Te haré sufrir

Capítulo 9

Había tenido la peor noche de mi vida por más que trate de dormir no pude desde que cerraba los ojos, los recuerdos con Gael me atormentaban, que irónico, quien diría en un principio eran hermosos ahora es una tortura sin tregua,  ya él no está conmigo, y creo que nunca volverá,  quería que amaneciera lo más pronto posible, inventaría cualquier excusa para salir, tenía que verlo, me repetía una y mil veces, mis ojos me ardían había derramado muchas lágrimas, lágrimas que no se llevaban el dolor solo aumenta.

 


Mi alarma empezó a sonar, así que me levanté  para darme una ducha quizás el agua me borraba la memoria. En verdad eso es lo que estoy necesitando que aparezca un genio y me regale un deseo para borrarme la memoria, así se acabaría con este sufrimiento.


Sentía como el agua recorría mi cuerpo y mientras lo hacía me cuestionaba ¿por qué fui tan imbécil? ¿Qué ridícula fui? ¿Cómo creí en Gael? ¡Uffff los mujeriegos nunca cambian! Te odio Gael y juro que nos veremos las caras o me dejó de llamar Gema.


Salí del baño, abrí mi clóset no tenía deseos de salir de mi habitación pero si quería respuesta tenía que buscarlas, me puse algo cómodo y busque mis lentes negros, mis ojos estaban enrojecidos no quería dar explicaciones de por qué los tenía así aunque si se dan cuenta tengo la excusa perfecta.


Me dispuse a salir de la habitación, llegue al comedor.


-Buenos días mami.


-Buenos días mi niña, Gema y esos lentes tan temprano.


-Es que tengo como conjuntivitis y no quiero contagiar a nadie por eso me los puses.


-Deja ver, te lo puedes quitar.


-No mami es mejor así.


-Gema te lo quitas o yo te lo quitos así que decides.


-No es justo mami, te estoy protegiendo. Iré a buscar a una gota donde Aisha.


-Quítate los lentes.


Cuando me disponía a quitarme los lentes el celular de mi madre empezó a sonar, uff salvada por la campana. A veces creo que tengo suerte, solo a veces.


Era ahora o nunca así que mientras mi madre atendía la llamada decidí huir y dejarle una nota “fui a buscar la gota, me ardían los ojos. Vuelvo pronto”.


Cada paso que daba mi corazón se destruía aún más, duele demasiado, duele su traición, duele que me haya dejado sin una explicación, duele su silencio.

 Caminar nunca había sido tan doloroso como en estos momentos, a veces me costaba avanzar pero a pesar de las interrogantes  que me agobiaban, decidí continuar necesitaba respuestas y solo  Gael me las darías o intentaría obtenerlas.


Creo que por imaginar y pensar en las repuestas de Gael, de repente estaba frente a su casa sin darme cuenta, realmente iba muy distraída, me estaban pasando tantas cosas a las cuales  tenía que enfrentarme sola, Aisha me apoyaba y me sentía feliz o al menos aliviada, pero había decidido enfrentarme sola Gael.


Al llegar a casa de Gael intente regresar y  dejar todo sin respuesta pero hacer esta caminata tan larga para nada, tome valor y fuerzas y toque el timbre. Vi cuando la puerta empezó a desplegarse hasta quedar abierta, una mujer muy elegante y sofisticada se asomó la puerta.


-Buenos días hermosa ¿que deseas?


-Buen día señora, busco a Gael ¿él se encuentra?


-Nunca te había visto ¿eres compañera de la secundaria? Viniste a felicitarlo por su boda y que será padre.


-¿Padre?


-sí, su esposa está embarazada.


Esta noticia me cayó como un balde de agua fría traspasando mis huesos, fue algo inesperado, me quede perpleja, desconcertada, termino de destruirme por completo, ¿Qué será padre? ¡No puede ser!  Imagine  muchas cosas pero nunca esto. 


-¡Que felicidad señora! Me alegro mucho. Pero no me ha dicho si esta Gael.


-Perdón querida, hace unos minutos salió, si quieres puedes pasar y lo esperas mientras nos tomamos un café.


-No gracias señora, muy amable de su parte, volveré luego, bay.


Quién lo diría Gael va a hacer padre, ufff la vida puede dar muchas vueltas repentinamente. 


“Es mejor reír que llorar" me lo Repetía sin interrupción, lo necesitaba o empezaría a llorar a mares. Estaba viviendo una película de terror por mensa, por creer en Gael cuando todo el mundo conocía su fama de mujeriego empedernido, por esa razón al principio no quise decirle nada a mis padres tratando de no complicar las cosas, preferí vivir mi amor clandestino, fue bonito mientras duro.


Me dispuse ir al parque ya que obtuve algunas respuesta, por eso la boda tan repentina,  ahora las piezas del rompecabezas empiezan  a encajar aunque las palabras no salieron de la boca de Gael, fue alguien muy cercano  que me dio información, al parecer su madre es muy comunicativa. Creo que ya no tengo que esperar nada, necesito sanar y solo alejándome de este lugar lo lograré, sanaré un poco o aprenderé a vivir con esta herida.


Con lo que descubrí es suficiente y me basta para irme y regresar mucho más fuerte, y haré sufrir a Gael como no se imagina, me va a pagar cada una de mis lágrimas, no tendré piedad. 


Necesitaba aire fresco y aunque estaba pensando mil cosas el viento del parque me invitaba a tener paz, a que el karma existía, que el tiempo pone todo en su lugar y si no lo hacía  pues yo lo haría sin importar lo que tuviese que perder en el camino.


De repente alguien cubrió mis ojos, que extraño, siento que es Gael, últimamente estoy imaginado cosas no creo que se atreva ni siquiera a mirarme a la cara después de lo que me hizo.


-¿Quién es?


Nadie contesta, me estoy poniendo de mal humor, empiezo a reconocer ese perfume, y mi boca se abre como plato. 


-Quita tus manos de mi rostro inmediatamente o empezaré a gritar. 


-Gema ¿qué te pasa?


-Qué cínico Gael aún tienes la cachaza de preguntarme ¿que tengo? esto es el colmo de los colmos.




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