" Que estás tan hermosa esta noche y simplemente te quedes a mirar. Eso es un desperdicio. "
Entré a la fiesta de la mano de Vale hasta llegar a Jhon, su novio y mi amigo de la secundaria. Él nos vio y tomó mi mano para hacerme girar en el lugar, yo le sonreí con ternura.
—En serio te luciste, Lena. —Él me soltó suavemente y saludó a Vale con un beso.
—Le dije lo mismo, aunque —agregó ella—. Estás usando ese vestido viejo.
—¡Oye! —me quejé—. Sólo tiene dos años desde que lo compré. Es un poco viejo, pero no tiene tanto uso.
—Lo siento.
Jhon tomó del brazo a Vale y se acercó a ella.
—Supongo que aún mi adorable Vale, no te contó de lo nuestro —dijo John con una gran sonrisa.
—Ya me enteré de su relación, ¡Felicidades! —dije muy feliz.
—¡Gracias, amiga! —exclamó feliz Vale.
Compartimos un breve abrazo hasta que Jhon volvió a hablar y dijo:
—Bien. Lamento robarte a tu mejor amiga, pero reafirmo mi autoridad como novio para sacarla a bailar. —John tomó su mano con suavidad. Me vio sonreír y me hice a un lado. .
—Adelante. —Hice el gesto con mi mano.
—Si te encuentras con Kev, sácalo a bailar —me dijo Vale y fue felizmente a la pista de baile.
Me quedé sola en el pasillo del salón. Observé en completa oscuridad la pista de baile desde la ventana. Allí, mis amigos, Kevin y Franco bailaban con sus parejas.
La nostalgia me invadía. Cuando terminé con Lucas me alejé de todos. Compartimos amigos así que verlos me dolía, ya que me recordaban el tiempo que eran los confidentes de mi primer amor.
Mi reflejo me mostraba una mujer con un peinado elegante y un vestido acorde a ella. En el pasado no era capaz de halagarme, sólo deseaba que los demás lo hagan. Y más aún, deseaba que me saquen a bailar, aunque no cualquier chico, quería que fuera él. Ese chico de cabello esponjoso y castaño que sólo bastaba con que esté junto a mí para sentir que todo estaba bien.
<<Por Dios... estoy extrañándolo de nuevo>> pensé molesta. No sólo lo extrañaba, lo odiaba por cómo su mero recuerdo era capaz de revolver mis sentimientos.
Dejé de pensar y fijé mi vista en la ventana de nuevo. Observé a los demás bailar. Luego de unos minutos, una silueta apareció junto a mí. Me volteé para verlo, era un hombre alto de cabello castaño que me veía con una pequeña sonrisa. Mi corazón comenzó a latir muy rápido, él se veía muy atractivo y me descolocó que no sacaba su mirada de mí.
—¿Selena? —dijo cálidamente.
No contesté de lo avergonzada que me sentía, había quedado embobada en su apariencia. <<Ya no eres la niña de antes, compórtate>> pensé. Aunque sabía que debía mantener la compostura, mi corazón y los nervios no decían lo mismo. ´
—Lucas. No sabía que vendrías también. —Contesté y volteé mi mirada a la ventana controlándome.
—Dudo que quisieras verme. —Él se puso a mi lado y apoyó sus manos en el marco de la ventana. Suspiró—. Sabía que estarías aquí, no es como si Vale no hubiera hablado. Aún así es raro verte por aquí de nuevo.
—Algo así.
Lucas señaló a nuestros amigos que bailaban, yo los observé con una sonrisa. Pero, mi mirada se desvió hacia nuestras sombras unidas, a la vez tan calladas, todo parecía tan tranquilo. Y esto, definitivamente no me gustaba.
—Estoy feliz por Valeria. —Dijo mirando hacía mí, esperando mi respuesta.
—También lo estoy, ¿No hacen una linda pareja? —agregué emocionada.
—A ti, te gustaba pensar que estarían juntos —él me vio sorprendida, eso era verdad—. Recuerdo las veces que intentaste que estén juntos, era gracioso —dijo lanzando una modesta risa—. Por eso, en parte también me siento feliz. Sería bueno sí ellos están juntos para “siempre”.
—Sería bueno si fuese así —Asentí y volví mi vista a la pista de baile, sonreí mientras los vi.
—Veo que los demás chicos están ocupados ¿Te gustaría bailar conmigo? —dijo extendiéndome su mano, su voz dulce y fuerte me descolocó nuevamente.
Sonreí sin querer, la costumbre me había fallado. Pero, negué su oferta.
—Honestamente, estoy saliendo con alguien —Me sentí incómoda así que tomé uno de mis brazos marcando lejanía entre nosotros—. Eso no me parece bien, bailar.
—Lo sé, sin embargo, es sólo un baile —Dijo suavemente y estiró su mano hacía mí. No quitó sus ojos miel de mí y mi estómago se revolvió—. También, extraño hablar contigo. No va a pasar nada.
—No, no puedo. —dije bruscamente y escondí mis manos en mi espalda.
—Es un desperdicio… —Lucas esquivó mi mirada.
—¿Qué es un desperdicio? —pregunté curiosa.
—Que estás tan hermosa esta noche y simplemente te quedes a mirar. Eso es un desperdicio. —Dijo con una sonrisa tímida.
Quise ocultar la sonrisa que se formó en mis labios de los nervios con mis manos, pero él aprovechó mi reacción para tomarlas.
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Editado: 20.08.2025