Te encontré

Bestia...

Salimos de la habitación en la cual nos habían retenido, de pronto aparecieron algunos guardas de seguridad, nos estaban rodeando; al parecer ellos también tenían sus planes pero nosotras no nos dejaríamos vencer, en el aire se sentía la presión y la adrenalina corría por mis venas, y algo mas algo muy poderoso sangre, pero mi sangre es especial, en mi sangre llevo los genes  de mis antepasados, llevo sus dones y algunas anomalías  muchos que al parecer hoy debían liberarse un poco, muchos nos decían monstruos, pero tal vez no se equivocaban quizá si eramos monstruoso,  y hoy íbamos a actuar como tales.

Controle mi respiración agitada, sentía como la sangre fluía a través de mi, la bestia quería despertar y esta vez no bastaría con un poco, ella quería actuar y yo no se lo iba a impedir, estaba cansada de rechazarla de ignorarla, de ignorar esos instintos, pero hoy tomaríamos el control, hoy seriamos libres, así que solté el aire que tenia mis pulmones, relaje mi cuerpo y sentí como ella volvía a mi, sentí como nos juntábamos como nos sentíamos una, de pronto ya no era solo yo, ella estaba ahí y juntas íbamos a ser libres.

-Clara, ten cuidado.- Esa advertencia de Bianca, me despertó, me pare firme sentía como el poder surgía, mi  rostro reflejaba la satisfacción y  sin pensarlo dos veces empuñe la espada y me dirigí hacia mis enemigos, como en una hermosa danza fui acabando con sus vidas, mientras mis fieles compañeras participan muy activamente de la danza,  la sangre brotaba para todos los lados y los enemigos caían con cada ataque, Anyel parecía un verdadero ángel mientras blandía sus armas, su cabellera blanca se había tenido con la sangre de sus enemigos, la bestia que recidia en ella estaba saliendo, sus ojos hacían temblar a sus enemigos y sus ataques eran cada vez mas feroces; mientras tanto Bianca sonreía  euforicamente, ella desde hace un tiempo necesitaba probar unos venenos y al parecer hoy era el día, su cabello negro se movía velozmente con el viento, y su cuerpo danzaba, todas estábamos listas para  terminar nuestro trabajo y morir no era opción, después de unos minutos golpee a algunos hombres mas mientras me dirigía a buscar a el niño, el corazón me latía muy rápido, mientras continuaba con mi búsqueda.

Corrí, corrí como nunca sabia que si me demoraba mis amigas estarían en peligro, aunque eran fuertes el cansancio y el dolor siempre hacia reclamos en nuestros cuerpos así que baje unas escaleras de prisa, hasta llegar a un lugar muy grande, el olor a sangre llego como una ráfaga, se escuchaban suaves sollozos, así que camine con cuidado, agudice mis sentidos, cada vez me adentraba más, cada se veía más claro, aparecieron unas celdas con muchos barrotes, allí habían muchos niños, estaban muy delgados y con batas de hospital, era terrible verlos así, en ese momento salieron unos hombres con batas largas de una habitación, llevaban a una niña muy golpeada, ella solo gritaba y trataba de soltarse, en ese momento no pude soportarlo más, les dije a las chicas la situación y el cambio de planes, la ira se apodero de mi al ver como golpeaban a la pobre niña, era como verme a mi misma tratando de luchar contra los cerdos que me hicieron tanto daño, así que me prepare era el momento de ayudar, de liberar a estos niños, y dejar ir una parte de mi pasado.

 



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En el texto hay: accion, amor, peleas

Editado: 09.09.2021

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