Te encontré en la oscuridad

Capítulo 31

John

—¿Por qué esa sonrisa de enamorado? 

Sara, mi hermana me da un leve empujón. 

—¿Algo de lo que deba enterarme? ¿Quién es esa tal Luz? 

—Que chismosa que saliste hermanita. 

—Yo solo quiero saber, no seas malo, ya cuéntame. 

—Pregunto yo primero y luego preguntas tú ¿Qué te parece?

—Eres un tramposo, pero lo acepto…Empieza. 

Si me da la mano, yo me tomo del brazo, y esta es la oportunidad de saber acerca de su "amor". 

—¿Cómo conociste a tu novio? 

—Se llama Kai, y es un profesor voluntario en uno de los orfanatos que dirijo, ahí lo conocí. 

—Te toca. 

—¿Quién es Luz? 

—Es una amiga. 

—No se vale, eso no me dice nada —me lanza la cuchara con la que revolvió su té. 

—No es mi culpa, debes preguntar bien. Me toca, ¿Cuánto llevan de pareja? 

—Un par de meses, no es mucho, pero estoy segura de que él es el indicado. 

—¿Segura segura?, ¿No es un interesado? ¿Le llamaste la atención antes o después de saber que eras una Anderson? 

—Hey hey, no te adelantes que me toca a mi, guarda las ganas. 

—¿Qué hace tu amiga Luz? 

—Es mesera en una pastelería. Ahora responde hermana.

Suspira ofuscada —. No lo sé John, cuando nos topamos en el pasillo no parecía conocerme. Mi turno… ¿Tienes algo con ella? 

—No, solo me ve como un amigo. 

Sus ojos se abren enormemente —. ¿Me estás diciendo que no te ha coqueteado, que te tiene en la banca?

—Así como lo oyes. Es una chica preciosa, y única. Diferente a todas las que he conocido. 

Sus cejas se elevan —. Ya caiste hermano.

Me echo a reír con ganas, sé que he caído. Tropecé con su mirada, y caí cuesta abajo sin ningún resguardo. Se adentro en mis pensamientos más de lo que pude llegar a imaginar y ahora es impensable tener algún sueño sin que ella esté en el. 

—Espero poder confesarle lo que siento, y que me acepte.

—¿Estás seguro que es una buena mujer? 

Afirmo con mi cabeza —. Si la conocieras, te darías cuenta. 

Su mirada se desvía y se rasca el puente de la nariz con sus dedos. 

—Supongo —dice, algo nerviosa. 

Quiero preguntarle el porqué de su reacción pero el timbre del departamento suena. Me pongo los anteojos negros en los que ella se levanta rápidamente para poder abrir la puerta. 

Se escuchan risas y pisadas acercándose, llegó el momento de conocer al susodicho. 

Un sujeto alto y delgado hace acto de presencia sosteniendo la mano de Sara. 

—Él es mi hermano mayor, John. 

—Encantado, soy Kai —se acerca a mi con la mano extendida. Sin embargo, deliberadamente lo ignoro, ¿Quién podría culparme?, soy ciego. Es un tonto si cree que lo voy a corresponder. 

Sara susurra algo en su oído a lo que él asiente avergonzado y esconde la mano detrás de su espalda. 

—Mucho gusto John, ¿Cómo estás? 

—Perfectamente bien. 

Veo que ambos se sientan frente a mí. Mi florcita lo mira cuál mujer enamorada, como si el pelagato fuera el último hombre del mundo. 

—Y bien, ¿Así que eres profesor? 

—Si. 

—¿Dónde trabajas? 

—Ahora me encuentro haciendo un reemplazo en un colegio particular, además del voluntariado en el orfanato. 

Con que no tiene un trabajo estable.

—¿Tienes casa propia? 

El sujeto mira a mi hermana y luego da un vistazo al suelo.

—Alquilo un departamento en lo que ahorro para una vivienda. 

—Entiendo… ¿Y realmente amas a mi hermana? 

—¡Ya basta! —interrumpe Sara antes de que él pueda contestar —. ¿Es una clase de interrogatorio?, no te pases John. 

—Solo me preocupo por tí. Tú entenderás Kai que ella no es cualquier mujer, y es mi deber cuidarla y protegerla. 

—Lo entiendo. Yo la amo, mi amor por tu hermana es verdadero.  

No lo sé, no le creo nada. Me da muy mala espina 

—Ya lo veremos , si me disculpan, debo retirarme, tengo una cita —me levanto con el bastón en mi mano, me despido de ambos y marcho hacia la salida. 

Carl, mi chófer me lleva a casa. Ya en la mansión mi teléfono vibra, abro el icono de WhatsApp, y veo un mensaje de ella. Gracias a Thomas, que me dió la idea de decirle que mi móvil me lee todos los mensajes en voz alta. 

Agrego el número a mis contactos con el nombre de: "Mi Luz". 

Leo su mensaje y lo respondo. 

 

Mi Luz. 

John. Mi dirección es

Avenue 1939

 

                                                                                                                         Yo

Hola!            

Muy bien, paso

 por ti a las 20hrs

      

Reviso la hora, tengo bastante tiempo para preparar algo especial. Recuerdo su expresión en la restaurante, estoy seguro que quedó encantada con la decoración rústica. 

Una idea viene a mi cabeza, debo hacerlo rápido. 

Hago un par de llamadas y en una hora se presentan en la mansión unos trabajadores y un decorador de interiores. 

Les doy con lujo de detalles lo que quiero, y el espacio donde crearlo. 

Los dejo trabajar y voy a la sala de estar. Apenas me siento en el sillón recibo una llamada de mi madre. 

—Hijo, oh cariño. ¿Cómo estas? 

—Mejor que nunca madre —contesto con una sonrisa en mis labios. 

—Ay yo también, me siento estupendamente bien.

—¿Y eso por qué? 

—Sucedió algo que llevaba esperando hace mucho. 

—¿Que cosa?




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