Te encontré en la oscuridad

Capítulo 52

El peligro terminó. 

Rick es condenado a prisión y sentenciado—gracias a la influencia de los Anderson—a cadena perpetua. 

John no podría vivir la vida tranquilo de saber que en 10 o 15 años más acabaría libre.

Luz no visitó a sus padres aquel día, debido al shock de lo sucedido, y la adrenalina que en ese momento se mantenía elevada, en su lugar la llevaron a la clínica donde Thomas determinó que ella y el bebé se encontraban en perfecto estado, necesitando únicamente un merecido descanso. 

Toda la familia la cuidó como si fuese la joya más valiosa, se sentían orgullosos de que una mujer tan valiente se casará con John. 

Prontamente el suceso de lo ocurrido quedó en el olvido, no vale la pena empañar el presente y futuro con el recuerdo de un ser tan miserable. 

Tiempo después Luz cumplió el deseo que tanto anhelaba. 

Se reunió con sus padres en el pueblo en el que creció. Ellos, al verla, abrieron sus brazos y la recibieron como tantas veces se lo imaginaron. Su pequeña volvía a casa. 

Durante horas les relató a grandes rasgos lo que pasó en su vida una vez que hubo llegado a la ciudad. Cómo es que logró librarse de su ex novio, y como fue que gracias a Camille y John volvió a sonreír y a encontrar su lugar en el mundo. 

Naturalmente sus padres sintieron mucho enojo, culpa e impotencia. Luz los calmó haciéndoles ver que eso ya no importa, que lo pasado es pisado, y que ahora ella es completamente feliz. Sobre todo al poder reunirse con ellos y sacar la espina que llevaba en su corazón. Prometió no volver a alejarse y  visitarlos más a menudo. 

No obstante, ellos ya tenían un plan en mente. El destino les dió la oportunidad de que su querida hija volviera a su lado, ciertamente no lo desperdiciaran. 

Con mucha alegría le confesaron que tomaron la decisión de dejar el pueblo y mudarse a la ciudad para estar más cerca de ella y del bebé. 

Finalmente las cosas toman su lugar, y lo que siempre debió haber sido, ahora es. 

Con todo marchando bien, John y Luz decidieron que es tiempo de recuperar su visión. Mediante una rueda de prensa, Thomas se encargó de anunciar que luego de realizar variados estudios y exámenes, se concluyó que la ceguera de John es curable por medio de una cirugía ocular, un procedimiento llamado vitrectomía.

Los periodistas y público en general aplaudieron contagiados de la nueva energía y vibra que muestra John. No es el mismo hombre que se presentó ante ellos la última vez. 

Encontrar el amor le hizo bien. 

La supuesta fecha de la intervención llegó, la familia sabía que tal evento no era más que una pantalla para que el joven pueda ser libre de sus gafas oscuras y vuelva a la normalidad junto a su futura esposa y tal como esperaban el resultado fue exitoso; John Anderson puede nuevamente ver. 

Luz no esperó más, y presentó a sus padres a John. Estos, dispuestos a no cometer el mismo error que con Rick, le hicieron un sinnúmero de preguntas e intentaron ver más allá de sus supuestas intenciones, pues poco les importa que sea un multimillonario poderoso. 

Sin embargo lo único que pudieron apreciar es un enorme amor y dedicación a su hija. Y eso no se puede fingir por mucho que se ensaye. 

John les tenía una sorpresa que ni siquiera su novia sabía. Había comprado una casa cerca de su mansión para que estén cerca y puedan recuperar el tiempo perdido. Una hermosa vivienda de dos pisos con un estilo rústico, es como tener una casa de campo pero en la ciudad. El jardín trasero es extenso, y la tierra es favorable para la siembra y cosecha que es a lo que sus suegros están acostumbrados. Absolutamente todo fue pensado en ellos y en su comodidad. 

La pareja que fue llevada hasta el lugar, no lo podía creer. La casa de sus sueños, que siempre habían deseado estaba frente a sus ojos. No querían aceptarlo, aquello era a simple vista, demasiado costoso. Ellos, que pensaban utilizar el dinero de la venta de su hogar y de sus tierras, jamás podrían pagar algo así. 

Se rehusaron una y otra vez. Hasta que Luz los convenció, John quiso hacer algo bueno, no podían simplemente rechazarlo. 

El tiempo pasa y el momento de conocer el género del bebé ha llegado. Camille, como la futura madrina es la primera que debe saberlo para la preparación de la sorpresa que se dará en la fiesta de revelación. 

A regañadientes y consciente de que es una mujer madura, y no es correcto dejarse llevar por sus rencores, asiste al control prenatal con Luz. 

Thomas la saluda con cortesía y ella también. 

Desea no mirarlo, más no puede. Cómo si su corazón realmente lo extrañara y anhelara estar cerca de él. 

Se da cuenta que todo este tiempo alejada, no ha servido de nada. Su corazón late tan fuerte dentro de su pecho que teme que alguien más lo note. 

—Luz, espera afuera, le daré a Camille la información —dice Thomas mientras le limpia el abdomen con un paño. 

—De acuerdo, gracias Thom, te esperamos en la fiesta, no lo olvides. Eres el padrino, tu presencia es importante. 

—¡¿Queee?! —exclamó la colorina —. ¿Padrino? ¿Porqué?, ¡Yo soy su madrina, no es necesario un padrino! 

Luz la observó con cariño —. Camille, así como tú eres importante para mí, Thomas lo es para John. 

El médico sonreía con los brazos cruzados a la altura de su pecho. 

Ganas de ofenderlo no le faltaron, pero se contuvo —. Está bien amiga, entiendo. Esperame, voy en un momento 

Luz asintió y se marchó dejándolos solos. 

—No sonrías mucho, yo seré la tía preferida

—Ya lo veremos —contestó Thomas. Se sentó en su escritorio y escribió en un papel el género del bebé. 

—Ten

—Gracias

—¿Necesitas ayuda con la sorpresa?

—No, estaré bien, siempre lo estoy —dicho eso se dió la vuelta y salió de la sala sin voltear. 

Thomas frunció el ceño con la leve impresión de que sus palabras decían algo más. Suspiró y acarició el puente de su nariz. 




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