Te Espero en mis Sueños

Capitulo Uno

“Anoche soñé que volvías. Entrabas por la puerta de mi habitación. De espaldas a ella, sentado en el banco de mi escritorio, no te escuche. Pero tocaste mi hombro derecho, posaste tu cálida mano suavemente para luego apretar con fuerza. Me asusto. Saco mis auriculares de mis oídos y los tiro al piso mientras me doy vuelta para ver quién es. Al verte, lejos de sorprenderme con felicidad en mis ojos, me aterro. Tenías el pelo cortado disparejo, amarañado y rapado en algunas zonas. Tu rostro sonriente mostraba tus dientes negros y agrietados. Te encontrabas desnuda pero el barro te cubría por completo.

A pesar de que tu pelo rubio que tanto amaba peinar y tus dientes blancos que brillaban en la luz del día ya no estaban allí. Aun sentía algo por ti.

Pero eres tú la que debes darte cuenta que yo te amaba más que solo por tu belleza.”

Cierro el cuaderno.

Voy a despedir a mi papá, que por estar hablando por teléfono no mostro mucho interés y solo sacudió su mano por encima del sillón donde se encontraba recostado. Es raro que tenga esas actitudes, pero debe estar ocupado con su trabajo. Últimamente ha estado mas callado de lo normal y hace mucho no tenemos conversaciones de padre e hijo como antes. Extraño esos tiempos juntos, pero lo entiendo o al menos se lo perdono porque se que no es así.

Pero la falta de dialogo con mi padre se compensa con la tormentosa hermana pequeña que me persigue a todos lados, me hace sentir asfixiado, y mi madrastra pidiendo a gritos aprobación mía como si fuese un cachorro que necesita adoptar.

Quiero mucho a mi hermana, la protejo de cualquier mal que surja a su alrededor y siempre estoy para ella pase lo que pase. Debido a ese motivo no muestro ningún tipo de represalia contra mi madrastra, porque es su mamá. Pero siempre mantengo distancia en lo posible.

Dentro de cinco días debo volver.

Voy a esperar con ansias volver. El hecho de que mi papá viva cerca del rio es un incentivo, por el hermoso paisaje lo digo.

Camino por un sendero que divide los jardines que conservan estos complejos departamentales. A pesar de vivir mucha gente, lo que lo hace medio ruidoso, tienen un gusto particular por tener una gran cantidad de árboles y arbustos bien conservados. Un jardinero viene una vez por semana dice mi papá. Siempre le gusto el ambiente natural por eso luego de la separación vino a vivir acá, Vicente López, a solo una cuadra del rio.

Lo conocí luego de la separación. Cuando estaban juntos no salíamos ya que a mi mama no le gusta mucho viajar, no camina ni para comprar un dulce en el kiosco de la esquina. Un fin de semana que me trajo por primera vez a su casa. Yo aún mantenía mi molestia por toda la situación que estaba viviendo. No entendía el porqué. Era muy chico y parecía que mi corazón se dividía en dos y debía elegir un lado. Si no lo hacía. Me quedaría solo. Pero él con una sonrisa en su cara, me dijo―: Te mostraré algo hermoso. ―Mientras posaba su mano por mi hombro.

Era de noche. Unos faroles alumbraran levemente un pequeño parte. Un ruido, de agua que fluía intensamente, como si dejaras la canilla abierta al máximo pero elevado al millón, crecía mientras más me acercaba. El viento helado se agazapaba con fuerza por lo que encogí los hombros y me abracé a mí mismo.

Cruzamos una garita policial luego de caminar por una calle sin cementar, nos manteníamos en silencio los dos, pero él comenzaba a apresurar el paso con ansias de mostrarme su lugar. En la entrada del parque se alzaba un cartel sobre un poste que decía “Reserva Natural”. No se destacaba por los árboles, lo cual no abundaba mucho, pero el césped se mostraba cuidado.

Mi papá detuvo su paso quedándose detrás de mí. Yo, emocionado con la vista continúe avanzando hasta una donde una pendiente inclinada adornada por gigantes rocas complicaba el paso. Parado, inmóvil me quedé en la oscuridad. El gran viento fresco que golpeaba mi cuerpo calmaba mi respiración de angustia y entre en el inmenso rio que se de aguas turbulentas que avanzaban sin importar que se les ponga en frente hizo sentir mis preocupaciones muy minúsculas.

Desde ese día, siempre antes de volver a casa pasaba por allí. Donde mis problemas eran llevados por la corriente que se va deshaciendo lentamente hasta no hacerme daño.

Tomo el tren hasta la terminal de Retiro. Me acompaña siempre conmigo un morral verde donde entre unas prendas guardo bien oculto un cuaderno de tapa dura con el viejo y clásico diseño de telaraña. No es un diario donde cuento mis días, pero si es algo parecido a ello. Es donde escribo mis sueños. Siempre que los recuerde. Todo lo que vivo en mis noches, va a parar aquí. Es una tonta idea que se me ocurrió un día hacer bromeando con mi ex y termino convirtiéndose en una especie de hobbie.

En la casa de mi papá suelo llevarme al baño el cuaderno a escondidas. Ya que no me animo a hacerlo frente a él. Por si cree que es una especie de diario y se burle de mi diciendo que “es algo de mujeres”.  Y menos aún con la posibilidad que me descubra mi hermana, imaginar nomas que me lo quite por casualidad y termine leyendo todo lo que escribo, sería muy vergonzoso. Tampoco tengo mucha intimidad ya que duermo en el sofá de la sala y se suelen levantar más temprano que yo.

Durante los viajes mientras observo el paisaje por la ventana, suelo pensar lo que sueño. Definitivamente hoy soñé con mi ex y en mi deseo latente de que vuelva conmigo, que sepa que soy el único que la ama de verdad por quién es. El miedo de la soledad me invade y mi corazón se siente igual que cuando ocurrió lo de mis padres.

En la terminal o como yo lo llamo “galpones gigantes” donde puedes encontrar muchos puestos de comida y hasta en algunos locales de ropa. En uno de esos puestos de comida trabajaba, mi mejor amigo, Lucas. El local es de su padre donde vende sándwiches, bebidas y golosinas. Los fines de semana, siempre lo acompaña en su trabajo para ayudarlo. Le gusta hablar y conocer a la gente por lo que no se le hace tan denso como a su papá que con el paso de los años su personalidad se volvió más seria y silenciosa.



#45041 en Novela romántica
#20863 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, romance juvenil, sueños

Editado: 07.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.