CAPÍTULO 3

El insomnio que tenía era terrible. Cinco días ya habían pasado y junto a estos miles de lágrimas y tazas de café para no quedarme dormida por si alguien llamaba.

No sabía qué hacer, la desesperación que tenía era inexplicable.

No comía, no dormía. Lo único que hacía era irme temprano por las mañanas para ver si Yoongi se encontraba en algún lugar, pero nada, no había ningún rastro de él, ni siquiera un indicio de donde podría estar.

Me sentía tan perdida, tan desorbitada. No me sentía con vida, no si él no estaba a mi lado.

Por alguna extraña razón empecé a sentirme paranoica, sentí la necesidad de ir a otro lugar que no fuese la casa.

Agarre las llaves del auto, un abrigo y me fui de allí.

Las calles estaban desoladas, la verdad no me sorprendía que pasará eso, eran las tres de la madrugada y solo una loca como yo estaba vagando por las calles.

Estacioné el auto en un parque en específico. En este parque veníamos Yoongi y yo a pasar el rato por las tardes cuando nos casábamos de estar en casa.

Me acerqué a las misma banca de siempre y me senté, hacía frío pero solo lo ignoraba porque no tenía cabeza de pensar si hacía frío o no, al menos no con la preocupación que tenía en la cabeza.

Miraba a todos lados inquieta, la verdad no tenía miedo, simplemente quería salir de casa, me iba a morir si seguía un segundo más ahí.

•••
 

Desperté toda adolorida. Sin darme cuenta me había quedado dormida en la misma banca de ayer con lágrimas en los ojos.

Me fijé la hora en el celular, este marcaba el horario de seis de la mañana.
 

Algunas personas ya estaban rodando las calles, era este el horario donde las personas tenían que ir a trabajar y los niños ir a la escuela.
 

Me quede sentada ahí durante una dos horas más y decidí ir a casa para bañarme y luego ir en busca de Yoongi de nuevo.
 

•••
 

Ya había manejado unos 20 minutos y decidí ir a una cafetería. Eran las cinco de la tarde y la cara de cansancio que tenía era notable a kilómetros, pero esto no me detenía para seguir buscando a mi novio.
 

Pedí un café bien cargado y me senté al lado de la ventana. 
 

Admito que era una tarde linda. Había un parque al frente, en cuál había niños corriendo por todos lados.
Me quede como media hora sentada mirando por la ventana, miles de pensamientos vagaban por mi mente.
 

Sonreí al ver una mujer joven y hermosa con dos niños al lado de ella, para ser especifica una era una niña realmente linda parecida a ella, y el otro un niño de unos 7 años, mayor que la nena que aparentaba unos 4 años.
Al ver al niño mi sonrisa se agrando al darme cuenta que tenía un parecido a Yoongi. La nostalgia me invadió al recordar todas esas desveladas que nos dábamos al imaginar a nuestros hijos, y este niño me hacía recordar todo eso. Unas ganas de salir del local y abrazar a ese niño eran inexplicables, pero me contuve.
 

Vi como se alejaban mientras reían, sin duda era una linda familia, el padre de esos niños y esposo de esa mujer debe de ser muy feliz.
 

Me fui a casa, aunque ya no la sintiera así, no si Yoongi no estaba.