tu cada dos por tres-

Se quedo sola sentada en la cama mientras daba play al video. Todos los acontecimientos de esa noche pasaron ante sus ojos y se dio cuenta que todo era su culpa. Incluso esas chicas pensaron que Max era un viejo, ver la preocupación de este al verla de ese modo, como llamó a diestra y siniestra para poder encontrar una solución, que no involucrara tocarla sin estar realmente consiente de sus actos.

-Asumir la responsabilidad- lo dijo en un tono tan bajo debido a las lágrimas en su cara que no sabía que era. Para ella solo era otro año más, pero realmente había cumplido 18 años, no estaba en edad de tomar, ni de entrar a ningún antro, pero lo hizo y muchas veces... ahora que estuvo en un gran problema, ni papá, ni tío Alessandro estaban, somo Max y mamá, las dos personas que siempre tenían algo que decirle sobre su comportamiento.

Max salió del baño con solo el pantalón puesto, su cabello aun goteaba y su torso desnudo dejaba ver su aspecto pulcro, estéticamente bien proporcionado aunque no había señal de músculos marcados, se notaba que hacía ejercicio con regularidad, su cabello revuelto lo hacía ver como si fuese un chico cualquiera de la universidad, pero de esos que están en el equipo de fútbol, el popular.

-Debería grabar tu expresión en lienzo, estas babeando ¿sabias?-

-¡tú!, solo dices tonterías, solo pensé que... que te ves más juvenil con el cabello revuelto-

-Gracias, pensé que era comestible por la manera que me comías con la mirada -

-¡Calla!, deja de burlarte de mi, ¡ves lo que digo!, solo eres un idiota-

-Lo siento, no quise burlarme, solo quería que dejaras de llorar; lo que viste, no tiene importancia porque me encargue de ello en el 90%, solo no pensé en los reporteros-

-Ellas, ellas...ellas-

-No volverán a molestarte, mientras estés conmigo no volverá nadie a molestarte-

-Estas asumiendo que voy a tomar la responsabilidad de algo que no pasó-

-Me pediste que te ayudara, no necesariamente tenía que darte mi cuerpo- se inclinó hasta ella, colocando sus manos a los lados de cama dejando todo su pecho frente a sus ojos- pero podemos proseguir si lo deseas, ahora estas mas consiente que hace unas horas-rápidamente ella lo apartó con sus manos sintiendo como la electricidad recorría su cuerpo.

-Eres tonto, mi madre está afuera- tocó sus manos y miró como Max se daba la vuelta para colocarse la camisa.

-¡Oh!, vaya, no pensé que eras de esas que fantaseaba conmigo-

-Quien te dijo semejante tontería, yo nunca ...-

-Pero no dijiste que no, solo dijiste que tu madre esta afuera, como si debiéramos esperar a que se vaya o decirle que nos deje a solas -




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