CAPÍTULO 1

Estaba sentada frente a la ventana con una taza de café entre mis manos y con otra al lado esperando que mi novio llegará.

Veía la hora y cada vez me impacientaba más. Lo quería ver, de eso estaba segura. Quería disculparme por lo qué pasó ayer en la noche en la casa de sus padres, la verdad mi comportamiento no fue el correcto y me sentía muy avergonzada.
Trate de llamar a sus padres, sin embargo nadie contestó.

— Las 3:30 de la madrugada. Mierda Yoongi, ¿Donde estás?— Me revolví en la cama por milésima vez al ver que no llegaba.

Miles de pensamientos negativos se me pasaron por la cabeza pero trate de no desesperarme, muy bien sabía que mi actitud era muy estupida cuando esto ocurría.

•••

Me levante perezosamente de mi preciada cama y al darme cuenta en el momento que palmee el lado derecho de la cama y no encontrar a Yoongi ahí me desesperé. 
Lo que había pasado anoche volvió a mi mente en forma de recordatorio, como me quede hasta altas horas de la madrugada esperándolo pero el nunca se atrevió a aparecer.

Me dispuse a cambiarme y salir de esa casa, que aunque sea mía y de Yoongi y hallamos tenidos infinitos recuerdos felices, ahora la sentía solitaria y un poco perturbadora, por así decirlo.
 

En el momento que abrí la puerta se hizo presente el invierno que golpeó de manera fuerte contra mi piel, haciendo que está se erizara por el frío, y mierda que si lo hacía.
 

Me dispuse a conducir hasta la estación de policías.
Una vez estando adentro hice la denuncia.
 

—¿Qué se le ofrece señorita?— Dijo el guardia esperando una respuesta de mi parte.

—He venido a reportar una desaparición. Mi novio,  Min Yoongi no ha aparecido desde ayer por la mañana.

—Como sabrá señorita...

—Lee. Lee JiSoo.

—Como sabrá señorita Lee— Prosiguió con sus palabras antes dichas después de saber mi nombre— no podemos reportar a una persona desaparecida luego de las veinticuatro horas y su novio por lo que tengo entendido ha desaparecido ayer por la mañana. ¿Pero a qué hora desapareció?

— A las 7:30 de la mañana sale de casa para irse a trabajar y se supone que tiene que volver a las seis de la tarde, pero no se ha aparecido — Dije mientras me movía impaciente en mi asiento.

— Entiendo pero... — Pero. Esa puta palabra me desesperaba en algunos casos y este es uno de esos casos— apenas son las 7:15 a.m. Lo siento, pero hasta que no se haya completado las 24 horas yo no puedo hacer nada.
 

Lo mire incrédula y con ganas de matarlo. Sin embargo trate de contener la poca paciencia que me quedaba. 

—¿Acaso me está jodiendo? —Pregunté con los pocos ánimos que me quedaban — Solo falta... — Mire el reloj que yacía sobre el escritorio — 11 minutos para que sea 7:30 a.m ¿y usted no puede hacerlo?

— Le pido por favor que no me falte al respeto y que se calme porque no puedo ir contra las reglas. Además debe tranquilizarse, capaz se fue con unos amigos a tomar unos tragos como consecuencia de una pelea que tuvieron o ¿me equivoco?

— De hecho si, tuvimos una.
 

— Ve, ahí está la respuesta. De seguro él ya ha llegado a casa con una resaca tremenda y usted perdiendo el tiempo acá. 
 

Esta idea era una de las mejores para pensar en esos momentos, al menos para tranquilizar a JiSoo por un momento.
Así que solo decidió confiar en las palabras del oficial e irse.
 

•••
 

Antes de abrir las puertas de la casa, decidió que era mejor llenarse de fe y pensar que el amargado de Yoongi estaba ahí, adentro durmiendo plena y tranquilamente en la habitación que ambos compartían.
 

Pero toda esa fe se vino abajo al ver que su novio no se encontraba en casa.
 

— Mierda, Yoongi aparece ya. Juro que te golpearé apenas te vea.